El único inconveniente que vemos es que el profesor necesita una preparación especial que no todos están dispuestos a adquirir.
Compartimos con vosotros una entrevista realizada a un profesor de un colegio de infantil y primaria que utiliza aulas Althia.
Siete años, en el 2001
Si. Sobretodo en zonas rurales, como es en la que se ubica el colegio mío, porque los alumnos de estos centros no tienen las mismas oportunidades para enfrentarse a las nuevas tecnologías y el acceso a internet o a los programas informáticos no es tan fácil como en las ciudades y zonas más urbanizadas.
No. Fui aprendiendo casi al mismo ritmo que los alumnos, quizás unos días por delante, lo que tardaba en comprobar el funcionamiento y con el método de ensayo y error, ensayo y error, ensayo y acierto. Poco a poco la responsabilidad se transformó en placer por aprender y hacer llegar a los alumnos lo que iba descubriendo. Ellos y yo hemos aprendido bastante.
No. Unos por falta de tiempo, otros por falta de motivación y otros por que su formación académica pertenece a “otros tiempos” no están capacitados para llevar un aula con nueve o diez ordenadores conectados en red con acceso a internet, con tarjetas protectoras, con un montón de periféricos, con cuelgues continuos, con muchos programas informáticos, etc. Si todos fueran capaces de llevar el aula y poder solucionar los problemas inherentes a ella, sería extraordinario y fantástico.
No. Es y será un recurso más. Servirá para apoyar, reforzar, ampliar los contenidos e incluso para favorecer el trabajo en equipo y la colaboración entre iguales, pero la forma de dar la clase evolucionará independientemente de las aulas Althia.
Sí, muy bien. Al salir de la “rutina” que supone una clase magistral en la que el profesor explica y después se hacen actividades, los alumnos se muestran más motivados y más participativos. El trabajo en las aulas Althia es, en general, más agradecido por que el alumno ve los resultados su trabajo. Hay programas y actividades que se pueden hacer y corregir en el acto, y el alumno ve sus resultados y su progreso al instante, lo que agradece.
¿Requiere más trabajo que un sistema tradicional, en el que el docente explica y los alumnos toman nota?
Requiere un trabajo previo importante, de preparación académica y puntual al programar actividades. Luego el alumno consume la preparación del maestro en minutos y puede resultar desilusionante. Pero a la larga es más tranquilo porque el alumno se vuelve más autónomo.
ÁNGELA ALONSO SERRANO
PATRICIA CÁRDENAS
BELÉN GARCÍA CASTRO
LORENA JIMÉNEZ GONZÁLEZ
MARÍA SÁNCHEZ-BEATO SOLERA