martes, 10 de abril de 2012

UNA VIDA DE ESFUERZO Y SUPERACIÓN

He tenido la ocasión de entrevistarme con Esther y Sinfo, padres de tres hijos: Esther, Asunción y Eloy. La historia que a continuación se narra podría definirse como un ejemplo de lucha. Se remonta a 1975 y es una visión de la sociedad de hace treinta y siete años hasta nuestros días. Es una historia a caballo entre la antigua y reduccionista visión del discapacitado y la nueva apertura de oportunidades e igualdades con las que ahora cuentan (a sabiendas de que aún hay trabajo por hacer).

Cuando Esther dio a luz a su primogénita en una clínica privada de Plasencia nada le dijeron acerca de la salud de su hija. Fue en la revisión del mes, estando instalados en Asturias, cuando el pediatra, observando con atención al bebé, citó a ambos progenitores para una segunda revisión pasada una semana. Llegado el día se presentó Esther sola, sin Sinfo, pues pensaba que era otra revisión normal. Nada sospechaba de la noticia que le iban a dar. Su hija tenía Síndrome de Down. De la boca de Esther surgió la siguiente pregunta: ¿Y eso qué  es? Se desconocía mucho sobre dicha discapacidad, pues los que la padecían no frecuentaban las calles. El pediatra informó a Esther, muy a grandes rasgos, sobre las limitaciones que su hija iba a tener. Su desarrollo iba a ser más lento que el de cualquier otro niño. El pediatra les derivó a otro médico que andaba interesado en los niños con síndrome de Down, pues estaba haciendo un estudio sobre las causas de esta discapacidad. Cuando llevaron a Esther a dicho médico les hizo a todos unos análisis de sangre, que hubieron de ser enviados a Estados Unidos pues entonces en España no había laboratorios especializados en estos estudios. No sería hasta que Esther estaba embarazada de su tercer hijo cuando recibirían noticias sobre los análisis. 

Cuando Esther cumplió los tres años se trasladaron a Toledo, concretamente al barrio del Polígono. Allí, la asociación de APANAS, que sólo atendía a niños mayores con cualquier tipo de discapacidad, les puso en contacto con SERE, una asociación que ofrecía ayuda psicológica y logopeda al discapacitado. También se hacían reuniones para que los padres se desahogaran sobre la situación en la que vivían. “Entonces tener un hijo con discapacidad suponía enfrentarte a diario a miradas lastimeras, extrañadas o curiosas cada vez que paseabas con él. Eso fue quizás lo peor de aquellos años de lucha” ­–comenta Esther–. Por eso muchos padres dejaban a sus hijos dentro de las casas y raras veces los sacaban. Llevaron a Esther a la Asociación para que recibiera sus sesiones de logopedia. Fue por aquel entonces cuando recibieron una carta con relación a los análisis que se habían hecho para conocer las causas de la discapacidad. “Lo que me decían en la carta es que habían extraviado los resultados, y tenían que repetir las pruebas –cuenta Esther–. Así que tuvimos que viajar de nuevo hacia Asturias, yo en mitad del embarazo y con las carreteras de aquella época, para volver a  hacernos los análisis”. Al cabo de otro año supo que el Síndrome de Down no se debía a causas genéticas.

El Colegio de la Milagrosa cedió un aula a la asociación para que los niños estuvieran unas horas al día. Esther, todas las mañanas, cogía su autobús y llevaba a su hija. Entonces los autobuses pasaban cada más tiempo. El aula cedida estaba muy mal comunicada; había que subir unas escaleras, a sabiendas de que estaba pensada para discapacitados físicos, psíquicos y motores. Esther esperaba sentada a que su hija terminase, teniendo que soportar en muchas ocasiones el intenso frío de los pasillos del viejo Hospital de Tavera. Muchos padres decidían no llevar allí a sus niños porque les pillaba mal la zona. A Esther le suponía tener que dejar a su hijo pequeño con la vecina mientras acompañaba a su primogénita a favorecer su desarrollo personal. Muchos consejos recibía de la psicóloga que les animaba a que hicieran más autónoma a la niña. Esther y Sinfo lo tuvieron muy claro. Querían que Esther se valiera por sí sola. Sus hermanos le sirvieron de estímulo pues ella misma, al verles a ellos hacer las cosas, trataba de imitarlos. Atarse un zapato le llevaba quince minutos, pero ella no se cansaba, ni paraba hasta conseguir su objetivo. Sus padres tenían paciencia para con ella y esperaban a que terminara, lo que ayudó a Esther a llevar a cabo sus pequeños pero grandes logros. “Cada paso que daba hacia delante, cada superación, suponía un orgullo tremendo para nosotros y un aliciente que echaba por tierra la idea de que estos niños no eran capaces de nada–constata Sinfo–”. No se debe olvidar que todo esto estaba teniendo lugar en medio de una sociedad en la que no se apostaba por la capacidad de superación de dichos niños.

