Las mesas de luz son unos dispositivos que, principalmente, se utilizan para captar la atención de los niños.
La fuente de luz que se reflecta sobre la mesa hace que los objetos de colores y traslúcidos se puedan observar con mayor facilidad y nitidez aumentando la intensidad de las actividades que se realizan.
Este recurso procede del enfoque pedagógico Reggio Emilia. Se originó en la ciudad de Italia, Reggio Emilia y surgió como un movimiento hacia una educación más progresiva y cooperativa de la primera infancia. Se trata de una pedagogía innovadora para la educación de la primera infancia, la cual valora al niño/a como capaz y flexible.
Cada niño tiene un gran potencial y una gran curiosidad innata que le lleva a crear un interés por descubrir el mundo y su lugar en él. Es por eso que esta perspectiva considera a los niños capaces de construir su propio aprendizaje si se les dan las herramientas y el ambiente adecuado.
¿POR QUÉ USAR LA MESA DE LUZ?
Con una mesa de luz se puede trabajar:
●Estimulación sensorial: Permite desarrollar en el niño su capacidad de integrar los estímulos recibidos por los diferentes canales sensoriales y así poder desenvolverse mejor en su entorno. Una gran variedad de estímulos sensoriales se presentará con la mesa de luz: las transparencias, el juego de colores, la mezcla de los mismos, las sombras,... De esta manera, los niños/as podrán experimentar diversas sensaciones, y desarrollar
su percepción visual, auditiva y táctil.
●Atención:
Establece una forma de control atencional en la que los niños/as mantienen la concentración en estímulos que aparecen durante un largo o corto periodo de tiempo en la mesa.
Con estas actividades el niño/a con problemas de hiperactividad o dificultades en la
atención, podrá adquirir una serie de habilidades que le ayudarán a desenvolverse mejor en su día a día.
●Relajación: El efecto que la luz desprende en esta mesa permite llevar al niño/a un estado de tranquilidad y bienestar. Esto le ayudará a aumentar la confianza en sí mismo, la memoria y la concentración, permitiendo así mejorar la calidad de su aprendizaje.
●Recurso educativo: La mesa permite poner en práctica diversos conceptos, como: las formas, colores, partes del cuerpo, etc. Todos estos conceptos son objetivos que se proponen desarrollar también en muchos de los niños que vienen con problemas de comprensión o de retraso en el lenguaje.
●Atención conjunta: Las dificultades en la espera, en el respeto de los turnos, en ambiente de juego y trabajo entre varios niños,compartir el juego con alguien más y en general las dificultades en las habilidades sociales se pueden trabajar en la mesa realizando actividades donde tenga que intervenir más de una persona.
●Imaginación, juego simbólico y funcional: Las actividades también pueden ir encaminadas a trabajar este tipo de juegos que en niños como por ejemplo con TEA es difícil encontrar. Crear cuentos, formas o mezclar colores son actividades que logran una mayor creatividad en el niño/a.
●Estimulación del lenguaje: El interés que las actividades les provoca a los niños/as permite trabajar el lenguaje expresivo, el comprensivo y la comunicación en general (aspectos que se ven poco desarrollados en trastornos del desarrollo del lenguaje, en Síndrome de Down, en TEA)proponiendo un ambiente controlado para poder convertir sus peticiones en acciones motivadoras.
●Motricidad: La manipulación de los materiales ayudará al niño/a desarrollar o/y perfeccionar las habilidades manipulativas y la coordinación visomanual mediante la manipulación de éstas. Y así después poder aplicarlo a la realización de sus tareas habituales.
WEBGRAFÍA:
LUCÍA ROMERO HONTANGAS
1º Grado Maestro Educación Infantil. UCLM
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