martes, 18 de abril de 2017

Metodología Montessori


Las escuelas que  utilizan metodologías alternativas intentan poner en práctica sistemas con un cierto nivel de innovación que tratan de ofrecer soluciones a las supuestas insuficiencias o áreas consideradas mejorables de los sistemas educativos «oficiales» o «tradicionales». Dentro de este tipo de centros educativos se encuentran los colegios Montessori.

Las escuelas Montessori deben su nombre a Marie Montessori (1870-1952), fue una pedagoga italiana que renovó la enseñanza desarrollando un particular método, el cual tuvo una primera aplicación en la escuelas primarias de Italia, y más tarde se extendieron a prácticamente a todo el mundo.

Fue una pedagoga que inició, a principios de siglo, una gran reforma del sistema educativo, tratando de asentarlo sobre principios liberadores para el niño.

Esta metodología permite al niño desarrollar todas sus potencialidades como ser humano, mediante la interacción con el ambiente que les rodea, a través de los sentidos, y en un clima lleno de afecto y respeto, el alumno tiene la posibilidad de seguir un proceso individual de aprendizaje guiado por los maestros. Se basa en un aprendizaje independiente y los estudiantes tienen la oportunidad de buscar y elegir ideas y temas que les pueda interesar aprender.  

El maestro es un observador y un guía; ayuda y estimula al niño en todos sus esfuerzos. Le permite actuar, querer y pensar por sí mismo, ayudándolo a desarrollar confianza y disciplina interior, y no interviene a menos que el estudiante lo requiera. En las aulas hay alumnos de todas las edades.

«Nadie puede ser libre a menos que sea independiente; por lo tanto, las primeras manifestaciones activas de libertad individual del niño deben ser guiadas de tal manera que a través de esa actividad el niño pueda estar en condiciones para llegar a la independencia» María Montessori

Sarah Ana Dahux Ahssain 
2ºB Primaria



¿Y TÚ CÓMO REACCIONARÍAS?


Es evidente que en pleno siglo XXI la sociedad ha dado un avance 'relativamente' positivo en cuanto a la contratación de personas con discapacidad en el ámbito laboral, ya sea en empresas, administraciones públicas u organizaciones. Digo relativamente porque en nuestra sociedad siguen latentes una diversidad de prejuicios acerca de estas personas que impiden su realización personal tanto a nivel social como laboral.

Frases como "Las personas con discapacidad tienen un bajo rendimiento laboral, son poco productivos"; "El entorno de mi empresa puede ser peligroso para una persona con discapacidad"; "Tengo dudas de que el resto del personal acepte e incluya a las personas con discapacidad" entre otras muchas, están inmersas en la sociedad dificultando la inclusión de estas personas al mundo laboral.

Una gran mayoría de la población se ha enfrentado o se enfrentará, alguna vez, a una entrevista de trabajo. Este tipo de pruebas suelen ser determinantes y decidir si estamos capacitados para desempeñar el puesto de trabajo solicitado. En el siguiente vídeo podemos ver un ejemplo de ello. 



En el experimento social se aprecia claramente cómo reaccionan algunos sujetos ante la presencia de Pablo Pineda como jefe de contratación. Esto demuestra que los prejuicios hacia este tipo de personas siguen abordando a una sociedad que avanza tecnológicamente a pasos agigantados pero no tan rápido en la inclusión social.

Por otro lado, es más que evidente, que alguien como Pablo Pineda está igual o más capacitado que el resto de aspirantes para ejercer cualquier puesto laboral. Por tanto, es tarea de todos extinguir dichos prejuicios de una sociedad que presume de educación y civismo abriendo camino a la diversidad.
            
Ilustración 1.
Pablo Pineda, primera persona con síndrome de Down en obtener un título universitario.
 Diplomado en Magisterio y profesor de Educación Especial.

Laura Corps Ricardo
1º Educación Infantil

La discapacidad no es un problema

Voy a publicar el articulo del hermano de uno de mis mejores amigos, se llama David y sufre discapacidad; encantado ha escrito acerca de la relación que tiene con sus hermanos y de como lo tratan en casa. 