Uno de los golpes que más dolió al matrimonio fue experimentar tantas puertas que les fueron cerradas para con Esther. Quisieron llevarla a la guardería, pero no la admitieron por su discapacidad. La escolarización la llevó a cabo en el colegio público Gómez Manrique. Habían habilitado un aula para discapacitados. Nada compartían con el resto de alumnado. Dicha aula se fue convirtiendo en el lugar al que llevaban a los niños que no alcanzaban los objetivos deseados, por lo que se juntaban discapacitados con niños considerados incompetentes. Casi al final de su estancia en la escuela empezó a llevarse a cabo la integración y Esther compartía actividades curriculares con alumnos de un aula ordinaria. Estuvo allí hasta los 16 años edad en la que finalizaba el periodo de escolarización para estos muchachos. La psicóloga que asistía al centro temporalmente aconsejó a Esther y Sinfo llevar a la niña a FP. Les dijo que su hija estaba preparada para seguir su formación, pues sabía leer y escribir y tenía un nivel muy aceptable. Ellos se informaron y acabaron llevándola al Instituto Juanelo Turriano del mismo barrio del Polígono. Allí asistía a clases prácticas de peluquería. Fue la primera que pudo continuar su formación; el resto de sus compañeras/os discapacitados estaban destinados a quedarse en sus casas. Sin embargo, gracias al esfuerzo de ocho padres, entre los que se encontraban Esther y Sinfo, no fue así. Impulsados por el deseo de ofrecer más ayuda, actividades y consideraciones a sus hijos, estos padres promovieron el nacimiento de la Asociación Síndrome de Down de Toledo. Empezaron con dos empleadas, una logopeda y una psicóloga. Hoy día casi una treintena de profesionales ofrecen allí sus servicios.

La psicóloga dijo a Esther y a Sinfo que era conveniente que su hija fuera sola al Instituto para fomentar su propia autonomía. “Aceptamos algo recelosos –cuenta Esther–, pero sabiendo que era lo mejor. Las primeras semanas, sin que mi hija me viera, la seguía de lejos para observar el camino que tomaba”. Mucha zozobra pasaba cuando su hija iba sin nadie que la acompañara, pero después se ha alegrado mucho por lo que ha supuesto a nivel de seguridad para Esther.
Cuando terminó el módulo de peluquería, Esther y Sinfo  quisieron que se sacara el graduado escolar y la matricularon en la escuela de adultos del Polígono. Era la única discapacitada de la clase, pero la maestra, muy asombrada, siempre les repetía a los padres lo aplicada que era su hija. Resaltaba que atendía y se esforzaba bastante más que muchos de sus compañeros. Con razón hacía estos elogios la profesora, pues muchas horas de esfuerzo dedicó Esther al estudio diario. Obtuvo el graduado tras cinco años. Sinfo y Esther, muy orgullosos, recordaban cómo su hija recitaba al dedillo las ciudades y las capitales de Europa. Eso sí, las matemáticas eran y siguen siendo su punto débil. 

