Ahora parece que el niño es quien “controla” a sus padres,
esto se debe a que los padres son un tanto permisivos y menos estrictos, sin
saber poner reglas ni límites. Entran varios puntos como: Inexperiencia,
juventud, no dar buen ejemplo o padres separados.
Principalmente creo que el punto más importante es que los
hijos y los padres no pasan mucho tiempo juntos por diversas causas, entonces
no los ponen límites ya que se sienten culpables y los dan todo lo que quieren.
De esta forma el niño tiene total libertad y le va a repercutir de mayor, ahí
vendrán los problemas, ya que por cómo le enseñaron ahora los padres se las
tendrán que ingeniar para decirle que no, con lo cual tendrán que enfrentarse a
problemas y situaciones que surgirán durante la vida con su hijo.
Una de las formas es marcarles límites y que el niño pueda
conocerlos asociándolos a posibles consecuencias tanto negativas como
positivas, porque es muy importante no solo premiar por sus buenas conductas
(aumenta el autoestima) sino también castigar por lo que los padres no vean
correcto para que no vuelva a repetirse.
Algunos padres no están pendientes de marcar los límites
entonces no los premian por algo consecuente sino que solo ponen atención a lo
negativo, aquí se equivocan ya que la refuerzan, lo mejor sería en este caso
premiar las positivas así estas volverán a surgir.
En conclusión, la clave es poner límites, darlos el amor de
unos padres que lo quieren y ser capaces tanto, premiarle con algo material o
con palabras por algo bueno como castigarle para reconducirlo.