"Compartir, jugar, negociar, ceder, tener paciencia, discutir, pelear y reconciliarse… Así es la relación entre hermanos, un continuo aprendizaje. Pero ¿Qué pasa si uno de ellos es discapacitado? Muchas personas valoran positivamente haberse criado con un hermano con necesidades especiales, les ha hecho personas más sensibles y maduras porque han tenido que trabajar más su autonomía. Se convierten en niños independientes con un grado de madurez y responsabilidad que no es propio de su edad.

Cuando son muy pequeños no ven mucho problema en la discapacidad, simplemente piensan que su hermano es así; cuando van creciendo, a menudo sienten la culpa de que ellos pueden disfrutar del mundo y el hermano no; de adultos, la mayoría siguen implicados en la vida de su hermano, responsabilizándose de él a medida que los padres no pueden hacerse cargo.

En la familia el estrés, la forma de organizarse, comunicarse o ayudarse facilita o dificulta la adaptación de los hermanos. Implica llevar una vida familiar diferente. La relación se basa en el afecto y en las ganas de estar juntos, no en la obligación de cuidar del otro. No es fácil entender el vínculo que une a estos hermanos si no se vive esta situación, por otra parte los padres tendrán que aprender a tratar a todos sus hijos por igual sin tener en cuenta la discapacidad.

Las condiciones que influyen en los hermanos son: por una parte el grado y el tipo de discapacidad y por otra el orden de nacimiento; no es lo mismo estar esperando que nazca un hermano y que tenga unas necesidades especiales, es decir distinto de lo esperado, que nacer con el hermano con necesidades especiales ya en casa, pues en ese caso sus diferencias forman parte de la normalidad en la que uno crece.

Para mis hermanos es algo natural hablar de discapacidad porque yo ya estaba en casa cuando ellos nacieron. La diferencia de edad entre nosotros no es muy grande, esto también favorece que hayamos compartido juegos, que muchas veces sus amigos hayan sido también los míos, bueno eso depende mucho de la educación y la explicación que en su casa les hayan dado sobre el tema. Por eso en alguna ocasión mis hermanos han tenido que responder a preguntas como ¿Qué le pasa a tu hermano? ¿Por qué no anda? ¿Por qué habla raro? Ellos suelen ponerse en plan protector, a veces a la defensiva tratando de explicar que no puede andar pero que para eso tengo mi silla de ruedas (más de una vez los he dejado boquiabiertos haciendo carreras con derrapes incluidos) y que sí, hablo raro pero poniendo atención no soy tan difícil de atender.

Está comprobado que los hermanos tienen tendencia a ser defensores, mientras que si son hermanas suelen adoptar el papel de cuidadoras. Como no tengo hermanas que hagan este papel, son ellos los que ayudan a mi madre cuando les faltan las fuerzas. Me gusta cuando Antonio me levanta de la silla como si fuese una pluma, sin esfuerzo por su parte, casi al metro ochenta sobre el suelo. Pronto también lo hará Carlos que crece por momentos, pero por ahora compartimos juegos en el ordenador, porque Carlos es el mejor comentarista, me retransmite el Farming Simulator como si lo estuviese viviendo, no para de hablar.

Ellos son mis compañeros de juego, suelo pensar que he pasado por tres edades del pavo; la mía propia y la de mis dos hermanos porque he tenido que vivir sus cambios de humor, sus manías, y sus rebeldías, pero sin dudarlo lo mejor que me ha pasado es formar parte de una familia numerosa." 

Raquel Yugo Aranda
1 Educación Infantil.

La voz de la experiencia

Mi aportación para la revista es una entrevista realizada a una maestra de Infantil sobre la relación familia-escuela. Soy Mónica Rodríguez de Segundo de Magisterio de Educación Infantil.


"La voz de la experiencia"

1.      ¿Desde  cuándo sabía cuál iba a ser su profesión?
Desde muy pequeña sentí que mi vocación era la de ser maestra, y más concretamente, maestra de infantil.
Siempre he sentido que mi vida la dedicaría a hacer el bien a los demás y que entre los más débiles, los niños ocupaban un lugar privilegiado. Este sentimiento, se vio reforzado, cuando un día escuché una de las frases más bonitas que nunca había oído y que en cierta ocasión brotó de los labios de Jesús de Nazaret:
-"Dejad que los niños se acerquen a mí"
Supe desde aquel instante que Dios me llamaba, a cuidar con  sencillez de esas almas inocentes.