La Asociación organizaba talleres en el agua. Esther acudía con su padre. Cuando terminaban sus ejercicios cada padre se metía en el vestuario con su hijo para ducharlo y vestirlo. Sinfo y Esther no querían eso. Sabían que su hija podía vestirse y asearse sola, por lo que, cuando todos los niños habían terminado en los vestuarios, Sinfo permanecía una hora más allí, esperando a que su hija terminara lo que sabía hacer.
Esther también trabajaba en los talleres de serigrafía de la Asociación. Con la edad de veinticuatro años un psicólogo que trabajaba allí tuvo una excelente idea: se le ocurrió proponer a la entonces Consejera de Bienestar Social integrar a algunos discapacitados en el ámbito laboral. Ella aprobó la propuesta y dicho psicólogo fue encargado de seleccionar a dos chicas/os para proponerles trabajar en la Cortes de Castilla la Mancha. Una de estas chicas fue Esther. Ya son doce años los que lleva trabajando allí y ella misma se define como una mujer que es un ejemplo de superación. Está muy orgullosa de sus logros, y no es para menos. Éstas y las anteriores generaciones nacían sin oportunidades de ningún tipo, no eran considerados en el ámbito social, debían estar recluidos en sus casas, pero gracias al esfuerzo de muchos padres que han apostado por sus hijos; gracias a la apertura social, hoy es normal la inclusión. La lucha, el esfuerzo y el sacrificio tienen su recompensa final.

Esther y Sinfo evalúan así lo vivido hasta ahora: 

“Cuando nos dijeron la discapacidad que tenía nuestra hija nadie daba nada por ella, no podíamos imaginar que iba a ser capaz de hacer nada, cuanto menos de trabajar, eso era impensable. Pero a Esther la hemos exigido más que a sus hermanos. Ha tenido que dedicarle mucho más tiempo para aprender las pequeñas cosas, pero cada pequeño logro le ha llevado a tener la confianza y la estima suficientes para enfrentar otros más grandes. La superación empieza por lo pequeño. Las grandes batallas se ganan con pequeñas conquistas. Somos conscientes de que en muchas cosas hemos sido pioneros y eso es porque hemos confiado en nuestra hija. Hoy, los niños/as que acuden a la Asociación son estimulados desde edades tempranas. Se nota muchísimo la seguridad y la desenvoltura de las nuevas generaciones. El resultado de confiar en el otro se palpa en los logros obtenidos por la persona en la que se confía, sea cual sea su situación, respetando el ritmo de cada individuo. Y en eso estamos alegres porque, en medio de la tempestad, dimos los primeros pasos para conseguir lo que hoy es ya una realidad”.



Con este testimonio tan edificante soy consciente de que el cambio no surge en las grandes esferas, sino en los pequeños hogares y aulas. Muchos pequeños esfuerzos generan los grandes cambios. Se debe empezar por lo que tenemos cerca. Si educamos a nuestros hijos y alumnos en el amor, el respeto, la confianza, la seguridad y la constancia, sin duda estaremos poniendo los cimientos para que el día de mañana sean hombres y mujeres seguros de sí mismos, trabajadores constantes y capaces de aceptar las limitaciones y diferencias propias y ajenas.
               


En las Cortes de Castilla la Mancha, a la salida del trabajo de Esther.

Primero de Educación Infantil (Grupo A)

lunes, 26 de marzo de 2012

¿Llegará el Pacto por la Educación?



                Llevo tiempo diciendo que la educación no puede ser objeto de reforma, de parches, cada vez que cambia el signo político del gobierno, ya sea en el Estado o en las comunidades autónomas; que no hay sistema que lo resista; que era imprescindible conseguir un pacto por la educación consistente y duradero.
                 
                Y aquí estamos fuera de juego, en el dilema de que lo que se tenía que haber consensuado en su momento quizá haya que reformarlo con o sin el consenso deseable. Porque el actual sistema educativo tiene claras deficiencias que afectan a nuestro futuro. 

