En un mundo donde la diversidad en el aula está cada vez más presente, los maestros tienen la oportunidad de convertirse en agentes de cambio, rompiendo barreras y estereotipos que históricamente han limitado el potencial de los estudiantes con dificultades de aprendizaje.
Más allá de aplicar estrategias pedagógicas, los docentes están llamados a ejercer una empatía activa que les permita conectar con las historias individuales de cada alumno. Entender las causas detrás de las dificultades de aprendizaje (que pueden ser tanto intrínsecas como extrínsecas) es esencial para diseñar intervenciones que no solo respondan a las necesidades educativas específicas, sino que también eleven la autoestima y la confianza de los estudiantes.
Este tipo de educación no solo forma académicamente, sino que también moldea individuos sensibles y comprometidos con su entorno.
David de la Rosa Mudarra
1º de Educación Infantil.
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