miércoles, 9 de diciembre de 2009
Convocatoria de dotación de equipamiento informático portátil a estudiantes de la Universidad de Castilla‐La Mancha
Con fecha 1 de julio de 2009, el Vicerrectorado de Coordinación, Economía y Comunicación publicó la “Convocatoria de dotación de equipamiento informático portátil a estudiantes de la Universidad de Castilla‐La Mancha”, cuyo objeto es la dotación a estudiantes de primer curso de estudios de grado, licenciado, diplomado e ingeniero de centros docentes oficiales de la UCLM de equipamiento informático portátil para su uso en la actividad académica.
Hasta la fecha, en la Escuela de Magisterio de Toledo se han beneficiado de esta convocatovia más de 150 estudiantes.
Más información en: http://www.uclm.es/estudiantes/portatiles
martes, 8 de diciembre de 2009
La autoridad del profesor
La propuesta de la Comunidad de Madrid sobre la consideración de los docentes como autoridad a efectos penales me parece en principio adecuada, y así parece que lo considera la mayoría social. Cómo se ha llegado al punto de degradación de las relaciones docentes/alumnos, debería ser un punto de partida para aproximarnos al problema.
La falta de motivación, la crisis de valores como la responsabilidad y el esfuerzo y las consecuencias de no ejercerlos, la heterogeneidad del alumnado, la dejadez de algunos padres, la cultura del éxito fácil, la incomunicación familias/comunidad educativa, la tendencia a responsabilizar a los docentes de las faltas de indisciplina de sus hijos, dar todos los caprichos sin exigir nada a cambio, la falta de sintonía entre lo que se estudia en las facultades de educación y lo que luego debe trasmitirse en el aula y, una vez ejerciendo la docencia, la falta de una verdadera política de formación permanente del profesorado enfocada a la realidad del día a día, son algunos de los factores que han influido en llegar al punto en el que estamos.
Pero cuidado: aquí no se trata de buenos y de malos, de si la educación de antes era mucho mejor y la de ahora no sirve para nada: han existido y existen excelentes docentes. Esta polémica me recuerda a aquello que hablaba Ortega de la ingénita extremosidad del español y no seré yo quien contradiga a tan ilustre pensador; porque no sé cuánto tiempo las palabras disciplina, autoridad, castigo… se han convertido en tabú porque parecía que recordaban a otros tiempos y eran sinónimo de militarismo, fascismo, tortura, etc. ¿Pero sabemos en realidad qué es disciplina, qué supone el principio de autoridad que ahora queremos introducir en el código penal y que castigar no es maltratar?
Disciplina no es sino cumplimiento de unas normas de convivencia que nos atañen a todos: ¿de qué se tratan las normas que rigen en cualquier institución, empresa, colectivo…?, ¿de qué se trata cuando en cualquier organización debe observarse una estructura, un organigrama y una distribución de roles?, ¿No existen consecuencias por incumplimientos de normas establecidas?: ¿acaso no nos aplican un recargo si no pagamos a tiempo un impuesto, acaso no tiene consecuencias llegar tarde al trabajo o no cumplir con una obligación a tiempo?
De nuevo se trata de los términos, no de lo que realmente éstos significan. Pero no nos equivoquemos: la autoridad es efectiva cuando media el respeto y el respeto es muy difícil de imponer y de improvisar: el respeto no se adquiere ni chillando más, ni castigando más ni suspendiendo más y tampoco siendo más condescendiente, más colega… el respeto empieza por respetarse en primer término a sí mismo, en ser consciente de cuál es la labor del “docente” más que del profesor y todo lo que ello implica y eso sí que no lo mide ninguna oposición ni se impone mediante ningún decreto.
Y lo que no pueden hacer los padres es trasladar al colegio lo que son sus responsabilidades. Si hay alumnos que no respetan las normas del colegio, a los profesores, a sus compañeros… ¿están siendo educados en estos y otros valores en su casa? Porque no deberemos exigir a los demás lo que nosotros somos incapaces de conseguir.
Dejemos de una vez de echarnos la culpa unos a otros y conformemos una verdadera comunidad escolar donde todos cumplan con sus responsabilidades.