                Resulta  que la actual situación socioeconómica, la macro crisis que estamos padeciendo  no da margen a más retrasos y dilaciones. El pacto por la educación debe hacerse ya y rápido, aparcando egoísmos partidarios (de todos los sectores) porque nos implica a todos: no solo a los partidos políticos, sino a la sociedad civil en su conjunto, ya que todos, de una u otra forma, en uno u otra ámbito, somos comunidad escolar: profesorado, familias, instituciones, actores sociolaborales, medios de comunicación…

                Y ¿cómo empezamos?, pues muy fácil: abordando en primer término  cuáles son las causas que han generado las enfermedades que hoy padecemos: Por qué nos estamos planteando que la autoridad del profesor tenga rango de ley y qué responsabilidad en ello tienen determinados profesores, determinadas familias, algunos mensajes que trasmiten los medios de comunicación, algunos representantes de la administración… por qué se han perdido o deflactado  algunos valores como el respeto ( y la culpa que ello tiene la  absurda y perniciosa práctica del “coleguismo”, de la nivelación de roles sin medir sus consecuencias), el esfuerzo, el compromiso, el afán de superación…; cómo se ha llegado a los índices insoportables de fracaso escolar,  por qué ese  divorcio entre escuela y empresa…

                Hecho el análisis y realizada la evaluación, deberemos plantearnos a dónde nos han llevado las brillantes ideas y la absurda priorización de necesidades educativas: ordenadores portátiles para todos, pantallas digitales, libros de préstamo  gratuitos y universales, falta de adecuación del sistema de acceso a la carrera docente, subvenciones para actividades de todo tipo: semanas blancas y verdes, extraescolares de pilates, chino…, estudios absurdos que no llevan a nada, becas sin exigencia, matrículas para alumnos que tardan 8 años en terminar la carrera… Y analizado esto, ¿qué nivel de idiomas tienen nuestros escolares?, ¿qué nivel de lengua- comunicación-? ¿ se está dando la importancia que tiene a las habilidades sociales?, ¿se está educando la cultura del esfuerzo  (emprendeduría, incentivación de los logros a través de la constancia y el compromiso)… Y estos valores también son aplicables a algunos padres (la conciliación de vida laboral y familiar requiere esfuerzos añadidos) y a algunos docentes.

                Porque no olvidemos que no hay mayor desigualdad que la igualdad. ¿Tiene sentido que los libros sean gratis para todos y, además en préstamo, que los alumnos no pueden manipular, ni subrayar… con el efecto desmotivante que conlleva? Ni un solo alumno sin libros de texto, y gratuitos y en propiedad para quienes no puedan costearlos; ambiciosa política de becas para que a nadie se le niegue el derecho a la educación, pero con responsabilidad de rendimiento. Tampoco el Estado puede mantener  matrículas subvencionadas a quienes se toman la Universidad como un período interminable de “vida de estudiante”…

                La carrera docente debe variar  y los mecanismos de acceso a ella también; incentivar mucho más a los buenos profesionales y pedir responsabilidades a los que no lo sean tanto, los menos, pero también los hay, como ocurre en todos los sectores; no penalizar la juventud frente a la experiencia, ambas pueden convivir; la  introducción del PIR (algo similar la MIR de los médicos); formación permanente evaluable; no confundamos estabilidad con perpetuidad: estamos hablando de educación; adaptar los planes de estudio a lo que se va a enseñar y la metodología a la que se va a precisar. Una carrera, como toda profesión, empieza cuando se acaban los estudios: LA REALIDAD DEL DÍA A DÍA.; equiparación de sueldos pública y concertada…

                Una llamada a la sensatez. 
                Miguel Ángel Heredia

Interjom México-España: "Una experiencia de vida"




C:\Users\alma\Pictures\espana-mexico-firman-acuerdo-seguridad_1_933398.jpgINTERJOM MÉXICO–ESPAÑA: UNA EXPERIENCIA DE VIDA

Somos docentes en formación Yesenia, Abril y Julio; estudiamos el último ciclo de la licenciatura en educación Primaria de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros en la Ciudad de México; nosotros podríamos compartirles inmensidad de vivencias de aprendizaje que hemos tenido aquí en Toledo; sin embargo nos enorgullece contarles un poco sobre nuestra experiencia docente en los colegios públicos que fuimos asignados, ya que a través de este artículo buscamos mostrar una panorámica y hacer una comparativa de la forma en que vivimos el intecambio con la Universidad de Castilla la Mancha. 
 