2.      ¿Esta profesión, ha cubierto  sus expectativas?
Sí, y con creces; para mí, no hay nada más satisfactorio que ir al cole y recibir a todos los niños y niñas de infantil; sí a todos sin excepción, porque cada mañana, desde hace siete años, me encargo de abrir la puerta de acceso al patio donde forman filas, antes de entrar a las aulas. Creo que un don que Dios me ha dado es ser capaz de aprenderme los nombres de los aproximadamente 130  niños de infantil, y tener siempre una sonrisa y  dedicarles un saludo cariñoso para todos o palabras amables con aquellos que lo necesitan e ir saludando  de forma individual a los que llegan, cuando el grueso del grupo ya está  dentro del recinto escolar, y por qué no decirlo, llevar en brazos a alguno, de los más pequeños, cuando  no quiere separarse de su mamá, de su papá  o de sus entregados abuelos.
¡Ay, los niños!, cuando cursé los estudios de, por aquel entonces, la especialidad de Preescolar, con mucho esfuerzo y dedicación, mi lema era "todo esfuerzo tiene su recompensa", por circunstancias, me preparé las oposiciones diez años después, y tras otros diez años, consigo la plaza como funcionaria.

3.      ¿Es necesario que exista relación entre la familia y la escuela?
Por supuesto y como anécdota diré que por fin mi sueño se ve cumplido, pero no había caído en la cuenta de que los pequeños tienen familia y hay que estar en constante contacto con ellas y más cuando se trata de la etapa de Educación Infantil.

4.      ¿Cree que ha cambiado la relación familia- escuela  que existía cuando usted cursaba E.G.B., con respecto a la que actualmente se mantiene con las familias de los alumnos?
Creo que el cambio ha sido radical, o al menos esa es la percepción que tengo.  En aquella época la  comunicación era escasa. Mis padres tenían plena confianza en la maestra, porque hace más de cuarenta años era así.
 Tan solo recuerdo un par de ocasiones en las que mi familia se reunió con la tutora; una de ellas,  cursando segundo de  E.G.B.  mi padre fue a hablar con Doña Nati  mientras estábamos en clase y me acuerdo  porque, aún siendo tan pequeña, la maestra me regañó una vez que mi padre se hubo marchado, pues al enseñarle  mis cuadernos,  comprobó que no tenía terminada ni una sola ficha del libro. La otra ocasión tuvo lugar un año después, siendo mi tutora Doña María. Esta vez también estábamos en clase y no puedo olvidar la expresión del  rostro de mi padre, cuando vio que me habían puesto al final, separada del resto de mis compañeros.

Tampoco me viene a la memoria que las familias colaborarán en algún evento como fiesta de carnaval, festival de fin de curso, de navidad, excursiones... y podría afirmar que estas actividades, eran poco  habituales.

El contacto a la entrada o salida del colegio u otro modo de intercambio de información apenas se producía.
Tal y como he apuntado al principio, esta es la percepción que tengo,  pero no sé si se corresponde con la realidad.

5.      ¿Cómo ha sido su relación con las familias?
En general ha sido bastante cordial, aunque también ha habido algunas situaciones desagradables, que afortunadamente se han solucionado de forma satisfactoria.
Si bien es cierto, y la experiencia así me lo ha demostrado, que cuando ha habido un mal entendido con las familias, o como en cierta ocasión en la que no actué de forma correcta, es necesario ser lo suficientemente humilde, rectificar y pedir perdón.

6.      ¿Se ha encontrado alguna vez con familias que desconocían el idioma?
A lo largo de mi trabajo como maestra, siempre me he encontrado con  ese tipo de situaciones. Los diferentes colegios por los que he pasado,  pertenecen a la zona de la Sagra, y el porcentaje de inmigrantes es elevado.  

