Desde hace poco más de una década nuestra sociedad y las nuevas generaciones han empezado a crecer con las nuevas tecnologías desde muy pequeños. Pero ¿qué impacto tiene esto, frente a la manera de relacionarnos como seres humanos? ¿De verdad valen la pena los beneficios que nos aportan las nuevas tecnologías si no sabemos hacer un uso correcto de ellas? A continuación veremos algunas cuestiones planteadas.
Bajo mi punto de vista y mi experiencia, pienso que las TIC nos pueden ayudar en muchísimos sentidos y que nos facilitan muchos aspectos de la vida cotidiana, desde pagar con el móvil cuando no tienes dinero encima, buscar cualquier información relacionada con lo que sea en cualquier momento, mantenerte en contacto con algún familiar o amigo lejano etc. Pero creo que desde mi perspectiva, debemos tener en cuenta que en muchas ocasiones, las TIC absorben gran parte de nuestra vida, sobre todo me refiero a mi generación, ya que hemos crecido con estos aparatos que nos han facilitado la vida en cierta medida, pero sin embargo, nos han quitado otra parte de nuestra vida que ya nadie nos devolverá, y me refiero a todas esas horas que te pasas con el móvil o cualquier otro dispositivo simplemente haciendo scrolling en la pantalla, viendo millones de vídeos y relativamente perdiendo el tiempo viendo la perfecta vida que aparentemente tienen los demás en Instagram o en Tik Tok por ejemplo.
Con esto no quiero decir, que esté totalmente en contra de las tecnologías, de hecho, las aprecio muchísimo ya que se llegan a hacer imprescindibles en muchos ámbitos como la universidad o cualquier otro trabajo que implique tener un dispositivo electrónico para acceder con wifi, por ejemplo. Pero sí que es cierto, que nadie nos ha enseñado a tener un uso responsable de dichas TIC, y creo que pueden llegar a ser un gran problema para la sociedad futura, ya que la gente cada vez menos se ve en persona, preferimos contar nuestras cosas en 3h de conversación por whatsapp que tomándote un café tranquilamente una tarde con tu amigo.
Creo que, desde ese aspecto, deberíamos plantearnos realmente el uso personal que tenemos cada uno de las TIC, intentando sacar sus máximos beneficios, pero sin obsesionarnos hasta el punto de nuestra vida se base en ver la realidad a través de una pantalla. Bajo mi experiencia, yo también me he visto absorbida por las nuevas tecnologías de la comunicación en gran medida, sobre todo en los últimos años, ya que parece que el mundo ha adoptado una cultura de la inmediatez que puede llegar a ser tóxica. Con esto último, me refiero a que actualmente con un simple clic somos capaces de tener y acceder a millones de sitios web llenos de información, o por ejemplo hacer un pedido a una tienda de ropa u otros productos y que te llegue al día siguiente. Y en cierto modo, creo que estamos trasladando esta inmediatez incluso a nuestra propia vida y objetivos, además de nuestras relaciones personales.
Por un lado, al estar acostumbrados a conseguir todo de manera rápida, mucha gente se ve frustrada cuando tiene un sueño, y en poco tiempo al no ver resultados se rinde y lo deja de intentar conseguir porque conseguir una meta no es algo que se consiga de la noche a la mañana, es algo que requiere mucho esfuerzo, constancia y sacrificio día a día, hecho que las nuevas tecnologías no fomentan actualmente, ya que las empresas fomentan la procrastinación con el fin de que cuantos más usuarios pasen tiempo en su plataforma, más dinero ganarán estas empresas, por lo que de cierta manera, siento que estamos acorralados por así decirlo, entre las opciones de conseguir un estímulo inmediato y sencillo a través de las tecnologías o animarse a conseguir lo que de verdad deseamos en esta vida con esfuerzo y dedicación.
En cuanto a las limitaciones y posibilidades del uso de las TIC en mi formación, pienso que tienen muchas más posibilidades que limitaciones y que nosotros como docentes deberíamos animarnos a ser capaces de utilizar y aprender a usar cada vez más herramientas tecnológicas que hagan que la educación sea mucho más significativa, lúdica y divertida, por ejemplo a través de juegos o actividades digitales, por otro lado, también son de gran ayuda para realizar todo tipo de trabajos en la universidad como futura docente. Sin embargo, también creo que presentan algunas limitaciones, que las relaciono con el ámbito personal, por ejemplo, que pueden convertirse en una gran fuente de distracción en nuestra etapa formativa, por lo que en muchas ocasiones las redes sociales en concreto pueden suponer un atraso si no sabemos usarlas de manera idónea, aunque sí que es cierto que podemos usarlas a nuestro favor y crear foros educativos donde se fomenten los intercambios de ideas entre diferentes estudiantes o docentes para poder enriquecernos sobre esta labor entre todos como hacemos en las clases de Educación y Sociedad.
Lidia Añover Serrano
Curso: 2ºA Magisterio de Primaria