En cuanto llegamos a Toledo, fuimos asignados a los colegios Santa Teresa y Fábrica de Armas donde desarrollamos tres proyectos con un objetivo común: dar a conocer nuestra cultura y nuestro país. En un principio existían preguntas como ¿Qué ventajas tiene mostrar un país tan lejano a los niños? ¿Vale la pena perder tiempo? ¿Será realmente tiempo perdido? Dentro de una mente cerrada al cambio y a la tolerancia yo creo que las respuestas más comunes serían NINGUNA, NO Y SI; respectivamente, sin embargo para un maestro con visiones al progreso, no solo resulta enriquecedor, sino que da a sus niños la oportunidad de ser tolerante en un mundo en que (desafortunadamente) requerimos más que nunca de la tolerancia de las diferencias no solo étnicas y religiosas, sino de pensamiento y criterio, donde las diferencias se hacen más marcadas y las guerras mas grandes la guerra contra nuestro prójimo. Así que cada vez que me pregunten mis alumnos como son los españoles, no contestare que vestidos rojos con bolitas blancas, ni flamencos ni toreros, hablare de personas con cara y sentimientos con grandes ciudades, de castillos convertidos en hoteles, de muchas cosas más que me han sorprendido de haberlo visto.

En términos generales podríamos definir nuestra práctica docente como exitosa, aún y cuando los trabajos tenían diversos objetivos concretamos ideas en los niños encaminadas a destruir el estereotipo mexicano (en verdad, nachos, fajitas y burritos no son de México, sino de Estados Unidos y Texas), y resulto una experiencia gratificante dejar un pedacito de México en la mente de los niños a través de juegos, arte (música, arte plástica, teatro y danza) y manualidades.


La experiencia docente que vivimos de manera coincidente en el trabajo del colegio Santa Teresa y Fabrica de Armas, resulta ser la inclusión de niños con barreras de aprendizaje y las adecuaciones curriculares que tienen los niños que tienen cierto atraso escolar, ya que resulta interesante analizar parte de las situaciones que resultan ventajosas para los niños de España, tales como adaptar el currículo para ellos, contar con personal preparado para orientarlos; ya que en México no contamos con este tipo de condiciones dejando vulnerable a parte los niños que no cuentan con las capacidades necesarias para concretar su grado.

Nos ha sorprendido ver como el respeto hacia el maestro es la base fundamental en la educación española, el éxito de la educación depende de la confianza que se le tenga al docente respecto a su actuación en el aula. Y nos sorprende ya que actualmente el magisterio mexicano vive una de sus peores crisis. La sociedad culpa de todo a los maestros, los incluye en estereotipos tales como perezosos o grillos (liosos) esto ya que el magisterio es afectado por decisiones políticas que en nada se les pide opinión y no favorecen su actuar en las aulas, cabe recalcar que el sindicato de maestros mexicanos es actualmente el sindicato más grande de América latina, pero en ningún momento cumple con las expectativas de todos sus agremiados.

Otro aspecto que nos ha sorprendido mucho han sido las condiciones de trabajo con la que laboran los maestros en el aula, España cuanta con todo lo necesario para dar una estupenda clase con material interesante para los alumnos y muy útil, en México por su parte el docente tiene que trabajar con grupos de hasta 40 alumnos y al mismo tiempo debe de resolver problemas que van desde el trabajo en el aula o comisiones o trabajos extras que se solicitan, esto por supuesto sin descuidar al grupo a su cargo.

Es interesante observar todos estos aspectos, que al compararlos no nos sirven para hacer críticas a nuestro sistema educativo, sino para cumplir con unos de los propósitos de nuestro intercambio; llevar nuevas ideas a nuestro país para cambiar la educación desde la base medular, el salón de clases. En ningún momento nos avergonzamos antes bien mantenemos nuestro orgullo nacional y no nos causa pena contar las necesidades del pueblo al que pertenecemos, más bien damos pautas, para que no dejen de mantener el nivel que tienen y sigan luchando por no dejar abajo los problemas sino ser mas fuertes para solventarlos.

De la misma forma si tu eres maestro o lo vas a ser dentro de algunos años siéntete orgulloso de tu profesión y de lo que haces, y cumple con ella, representa al magisterio dignamente.