7.      Ante esta situación de desconocimiento del idioma por parte de las familias ¿Cuáles son las vías que han empleado por ambas partes, para comunicarse? 
Por regla general, los familiares, normalmente las madres de los alumnos, recurren a alguna amiga, que tenga un buen conocimiento del idioma y que haga de intérprete, aunque otras veces, es el padre del alumno  o los hermanos y hermanas mayores  quienes hablan conmigo. Resulta curioso que en el caso de las familias marroquíes, la madre apenas entiende el idioma, y el progenitor masculino y los hijos si lo hagan.
Si soy yo quien se tiene que comunicar con ellas, también recurro a alguna persona que haga de intérprete.

8.      ¿Podría citar las distintas formas con  las  que se relaciona con las familias?
Entre los distintos modos de comunicarse con las familias están la entrevista inicial, cuestionarios, reuniones generales, informes individuales, diarios y agendas personales, circulares, folletos, carteles, etc…

9.      ¿Pide  colaboración a los padres?
Sí, siempre que  lo necesito, por ejemplo  para recabar información sobre algún tema; ayudar a sus hijos con la lectoescritura y la lógico-matemática; preparar disfraces para el festival de Navidad, Carnaval, fin de curso;  ir a alguna excursión; contar algún cuento; informarnos sobre su profesión; preparar alguna comida típica de su país en el tema de la interculturalidad; y cuando se pide  a algún abuelo o abuela que nos cuente cómo vivieron su infancia y adolescencia; en general en cualquier momento en el que solicito su ayuda, siempre se brindan a ayudar.

1        De  las distintas formas de relación con las familias que ha citado, ¿Cuál es su preferida?
El contacto informal diario porque la información que doy a las familias o la que recibo de ellas es muy concreta y clara, dos características fundamentales para el beneficio del niño.
Otro modo de relación que por su inmediatez me resulta bastante práctica es la que mantengo con los padres a través del Whatssap.

1.      Para finalizar ¿Podría comentarnos la conclusión que  ha sacado con relación a la familia- escuela?
Si la familia y la escuela tienen un objetivo común,  que es el desarrollo integral del niño, es lógico que  se relacionen y colaboren, utilizando todos los  medios que hay puestos a su disposición para conseguirlo.   

LA VIDA DESDE MI SILLA DE RUEDAS

Comparto con los seguidores de El Recreo la experiencia personal de un chico que sufre discapacidad, el cual publica cada dos meses algo personal, la revista se llama La Partida de Camuñas.

Me quedo mirando el calendario, ese que hay colgado en la pared de la cocina, tiene los números grandes con espacios suficientes para llenarlo de notas, no nos vale cualquier calendario se podría decir que durante los próximos doce meses va a ser el diario de mi casa.

Se coloca todos los años el 1 de Enero a primera hora de la mañana, no antes, da mala suerte si lo cambias antes de que el ultimo día haya terminado, hay que apurar los años hasta el final. Luego guardamos el viejo junto a los demás, creo que son veinte, desde el año 1995.

Es muy curioso echar un vistazo de vez en cuando. Encuentras días con vacunas, bodas, vacaciones, reuniones de colegio. Los días con un gran círculo son los cumpleaños y los que tienen una X son citas para el médico.

Me llama la atención la X del  16 de Septiembre, es para mí, pone rehabilitador  y más abajo toxina butolítica… ¿Ya han pasado cinco meses? No puedo evitar acordarme de lo que duelen los dichosos pinchazos por mucho que la doctora me eche el Fu-Fu (curioso nombre que mi madre le ha puesto a la anestesia local en spray)

Sobre la toxina butolítica decir que os sonara más como Botox y que además de quitar arrugas a los famosillos se utiliza en medicina como relajante muscular que inyectado directamente en los músculos hace que estos recuperen parte de su movilidad. Sus efectos beneficiosos aparecen a las dos semanas de la infiltración y la duración del efecto dura de tres a cinco meses. Los efectos secundarios son pocos y transitorios dependiendo del musculo al que se inyecte la toxina.

Esta recomendado para las personas que sufren espasticidad o lo que es lo mismo músculos tensos y rígidos que generalmente se deben a una alteración del sistema nervioso central que provoca un aumento del tono muscular o rigidez, dificultando total o parcialmente el movimiento de los músculos afectados.