Miguel Ángel Heredia García
Presidente de la Fundación Piquer
Ilustración tomada de
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Aviso - petición de colaboración de alumnos de Educación Infantil y Educación Primaria
Mensaje a todos los alumnos de Magisterio de Toledo que han realizado el PRÁCTICUM por Educación Infantil y/o Educación Primaria desde el Curso académico 2006/2007 hasta 2008/2009:
Estimados ex-alumnos de Magisterio de Toledo:
Estamos llevando a cabo un estudio sobre el Prácticum, cuyos protagonistas sois todos los antiguos alumnos de la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo que habéis desarrollado el Prácticum por Educación Infantil y/o Educación Primaria desde el año académico 2007 hasta el año 2009 en Toledo y su provincia.
Estimados ex-alumnos de Magisterio de Toledo:
Estamos llevando a cabo un estudio sobre el Prácticum, cuyos protagonistas sois todos los antiguos alumnos de la Escuela Universitaria de Magisterio de Toledo que habéis desarrollado el Prácticum por Educación Infantil y/o Educación Primaria desde el año académico 2007 hasta el año 2009 en Toledo y su provincia.
Me dirijo a vosotros, a través de nuestra Revista, para solicitar vuestra colaboración en la cumplimentación de una encuesta en formato on-line en la que podréis expresar vuestra valoración de dicha etapa de formación práctica, con el convencimiento de que vuestra participación nos permitirá proponer mejoras en su diseño y desarrollo.
Si es la primera noticia que tienes en este sentido te agradecería que te pusieras en contacto conmigo escribiendo a Ricardo.Fdez@uclm.es para facilitarte la dirección electrónica desde la que acceder al cuestionario.
Un cordial saludo y gracias por colaborar.
Ricardo Fernández.
Profesor de la E.U. de Magisterio de Toledo.
martes, 1 de diciembre de 2009
domingo, 29 de noviembre de 2009
¿USAMOS BIEN LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL AULA?
En mi corta experiencia he podido comprobar que el uso de las nuevas tecnologías realizado en el aula es muy superficial, supeditado únicamente al uso de aplicaciones educativas muy específicas para tratar algunos de los contenidos del programa o a llevar a los alumnos al aula Althia durante algunas horas a la semana en las que se continúa el trabajo de clase pero con el ordenador. En definitiva, creo que salvo excepciones, en la mayoría de intervenciones educativas en las que se utilizan las nuevas tecnologías se hace de forma muy poco integrada con los aprendizajes. Además, otro punto negativo es la poca variedad en las herramientas utilizadas, usando solamente el ordenador.
La experiencia que os quiero presentar hoy es totalmente diferente, ya que integra las nuevas tecnologías como una herramienta más dentro del aula y las combina perfectamente con objetivos y contenidos de ámbito técnico (conocimientos y desarrollo del lenguaje, técnicas cinematográficas, herramientas informáticas, etc.), así como de ámbito emocional (creatividad, capacidad de reflexión y crítica, superación personal, etc.).
Se trata de un proyecto que se realiza con éxito desde hace 8 años en el IES Miguel de Servet de Zaragoza con alumnos de diversificación. Estos alumnos cuando llegan a sus clases tienen problemas de integración, baja autoestima, falta de motivación y problemas de comunicación, pero gracias a este proyecto consiguen superar estos problemas y trabajan como un grupo organizado.
La experiencia que os quiero presentar hoy es totalmente diferente, ya que integra las nuevas tecnologías como una herramienta más dentro del aula y las combina perfectamente con objetivos y contenidos de ámbito técnico (conocimientos y desarrollo del lenguaje, técnicas cinematográficas, herramientas informáticas, etc.), así como de ámbito emocional (creatividad, capacidad de reflexión y crítica, superación personal, etc.).
Se trata de un proyecto que se realiza con éxito desde hace 8 años en el IES Miguel de Servet de Zaragoza con alumnos de diversificación. Estos alumnos cuando llegan a sus clases tienen problemas de integración, baja autoestima, falta de motivación y problemas de comunicación, pero gracias a este proyecto consiguen superar estos problemas y trabajan como un grupo organizado.
El proyecto consiste en la realización de un cortometraje que se enmarca dentro del programa educativo “Cine y Salud” del Gobierno de Aragón. Hasta ahora se han tratado temas como la drogodependencia, la alimentación, el racismo o, como este año, la igualdad de género.
El trabajo comienza con una lluvia de ideas con el fin de obtener el argumento y el título, para posteriormente crear el guión. Esta es la parte del programa dedicada al ámbito socio-lingüístico que se integra a la perfección con el uso de las nuevas tecnologías. Una vez definido el guión se elaboran las escenas y la música. Este año han decidido hacer un corto de animación acompañado por música rap, creando ellos mismos las letras y la música. Está compuesto por unos 1.500 dibujos que realizaron a través de Tablets PC y, para crear la canción, utilizaron un programa de mezclas en el que iban buscando ritmos que se adaptasen a las distintas estrofas.