Te invitamos también a conocer nuestra ciudad, a inscribirte en los intercambios a otros países, comparte y amplia tu cultura, abre horizontes no solo a ti, sino a todos los niños que tendrás frente a ti, ávidos de preguntas.

sábado, 24 de marzo de 2012

JORNADAS CULTURALES 2012 FACULTAD DE EDUCACIÓN

Con motivo de la Jornada cultural que se celebrará el 28 de marzo en nuestra Facultad de Educación se realizará un conjunto de actividades invitando a todos los profesores y alumnos de nuestra Universidad y respectivas Facultades de Educación.
Dichos actos comenzarán con la conferencia que nos dará Pedro García Aguado, conductor del programa televisivo “Hermano Mayor” con la colaboración del sindicato FSIE-TO y titulado “Un viaje de aprendizaje ¿Qué les Digo?” orientado a los futuros docentes. Comenzará a las 10 de la mañana en el edificio –Envase de cartones- del campus de Toledo(Antigua Fábrica de Armas), Avda Carlos III s/n.



Continuará, a partir de las 12, con los actos programados titulados “Castilla-La Mancha en escena” podrá disfrutar de diversas actuaciones teatrales, bailes, refranes, chirigotas, platos gastronómicos… relacionados con nuestra región. Y a partir de las 16 horas representaciones musicales a cargo de nuestros alumnos.


Rogamos acojan con su apoyo y respaldo dichos actos, en el marco de la adquisición de las competencias artístico-culturales.
Un cordial saludo.
Dr. Julio César de Cisneros de Britto
Profesor de Sociología, Educación y Sociedad
Dpto. Filosofía. Área de Sociología
VICEDECANO DE ORDENACIÓN ACADÉMICA
FACULTAD DE EDUCACIÓN DE TOLEDO
juliocesar.cisneros@uclm.es Avda. Carlos III, s/n Fábrica de Armas, 45071-Toledo

viernes, 23 de marzo de 2012

Síndrome de Down: entrevista a una madre.

Para conocer sobre un tema determinado podemos aprender mediante la experiencia personal o mediante el testimonio de la experiencia de otras personas. Por este motivo, he querido realizar una entrevista y así enriquecernos aprendiendo del testimonio de otras personas.

El tema en el que he querido centrarme para el trabajo individual de la asignatura “Atención educativa a las dificultades de aprendizaje”, ha sido sobre los niños con Síndrome de Down. Como bien sabemos es una alteración genética producida por la presencia de un cromosoma extra en la pareja del cromosoma 21. Estos niños tienen un cierto grado de discapacidad intelectual y unas facciones que los caracterizan (ojos inclinados hacia arriba, cuello corto, manos y pies pequeños, baja tonicidad muscular, baja estatura en la niñez y adultez, etc.). Pero a pesar de todo esto, por lo general los niños con síndrome de Down pueden hacer la mayoría de las cosas que hace cualquier niño. Actualmente hay programas especiales a partir de la edad preescolar que ayudan a los niños con síndrome de Down a desarrollar destrezas en la mayor medida posible. Además de beneficiarse con la intervención temprana y la educación especial, muchos niños consiguen integrarse en clases para niños normales.

Por todo esto, la entrevista quise realizarla a una madre que tiene una hija con Síndrome de Down, para podernos informar y analizar cómo ha sido y sigue siendo su evolución a lo largo de estos años. Este tema, además, me interesa especialmente porque esta chica es familiar mía. Se llama Débora, tiene 17 años y es la quinta de seis hermanos.

A continuación os presento la entrevista realizada a Crescen, madre de Débora:




1. ¿Cuándo os enterasteis que Débora tendría Síndrome de Down?

Cuando nació.

2. ¿Cómo reaccionasteis cuando el médico os lo dijo?

Con sorpresa y preocupación porque nació con dos vueltas del cordón en el cuello y no sabíamos si tenía algún otro problema.

3. ¿Cuál fue la actitud de sus hermanos en los primeros años?

La normal ante el nacimiento de un hermano y con curiosidad por la estimulación temprana y la lentitud de algunos procesos como el de caminar (a los 18 meses).