La espasticidad no se cura se trata, se intenta atenuar y prevenir males mayores como las contracturas fijas o malformaciones de los huesos con la fisioterapia,  la cual es imprescindible en la vida de una persona con discapacidad física.

Ha llegado el día X,  es peor pensarlo que pasarlo. Como siempre me llevo a mi abuelo, estoy convencido que estando él cerca me duele menos. En la sala de espera me habla de tractores y de campo, me gusta escucharle y se me olvida que estoy en un hospital y que pronto va a salir mi nombre en la pantalla, esa que tienes que estar muy atento porque refleja el sol y parece que este apagada.

Una vez dentro de la consulta mi madre se adelanta y le dice a la doctora que me eche el Fu-Fu antes de pinchar (por si acaso se le olvida) y no sé como pero la entiende. Ya sé porque se llama anestésico local, la sensación es la misma que si meto la mano al congelador, ahora el pinchazo es lo de menos.

Ya en casa una buena siesta, un masaje y como nuevo.
La próxima vez habrá que apuntarlo en el nuevo calendario del 2017, la cita del 16 de Septiembre ya es historia!!


MARÍA ROMERO PRIVADO
1º CURSO MAGISTERIO INFANTIL

BBmiradas

En este aporte para la revista, quiero tratar como estudiante de Magisterio un tema que a día de hoy sigue siendo una incógnita para el campo de las necesidades educativas especiales en lo referente al Trastorno del Espectro Autista (TEA).

El autismo continúa siendo una problemática que tiene multitud de flancos abiertos por resolver en cuanto a sus causas, su posible curación y, sobre todo, su detección. Los padres de niños con TEA pasan un verdadero calvario hasta que consiguen que sus hijos sean diagnosticados correctamente, y, por ende, hasta que consiguen las ayudas y apoyos necesarios para normalizar al máximo posible su vida diaria. La detección precoz sigue siendo una asignatura pendiente para las comunidades educativa y sanitaria, ya que, debido al grado de desconocimiento de este trastorno que merma las habilidades sociales de los afectados, no se sabe con certeza si un diagnóstico temprano ayudaría a mejorar la calidad de vida de las personas con autismo y de sus familias.

Para ello, desde la Asociación de Autismo de Burgos, en conjunción con el Hospital Universitario de Burgos, se ha puesto en marcha un proyecto llamado Bbmiradas que tiene como objetivo analizar la mirada de los niños entre dos meses y tres años como el instrumento social indispensable que caracteriza el TEA por un uso distinto al habitual del mismo.

Con la tecnología de reconocimiento de vista y análisis de focalización de la atención visual, este método pretende arrojar un poco de luz al asunto, a fin de poder esclarecer la investigación en los próximos años para ayudar a mejorar la detección precoz.

Antonio Pérez Mora.

¿Qué queremos, una educación para la sociedad, o una sociedad para la educación?

El otro día me venía a la mente una pregunta, y era : ¿qué queremos, una educación para la sociedad, o una sociedad para la educación?

Y daba vueltas a la cabeza y pensaba que, si, bueno, viendo como evolucionamos, y como se hace presente el tema de la educación en los medios de comunicación, es inevitable no hablar de una sociedad para la educación, pero, por qué no nos educamos para ser sociables.

No es que busque una sociedad perfecta, pues sería una utopía, pero quiero hacer ver el valor de una buena educación, que nos sirva para educarnos en valores y en contenidos, llegando a un día de mañana en el que la educación alcance el valor que se merece, siendo en valores o en contenidos como he comentado hace un momento.

Se puede hacer hincapié en la gente que no podía ir a su escuela, esa gente que no podía tener el gusto de ir al colegio, y poder educarse en contenidos, pero si podía, por mérito de su familia, educarse en valores. Esa gente mayor, esos abuelos que educaron en su infancia los valores, esos valores resididos en el seno de una familia humilde, que no por su ausencia de colegio perdieron la educación. !No¡, ni mucho menos, pues ellos nos dan una lección de humildad, cuando al cruzarte con ellos por la calle te brindan una sonrisa, o te saludan con un feliz buenos días, y no reniegan de socializarse.