Un punto esencial para llevar a cabo este proyecto es la organización. La agrupación de los alumnos es muy variada y dependerá del tipo de tarea a realizar, pudiendo ser tres o cuatro grupos pequeños que posteriormente exponen sus resultados al resto de compañeros, mientras que otras veces se juntan todos en el mismo aula para poner en común sus ideas. El reparto de tareas se realiza democráticamente, tanto las principales: guión (del videoclip y del rap), dibujos, montaje, música, storyboard, coreografía y producción; como las secundarias: manejar la jirafa del sonido, la cámara, asistentes de los actores, etc., procurando que todo el mundo participe y asuma alguna responsabilidad.
Este es el resultado del cortometraje de este año: “Igual que tú”.
Este gran trabajo llevado a cabo por los alumnos y profesores del IES Miguel de Servet de Zaragoza se ha visto recompensado con diversos premios a nivel nacional e internacional, lo que ha permitido que algunos alumnos viajen a lugares como Viena para presentar el corto.
En definitiva, creo que después de pasar por estas clases los alumnos de diversificación estarán mucho más motivados y habrán realizado aprendizajes muy significativos basados en una experiencia única.
Mas información en:
http://servetustv.blogspot.com/ (Proceso de realización del cortometraje)
http://iesmseza.educa.aragon.es/webcortos/ (Información sobre el proyecto)
ISRAEL SOLIS SOLIS
sábado, 28 de noviembre de 2009
Concierto - Homenaje a los Maestros Jubilados 2009
Ver más vídeos de la actuación de la Banda de Música de la Facultad de Educación de Toledo (UCLM).
lunes, 16 de noviembre de 2009
Santa Cecilia
Ahora que nos acercamos a la festividad de Santa Cecilia, compartimos algunos recuerdos de la celebración del curso pasado y se lo dedicamos en especial a los compañeros de Educación Musical.
Esperamos que os guste y que este año contemos con una gran participación.
Transformación de las Escuelas Universitarias de Magisterio a Facultades de Educación y Formación del Profesorado en la UCLM
Los alumnos de Magisterio de las 4 escuelas de Castilla la Mancha nos hemos manifestado por la imposición de un nuevo nombre para nuestro Centro/Facultad. El nombre que se quiere imponer es Facultad de Educación de Infantil y Primaria. Esto tiene repercusiones para nosotros los estudiantes puesto que se nos está enmarcando en una etapa de edad que es de 3 a 12 años y con esta denominación no nos dejarían avanzar y poder dar clase en Secundaria o en niveles inferiores que serían de 0 a 3 años. Además en Magisterio no se da Infantil y Primaria sino que se forma a futuros maestros para que impartan clase en esas etapas que hemos elegido.
Ante la negativa que hemos obtenido por parte del Señor Rector hemos decidido unirnos las 4 escuelas y manifestarnos para que se nos escuche a lo estudiantes, ya que no nos han pedido opinión para realizar este cambio.
El nombre que los estudiantes hemos propuesto es Facultad de Educación y Formación del Profesorado. Esta denominación es la que se ha puesto en otras comunidades de España y al no ponerla, seríamos los únicos que la tendríamos diferente, tanto a nivel nacional como internacional. Con el nombre que se nos "impone" no nos dan oportunidad de opositar en otro lugar que no sea Castilla la Mancha, nos complica nuestro futuro tanto a la hora de trabajar como a la hora de desplazar expediente en caso de querer convalidar asignaturas (cosa que no se podría con el nuevo nombre puesto que sería otra facultad no reconocida fuera de CLM).
Por tanto, lucharemos por esta causa porque es una causa justa para los estudiantes de Magisterio y reivindica nuestro derecho como estudiantes de no ser menospreciados e ignorados por la universidad. Desde aquí animo a todos los que aún no se hayan movido a participar en esta lucha, ya que nuestro futuro depende de ello. No pararemos hasta ser escuchados.
Un cordial saludo.
