viernes, 9 de abril de 2021

CONECTAMOS – APRENDEMOS – EDUCAMOS

Hace unas semanas tuve el placer de conocer a dos docentes toledanos, impulsores de un proyecto de educación que tiene la neurociencia como base. La neuroeducación es una disciplina que estudia cómo aprende nuestro cerebro, es decir, el funcionamiento de este órgano durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. 
  

Pedro Alarcón e Ismael El Shafi, comenzaron a informarse y estudiar sobre neurociencia y su relación con el ámbito de la educación, acto seguido, tuvieron la brillante idea de recoger aquellas actuaciones de éxito basadas en esta disciplina que tenían lugar en sus aulas. Esta pareja de maestros entiende la educación como una conexión entre emoción y cognición. Por ello el proyecto recibió el nombre 'Conecducamos'.  

Ismael y Pedro sostienen que, para conseguir un aprendizaje significativo, es necesario que la figura docente sea capaz de conectar el aprendizaje con las emociones partiendo siempre de lo que el alumnado conoce a la hora de explicar nuevos conceptos, mostrando la utilidad de estos, elogiando a los educandos con frecuencia y mirando de forma afectiva a nuestros alumnos y nuestras alumnas cuando sea preciso, entre otros; son algunas de las claves de la relación entre la pedagogía y la neurociencia.  

Las emociones, según ha demostrado la neurociencia en diversos estudios, son imprescindibles en la razón humana, así como en la toma de decisiones. Además, sustentan la curiosidad y la atención, necesarias ambas para hacer efectivos los procesos de aprendizaje. Puesto que 'sin emoción no hay pensamientos bien ensamblados y coherentes, ni decisiones acertadas' (Francisco Mora), es imprescindible que cada clase sea una amalgama de emociones para nuestro alumnado, siendo esto posible una vez la figura docente conozca las fortalezas del grupo. Para adquirir la completa atención de los educandos es necesario romper con la monotonía, plantear lecciones desde una perspectiva innovadora y nueva para el alumnado, partir siempre de lo que ya conocen, etc., despertando así en el estudiantado ese deseo insaciable por saber más sobre un tema conocido comúnmente como curiosidad.  

Por otro lado, la mirada afectiva del docente es un aspecto relevante, pues muchas veces una mirada es capaz de transmitir más que el propio lenguaje. Por esto, hay que destacar la importancia de la comunicación no verbal, y en términos de neuroeducación el papel de las neuronas espejo. Estas nos permiten realizar un aprendizaje sutil, es decir, sin ser conscientes de ello. Su principal función es hacer un escáner cerebral sobre lo que pasa o lo que puede pasar y preparar una respuesta por imitación. 

En conclusión, son muchas las actuaciones que se pueden llevar a cabo en el aula para lograr un aprendizaje significativo del alumnado, y como docentes en continua formación, es nuestra labor conocerlas y aplicarlas.  

A día de hoy, Pedro Alarcón Gómez e Ismael El Shafi Rodríguez han lanzado su primer libro "Conecducamos: donde neurociencia y pedagogía conectan"; una lectura que incluye información sobre neurociencia y su conexión con la ciencia de la educación, además de diversas claves y algunas acciones de éxito que tu como docente podrías poner en práctica en tus propias clases.   

Alejandro Esteban Perales
Estudiante de Grado de Maestro en Educación Primaria - UCLM, Toledo. 
Alejandro.Esteban2@alu.uclm.es

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