Pues bien, aquí acabo con una pregunta bien distinta, pero también parecida a la primera: ¿Una educación socializada o una sociedad educada?
Yo elijo AMBAS
Autor: Ignacio Meneses García de Blas 
Curso: 2ºB Magisterio Primaria

Una tarjeta roja para cierta educación


Reflexionemos hoy, si les parece, sobre deporte y educación. Y es que es curioso cómo la violencia acompaña, en este caso al fútbol,  cuando en realidad su propia esencia comulga de todo lo contrario. No es la primera vez que algo tan deplorable salpica uno de los deportes más importantes de nuestro país, ni por desgracia la última, dejando en evidencia cada uno de los valores que hace grande una competición entre dos equipos.

Se ha hablado mucho sobre el último altercado ocurrido el pasado mes de marzo durante el partido entre los equipos infantiles del Alaró y del Collerense en Mallorca. Se ha condenado de mil formas la batalla, esta es la expresión más adecuada, que mantuvieron numerosos asistentes al encuentro y que ha obligado a ambos clubes a disculparse por tan bochornoso y vergonzoso acto, pero nos falta lo más importante: ¿se habrán disculpado los protagonistas ante sus hijos? Espero que sí, porque al fin y al cabo se trata de eso: de retractarse de semejante muestra de lo que no es educación.

Si ustedes han podido tener acceso a las imágenes, nada recomendables, puesto que dejan la condición humana reducida a cenizas, pero necesarias si desean ver un ejemplo de lo que no hay que hacer bajo ningún concepto, podrán apreciar con total claridad a varios padres de niños de 12 y 13 años repartiendo a diestro y siniestro, olvidándose de que su hijos estaban presentes y que están siendo espectadores de tan patético espectáculo.

Celebremos que la cosa no pasó a mayores, y lo digo porque pocos días después, en Buenos Aires, tuvo lugar una pelea entre dos equipos de fútbol /sala de jugadores de 16 años en la que un tío de uno de los chavales golpeó al entrenador del equipo rival provocándole un coma que causaría su muerte 4 días después. Este triste hecho refleja la magnitud del problema de la violencia en el mundo del fútbol y en la sociedad en general, cómo niños y adolescentes de todo el mundo beben de una educación exenta de los valores más esenciales.

Aunque no debiera hacer falta mencionarlo, es de eso de lo que estamos hablando: de la educación que estamos inculcando a los más jóvenes, de los ejemplos que damos los adultos con nuestros actos,  y de la forma en la que proyectarán esas vivencias en el futuro. Ser un buen espejo es algo implícito en la educación de cualquier ciudadano, e insisto porque aquí, parte de la “tribu”, en palabras de Marina, no se entera de que el acto de educar atañe a toda la sociedad, y que ese ejemplo es el principio básico del proceso.

Si todavía hay quien duda del  nefasto y contraproducente impacto educativo de este tipo de conductas, hagan por un momento memoria e imagínense cualquier actividad deportiva (o lúdica) que practicaban de niños, ¿cómo se sentirían si viesen a su padre liarse a puñetazo limpio por una discrepancia pueril en un deporte que debiera servir precisamente para lo contrario: fomentar valores como el respeto, el trabajo en equipo…? ¿Cómo se sentirían si por ello acabara malherido? ¿Imaginan el terror que hubieran sentido? ¿Y las sensaciones antes de acudir a la cita del siguiente fin de semana? Y esto pueden trasladarlo a cualquier aspecto de la vida, no sólo al fútbol y al deporte.

Hay valores tan importantes que pueden potenciarse a través del deporte, valores que una persona nunca olvida y que son dignos de poder ser inculcados a nuestros hijos, que me cuesta creer que se desvíe la atención, llegando a las manos, hacia si ha sido o no fuera de juego.

Además del compañerismo y del trabajo en equipo, el deporte debiera servir como herramienta educativa en aspectos tan importantes como la constancia, que enseña que los éxitos se consiguen con una sucesión de pequeñas victorias cada día que pasa; el respeto por la figura del entrenador, entre otros,  que dedica sus esfuerzos a convertirte en una persona mejor; o la amistad que se forja por compartir momentos felices unas veces y amargos en otros. Si eso no significa nada para ustedes, ¿en qué están pensando cuando hablan de educación?