Abel Alonso Alonso y Sara Patiño Marqués (subdelegada)
2º Educación Primaria (E.U. de Magisterio de Toledo)
domingo, 15 de noviembre de 2009
PENSAR LA EDUCACIÓN
Afirmaba Paulo Freire que estamos demasiado instalados en la pedagogía de la respuesta y que sería importante recuperar la pedagogía de la pregunta. Obsesionados por “responder” -a veces incluso a cuestiones ni siquiera formuladas- nos olvidamos de “preguntar” y de preguntarnos. Esa pulsión hacia la respuesta, en definitiva hacia el “enseñar”, constituye la principal seña de identidad de muchos docentes (y, sin duda, de la mayoría de quienes nos preparamos para serlo).
Por eso me gustaría formular algunas preguntas. Las mismas a las que doy vueltas en la cabeza con cierta frecuencia. Se refieren a la propia esencia de la educación, asunto sobre el que me parece no solemos reflexionar muy a menudo. Porque, más allá de las definiciones oficiales que podemos encontrar en los libros de pedagogía, yo, que tengo ilusión por dedicarme algún día a este trabajo, debo darme una respuesta personal respecto a lo que para mí significa el hecho de educar, ya que de esa respuesta va a depender el “anclaje”, el posicionamiento profundo que va a dar sentido a toda mi labor y que, de forma más o menos explícita, va a condicionar mi práctica educativa.
Y empiezo con las preguntas। La educación ¿debe ocuparse más bien de la transmisión de contenidos –ya sean científico-técnicos, socio-culturales, actitudinales, etcétera- o de la creación de nuevos esquemas de conocimiento y relación? Dicho de otra manera: ¿debemos ocuparnos en educar para el mundo que tenemos o más bien en preparar a las nuevas generaciones para que puedan llegar a construir el mundo que queremos? Yo creo que, de acuerdo con la prioridad que establezcamos (la cual, obviamente, tendrá también que ver con nuestros planteamientos ideológicos y vitales, y hasta con nuestro propio substrato biológico y temperamental) será más o menos previsible nuestra orientación profesional. Porque supongo que estaremos todos de acuerdo en que la “neutralidad” y la “equidistancia”, que pueden traducirse en la mera aplicación de recursos técnicos y de estrategias metodológicas que buscan incrementar ciertas capacidades de los alumnos, son, además de imposibles de hecho, claramente inhumanas y aberrantes. Todos pensamos, nos posicionamos y sentimos de tal o cual manera… Y si no es así, ¡mal asunto!; porque sería como dar por hecho que más que personas somos piedras u objetos insensibles. El gran psicólogo humanista Carl Rogers, en su libro “El proceso de convertirse en persona” -obra que debería ser de obligada lectura para todos los docentes- defiende que la autenticidad, el mostrarnos ante los niños tal como somos, el entablar con ellos una relación de empatía y aceptación, de profundo respeto a lo que el otro es ya en el momento de la interacción (y no sólo a lo que puede llegar a ser o a lo que nosotros queremos que sea) es la condición indispensable para conseguir ese clima de seguridad y confianza que permitirá el aprendizaje y el crecimiento personal de nuestros alumnos; y también nuestro propio crecimiento en la medida que nos implicamos en esa relación.
Por eso me gustaría formular algunas preguntas. Las mismas a las que doy vueltas en la cabeza con cierta frecuencia. Se refieren a la propia esencia de la educación, asunto sobre el que me parece no solemos reflexionar muy a menudo. Porque, más allá de las definiciones oficiales que podemos encontrar en los libros de pedagogía, yo, que tengo ilusión por dedicarme algún día a este trabajo, debo darme una respuesta personal respecto a lo que para mí significa el hecho de educar, ya que de esa respuesta va a depender el “anclaje”, el posicionamiento profundo que va a dar sentido a toda mi labor y que, de forma más o menos explícita, va a condicionar mi práctica educativa.
