Hoy en día es muy común que al ver los telediarios, leer los periódicos, escuchar la radio… encontremos noticias relacionadas con la corrupción, la política, la crisis, los refugiados, las guerras, los conflictos, el terrorismo… La sociedad en general está muy acostumbrada a recibir noticias diarias sobre estos asuntos, pero sin embargo, también existen otros temas más ocultos y sin tanta voz, los cuales merecen la misma importancia, como es el matrimonio infantil. Se trata de una realidad que suele pasar desapercibida a pesar de que las cifras son alarmantes: más de 700 millones de mujeres en todo el mundo, actualmente casadas, contrajeron matrimonio cuando eran todavía niñas.
El matrimonio infantil viola los Derechos Humanos puesto que la mayoría de sus consecuencias negativas van en contra de los derechos que todo niño debe tener, entre ellos el derecho a una educación. Desde el momento que un niño o niña se compromete y comienza su vida matrimonial, su acceso a oportunidades de educación se reducen, pues se supone que su cometido será estar con su marido/esposa y dedicarse al hogar u otras labores que se le demanden. El matrimonio infantil, también puede acarrear trabajos forzados, esclavitud, prostitución y violencia contra las víctimas. Otro de los derechos principalmente violado en estas situaciones es el derecho a elegir y aceptar libremente el matrimonio.
Generalmente tendemos a pensar que los matrimonios infantiles tienen lugar en países subdesarrollados o pobres, como El Líbano, Yemen, La India, Nigeria… pero estamos muy confundidos, pues también tienen lugar en países como Méjico o EEUU, donde la cifra es realmente preocupante si tenemos en cuenta que entre los años 2000 y 2010, 3.853 niños contrajeron matrimonio en la ciudad de Nueva York.
Nos podemos preguntar por qué los progenitores de estos niños consienten estos matrimonios, la repuesta es evidente en la mayoría de los casos: por necesidades económicas, considerando así el matrimonio como un medio de proporcionar a sus hijas protección, seguridad y la manutención que ellos no les pueden ofrecer.
MEDIDAS PARA ACABAR CON LOS MATRIMONIOS INFANTILES.
La labor del Estado debe ser desarrollar y llevar a cabo sistemas y medidas que prevengan o rechacen esta práctica. Teniendo en cuenta que el matrimonio infantil está directamente relacionado con la escasez económica, si el gobierno se comprometiera a reducir la pobreza probablemente esto desembocaría en una disminución de los matrimonios infantiles.
También sería de gran ayuda que los gobiernos establezcan una ley según la cual la edad mínima para contraer matrimonio legalmente sea los 18 años, sobre todo, deben asegurarse de que dicha ley se lleve a la práctica.
Otra medida, la cual es quizá la menos efectiva y viable, puede ser la de informar a los niños y niñas en riesgo de sufrir esta situación; aumentar su conocimiento y capacidad de decisión, especialmente la de las niñas. Cuanta mayor educación se reciba, mayor será la posibilidad de que rechacen un compromiso matrimonial tan temprano.
Acabar con el matrimonio infantil es complicado, ya que contamos con una gran desventaja: son los propios progenitores quienes aceptan y permiten esta práctica, llevados por las presiones económicas y sociales, y de la tradición, a pesar de ser conscientes de los efectos negativos que sufrirán sus hijos. Es tarea de los que vemos esta situación desde fuera, enfrentarnos a estas actitudes y costumbres que promueven y toleran esta práctica.
A continuación pongo a vuestra disposición el vídeo de sensibilización que nos ofrece UNICEF para concienciarnos y acercarnos a esta realidad que está presente en todo el mundo y a la que debemos poner fin.
Una boda perfecta…salvo por un pequeño detalle.
https://www.youtube.com/watch?v=G839Jc2VHX8
www.youtube.com
Las bodas deberían ser ocasiones alegres y festivas, pero ésta no se parece a un cuento de hadas. Cerca de 15 millones de niñas se casarán este año, arrebatá...
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2ºA Educación Primaria
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