Porque no me cansaré de repetirlo: aquella es la base en la que se asienta todo lo demás. Y es que la simple adquisición de conocimientos no tiene sentido si no hablamos de valores, que son los que permiten que una persona se forje como tal: la honestidad, el respeto, la colaboración mutua o la misma resiliencia, por citar algunos.  Actuaciones como las que comentamos son la antítesis de lo que defendemos.

Déjenme citar a Francisco José Ramo Usón, Presidente del Comité Aragonés de Árbitros de Fútbol,  que en una entrevista para este mismo diario y en referencia al suceso ocurrido en Mallorca, dijo: “Además de entrenar niños, habría que entrenar padres”. Esa frase resume en parte  lo que quiero transmitir en este artículo.

Que de una vez por todas nos sirva de ejemplo lo ocurrido, que en nuestro día a día no volvamos a olvidarnos hasta que otra vez los medios consideren noticiables semejantes conductas: somos el faro de toda una generación a la que, si no indicamos bien el camino, haremos encallar en el deporte y, por supuesto, en la vida.

¿Nos enteramos?

Miguel Ángel Heredia García

Presidente de Fundación Piquer

Importancia de la escuela inclusiva


Este modelo de escuela integradora es muy reciente, y sus autores más representativos (Stainback, S. y Stainback, W, 1992) lo consideran como una evolución del concepto de integración.
La aparición del concepto de "inclusión" está relacionada con el hecho de que aún no se ha dado la total integración de las personas con necesidades educativas especiales. En algunas ocasiones aún existen niños en escuelas de educación especial, y en otras los niños integrados no lo están plenamente. La inclusión, por tanto, supone la integración total. Pero, para que se dé una integración total es necesario modificar las comunidades, no sólo las escolares, sino toda la sociedad en general. Los autores que trabajan en esta línea manifiestan que se ha dado una integración escolar, pero que ésta no es suficiente, es necesario normalizar toda la sociedad.
La comunidad entera debe prestar atención a la diversidad. Por ello se hace necesario transformar la sociedad, ya que sólo cuando ésta sea una verdadera sociedad de iguales, entonces se habrá conseguido laintegración.
Al final de la historia se podrá encontrar con la autoridad de las ciertas especies del mapamundi de la nacionalidad Española.
Para transformar la sociedad, primero es necesario transformar el aula. Sin embargo, hasta ahora la aplicación del concepto de integración no parece haber transformado totalmente el aula. En muchas ocasiones la integración se ha quedado en una integración física, sin que exista una verdadera integración social. Por eso, para que haya un verdadero cambio es preciso transformar el aula de integración en un aula de inclusión. La integración supone meter dentro a alguien que había estado segregado. En el concepto de inclusión esto no es posible, ya que nadie antes debe haber sido segregado. Por esto, en las aulas ya no se debe hablar de alumnos de integración, de otro modo el concepto de integración acaba convirtiéndose también en una etiqueta más.
Es desde la escuela que se ha de conseguir la transformación de la sociedad. Aquí, los niños empezarán a comprender que todos somos iguales dentro de nuestras diferencias. Para ello lo más adecuado es organizar las clases de manera heterogénea, sin que existan diferencias, ni entre los alumnos, ni tampoco entre los alumnos y los profesores. Se debe valorar la diversidad como algo positivo, como algo que ayuda a mejorar el aprendizaje.
Como hemos señalado anteriormente, el concepto de escuela inclusiva se puede entender o interpretar como una superación del concepto de integración. El germen de este concepto lo encontramos en Estados Unidos, con la expresión «ambiente menos restrictivo" que defiende el derecho de los escolares a una educación gratuita en el ambiente lo menos segregador posible.
Existen varias denominaciones que pueden producir ambigüedad respecto al concepto que nos ocupa sin embargo son altamente esclarecedoras. León Guerrero (1998:49), aporta diferentes expresiones terminológicas de análoga significación tales como «inclusión total» «escuela Inclusiva», «integración total» y «unificación de sistemas». Incluir implica ser parte de algo, forma parte de un todo.
Preferimos el término «escuela inclusiva» porque atribuye a la escuela la obligación de dar respuesta al derecho de los alumnos a recibir educación no segregadora. O'Hanlon (1 993: 10) subraya esta misma idea cuando manifiesta que parece que la palabra «integración», está ahora siendo reemplazada por términos tales como "educación inclusiva" "participación incrementada" en la escuela, las cuales sugieren… un aumento del énfasis en el proceso y no en el resultado. «Educación Inclusiva» se está usando ahora para referirse a formas de educación que se organizan incluyendo provisión para las necesidades especiales; esta fase resalta la implicación de que la integración ocurre después de una previa segregación.
La selección del término coincide con la de otros autores que lo consideran necesario porque entienden que la integración total de las personas con necesidades educativas especiales no se ha logrado todavía. Por tanto, la inclusión supone la integración total e incluye el concepto y contenidos de las restantes expresiones terminológicas. Una matización a subrayar en este concepto es la idea de que no se trata tanto de un conjunto de acciones como una actitud o sistema de creencias ante la educación.
Es preciso pues crear los medios y espacios para que en los profesionales se desarrollen estas actitudes positivas respecto a la inclusión de un alumno en aulas ordinarias sin hacer distinción de sus características, mucho menos de sus discapacidades o de sus competencias académicas. No se trata pues de una forma de integración en donde el tiempo escolar está compartido en aulas de distinta naturaleza o características sino que en el aula ordinaria recibirán los escolares la atención educativa incorporando las ayudas específicas y apoyos especializados. 