4. ¿Cómo ha sido la relación con sus hermanos durante estos 17 años?

Yo diría que normal a nivel de convivencia, riñas,… Si es verdad que por parte de los mayores ha habido un poco más de proteccionismo y por parte del pequeño mayor rivalidad.

5. ¿Qué papel piensas que tienen los padres en el desarrollo de los niños con Síndrome de Down?

Los padres tienen un papel fundamental. Por un lado normalizando y por otro utilizando todos los recursos para que salgan adelante.

6. ¿Intentasteis buscar ayuda o apoyo en la familia, amigos, etc. o no os hizo falta?

La asociación se puso en contacto con nosotros en la maternidad y enseguida empezó su seguimiento y la estimulación temprana.


7. ¿Cómo fue su incorporación a la escuela?

Su incorporación fue normal, en infantil hay muy poca diferencia con los otros niños.

8. ¿Tuvo muchas dificultades para adaptarse?

La verdad es que no, porque ya había ido a la guardería y estaba acostumbrada.

9. ¿Cómo fue su desarrollo o evolución posterior en la escuela?

En los primeros años de primaria se empieza a notar el “escalón” que cada vez será más alto al ir madurando más lentamente, al principio más a nivel curricular y en el último ciclo también a nivel afectivo-social.

10. ¿Tuvo atención de profesorado especialista en Educación Infantil? ¿Y en Primaria?

En infantil tuvo dentro del aula y en primaria las sesiones semanales correspondientes de PT o AL fuera de clase.

11. ¿Cómo valoras el papel del profesorado especialista en esta etapa?

Siendo importante no es suficiente, sobre todo cuando cada curso se cambia de PT Y AL.

Cada uno tiene su metodología, el primer trimestre siempre es de adaptación y se pierde muchísimo tiempo así como la desorientación del niño que cada curso cambia de método de trabajo.

Hasta hoy no se ha conseguido ni la integración y mucho menos la normalización porque faltan muchos recursos tanto humanos como materiales.

12. ¿El paso al instituto supuso un cambio muy grande?

El problema se agrava porque la atención en clase por parte de los tutores y de los especialistas disminuye por ser clases muy numerosas (en algunas con problemas de disciplina), por falta de implicación de algunos profesores o porque no saben cómo afrontar la situación. Algunos piden ayuda pero otros no. En este caso los padres tenemos que ser “pesados” y estar presentes, desde casa o con visitas al centro para empujar constantemente y que no se pare el proceso educativo.

13. ¿Cuándo y por qué comenzó a asistir a la Asociación de Síndrome de Down de Toledo?

Como ya he dicho, desde el primer mes para iniciar la estimulación cuanto antes.

14. ¿Creéis que la Asociación de Síndrome de Down la ha ayudado a desarrollar sus capacidades y habilidades?

Totalmente porque los conocen desde pequeños, saben sus carencias y necesidades y como trabajarlas.

15. ¿Qué papel piensas que tiene la Asociación de Síndrome de Down en la atención a estos niños/as?

De orientación, de animación, de corrección, de agrupación y de ayuda a la familias y a los centros que se dejan asesorar por ellos para trabajar en común estando pendientes de su evolución.

16. ¿Piensas que habría recibido mejor atención educativa en un centro específico de educación especial?

No sé que responder.

Quizás sí.

Hay centros que tienen infinidad de recursos pero el contacto con el entorno escolar y social se pierde en cierto modo y faltaría ese contacto con la realidad.

17. ¿Crees que las administraciones educativas deberían tener más en cuenta la atención a los alumnos con necesidades educativas especiales?

Por supuesto.

18. ¿Qué aconsejarías o cómo animarías a los padres que tienen algún niño con Síndrome de Down?

Que nunca se desanimen, que busquen el apoyo de profesionales (asociaciones u otras entidades) que se den cuenta de que todos somos diferentes y tenemos capacidades distintas, que no se cansen de trabajar las más afectadas y que potencien las que más sobresalen y que nunca pongan límites.

María Soledad García del Pino Ramos (1ºA de Ed. Infantil)