Y empiezo con las preguntas। La educación ¿debe ocuparse más bien de la transmisión de contenidos –ya sean científico-técnicos, socio-culturales, actitudinales, etcétera- o de la creación de nuevos esquemas de conocimiento y relación? Dicho de otra manera: ¿debemos ocuparnos en educar para el mundo que tenemos o más bien en preparar a las nuevas generaciones para que puedan llegar a construir el mundo que queremos? Yo creo que, de acuerdo con la prioridad que establezcamos (la cual, obviamente, tendrá también que ver con nuestros planteamientos ideológicos y vitales, y hasta con nuestro propio substrato biológico y temperamental) será más o menos previsible nuestra orientación profesional. Porque supongo que estaremos todos de acuerdo en que la “neutralidad” y la “equidistancia”, que pueden traducirse en la mera aplicación de recursos técnicos y de estrategias metodológicas que buscan incrementar ciertas capacidades de los alumnos, son, además de imposibles de hecho, claramente inhumanas y aberrantes. Todos pensamos, nos posicionamos y sentimos de tal o cual manera… Y si no es así, ¡mal asunto!; porque sería como dar por hecho que más que personas somos piedras u objetos insensibles. El gran psicólogo humanista Carl Rogers, en su libro “El proceso de convertirse en persona” -obra que debería ser de obligada lectura para todos los docentes- defiende que la autenticidad, el mostrarnos ante los niños tal como somos, el entablar con ellos una relación de empatía y aceptación, de profundo respeto a lo que el otro es ya en el momento de la interacción (y no sólo a lo que puede llegar a ser o a lo que nosotros queremos que sea) es la condición indispensable para conseguir ese clima de seguridad y confianza que permitirá el aprendizaje y el crecimiento personal de nuestros alumnos; y también nuestro propio crecimiento en la medida que nos implicamos en esa relación.
Desde luego yo estoy convencida de que la educación debe dirigirse a un horizonte utópico (teniendo en cuenta que utopía es “lo que aún no existe”, pero puede llegar a existir, pues no es imposible), horizonte que ha sido vislumbrado por los grandes pensadores de la humanidad en diferentes épocas y que, sin entrar en más detalles, se configura en torno a los ideales de libertad, justicia y fraternidad de los seres humanos entre sí y con su medio, es decir, con los demás seres vivos e inertes que pueblan nuestro mundo. Es claro que aún estamos muy lejos de alcanzar esos ideales; pero yo creo que nadie, y menos un educador o educadora, debería renunciar a ellos si quiere ostentar dignamente ese título. Además las leyes y normas de carácter general (Declaración Universal de Derechos Humanos y otros tratados internacionales, nuestra propia Constitución, etcétera) y las específicas en lo que se refiere a la educación (LOE y otras leyes educativas autonómicas) también se asientan, al menos en teoría o en “la letra”, sobre esos principios… ¡que tal vez siguen siendo teóricos porque no terminamos de creérnoslos seriamente!
Como es palpable que el mundo marcha por unos derroteros donde la violencia, los abusos de todo tipo de unos hombres o unos pueblos sobre otros, los daños a un medio que tendría que garantizar la vida de los que vienen detrás de nosotros, y un largo etcétera de desdichas siguen siendo por desgracia tan habituales, yo no tengo más remedio que preguntarme: ¿Puede mi trabajo quedarse en lo meramente “profesional” o debe avanzar hacia un compromiso más global? Y si así fuera, ¿tengo derecho a poner mis metas pedagógicas en lo que aún no es, sabiendo que ello puede crear un cierto conflicto con la realidad tal como es? Dicho de otra forma: ¿ayudamos a que crezcan seres adaptados a lo que hay, renunciando a los intentos de avanzar hacia un mundo como debería ser; o asumimos el riesgo de crear seres en alguna medida inadaptados con la esperanza de que esa inadaptación pueda ir provocando los cambios que deseamos? No es un juego de palabras sino una cuestión a mi juicio muy seria. Intentaré ilustrarla con un ejemplo: continuamente oímos a nuestro alrededor que las naciones, las empresas, incluso las personas, deben ser competitivas en sus relaciones comerciales, profesionales o sociales. Cuando los padres intentan presionar a los docentes para que sus hijos obtengan buenos rendimientos académicos (incluso a costa de principios educativos tan importantes como la integración o la inclusividad) están respondiendo, en realidad, a ese mensaje, a esa exigencia de competitividad. Sin embargo en nuestros currículos escolares se recogen y defienden continuamente los valores de la cooperación y la solidaridad. ¿En qué quedamos? ¿Cuál debe ser nuestro criterio y en qué sentido debemos dirigir nuestros esfuerzos como educadores?
Muchos otros ejemplos podrían concretar este conflicto entre el ser y el debe ser; conflicto que ojalá suscite muchas preguntas a los educadores actuales y futuros। Unas preguntas a las que todos y todas deberíamos ir encontrando respuestas। Yo personalmente así lo intento… Pero creo que no estaría de más plantearlas y debatirlas a nivel más colectivo o institucional, porque la esencia del propio hecho educativo y de nuestra labor como docentes puede estarse jugando en ellas.
Mª Carmen González Nieto (3º Educación Infantil)
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