María Villarreal Villarreal
1º De Magisterio de Infantil

viernes, 7 de abril de 2017

Nuestra meta debe de ser la inclusión

En nuestra sociedad conviven todo tipo de personas, habiendo una diversidad de género, edad, estilos de aprendizaje, diferencias intelectuales, dificultades de aprendizaje, situaciones de ambientes desfavorecidos, minorías étnicas y culturales, grupos de riesgo, discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales, etc.

Todo esto es una cosa en la que nos solemos basar para juzgarlas y etiquetarlas lo que hace que se excluya o segregue a las personas diferentes, sobre todo a las que tienen diversidad funcional. Tener una diversidad funcional no significa que sea más tonto que el resto sino que sus capacidades son diferentes a las que tienen los demás.

Actualmente todos estamos concienciados y dispuestos a integrar a las personas con algún tipo de diversidad funcional pero eso no es suficiente ni correcto debido a que aunque los integremos serán un grupo diferente de personas dentro de la sociedad la cual los acepta con esas dificultades mientras que si las incluimos en la sociedad no serán un grupo en la sociedad sino una persona como cualquier otra sin diversidades funcionales de la sociedad.


A lo largo de mi vida me he dado cuenta que no solo se ha excluido o segregado a las personas con diversidades funcionales sino que en algunas ocasiones también lo ha hecho con las personas que estaban con ellos, es decir, a las que jugaban con ellos o les ayudaban. Es una cosa que por desgracia he vivido y me parece muy triste y cruel.

Por todo esto creo que es muy importante que eduquemos a los niños desde un punto de vista basado en la igualdad y sin prejuicios hacia las personas, porque hacer lo contrario lo único que puede generar es una exclusión hacia esa persona con diversidades funcionales teniendo como consecuencia que esa persona tenga una baja autoestima. Si esto sucede nunca vamos a saber cómo se siente la persona que esta excluida, nos lo podemos imaginar pero no saberlo y es bastante deprimente sentir que estás solo y que nadie te acepta puesto que te juzga por cómo eres y lo que haces y no por quien eres.

Yo por desgracia he de decir que sé cómo se sienten ya que por estar, ayudar y jugar con personas que tenían diversidades funcionales mis compañeros de clases me dejaron de lado en diversas ocasiones; pero llegué al punto en el que eso me dio igual ya que esas personas, las cuales no eran tan diferentes al resto, me aportaban una felicidad y unos valores que los que eran "normales" no me aportaron.

"Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal no será necesario hablar de inclusión sino de convivencia"

Lara Pelado Mesa