Analizar y estudiar aspectos como la sexualidad y su diversidaden una cultura es una tarea compleja debido a que sólo pueden comprenderse en un contexto social y cultural y dentro de un tiempo histórico dado (Duranti 2011). Por ello, la heterosexualidad o las transgresiones sexuales dentro del mundo prehispánico se concibieron de manera diferente a la actualidad.
· Heterosexualidad
Las relaciones heterosexuales en la sociedad maya fueron construidas como una instauración donde el ser masculino poseía la autoridad en todos los planos de la vida, al tener los hombres una mayor cantidad de derechos. Sin embargo, de acuerdo a investigadoras como Barcena Díaz (2015), se tiene constancia que existieron mujeres con papeles políticos destacables. En este grupo podemos colocar a la Señora de Tikal, de Yoh Ik Nal de Palenque o de Huntan Ahk de Piedras Negras.
No obstante, la autoridad social masculina no incrementaba su independencia debido a que hombres y mujeres estaban vinculados entre sí (Robles Santana 2014). Como vemos, las relaciones sexuales estuvieron fundamentadas por el dominio heterosexual al ser la forma legítima dentro del sistema social maya (Fig. 1); mientras que otro tipo de orientación como la homosexual, Montejo (2012) defiende que posiblemente fue controlada y restringida, pero mantenida con un fin.
· Transgresiones sexuales
En los pueblos mesoamericanos se realizaron prácticas sexuales como el adulterio, la prostitución o la homosexualidad. Estas actividades llegaron a ser consideradas como transgresiones sexuales pero en el fondo, reflejaban los valores ético-morales y el comportamiento de estos pueblos a través de sus distintas formas de percibir la sexualidad (López Hernández y Echebarría 2010).
Adulterio
Las relaciones sexuales, como en toda sociedad, se dieron también fuera del matrimonio, lo que constituía caer en adulterio; dentro de los antiguos mayas las relaciones sexuales entre un hombre casado y una mujer soltera no fueron consideradas como adulterio mientras que sí lo era, la relación entre una mujer casada y un hombre. Lo que importaba era la posesión carnal del marido sobre su esposa (Guzmán y Servín 2005). Según Sigal (2000), misioneros como Diego de Landa elogiaron a los mayas por su conducta contra esta práctica sexual. Un ejemplo lo encontramos en Salcedo (2009): “Los mayas entregaban al ofendido para que le matase soltándole una piedra sobre la cabeza, o lo perdonara si quería; y a las adúlteras, a quienes no daban otra pena más que la infamia; en algunos de pueblos sacrificaban a los adúlteros extrayéndoles las vísceras”.
Prostitución
La prostitución en la cultura maya es muy poco conocida pero generalmente en el mundo mesoamericano esta práctica estaba asociada en su mayoría a las mujeres (Montejo 2012).
Homosexualidad
Las relaciones homosexuales han sido tratadas de distinta forma en función de cada civilización. Esta práctica formó parte del sistema de vida de los pueblos prehispánicos, con la diferencia de que se exteriorizó en algunos pueblos más que en otros (Montejo 2012).
Dentro de los antiguos mayas esta práctica seguramente fue más toreable en comparación con otros pueblos mesoamericanos como los nahuas. Houston y Taue (2010) defienden que la concepción de la homosexualidad entre los mayas no debió haber sido como la de la Grecia clásica, en la que los lazos entre los jóvenes y viejos fueron más duraderos sino que más bien fue un práctica propia de ritos de paso, en los que un niño se convertía en hombre (Fig. 2).
De esta forma, existieron lugares específicos, como la cueva de Naj Tunich, que proporcionaban la libertad sexual, la experimentación y las confluencias entre hombres jóvenes y mayores. Desafortunadamente, la homosexualidad femenina en la época prehispánica es muy poco conocida (Olivier 2010).
Después de la conquista española, las civilizaciones mesoamericanas fueron completamente destruidas. Sin embargo, a pesar de los siglos de hostilidad de la Iglesia hacia la homosexualidad, los vestigios de las costumbres sexuales de los mayas parecen haber sobrevivido entre los pueblos de México y América Central (Neil 2011).
Luis Miguel Romo Castañeda
Referencias bibliográficas
Barcena Diaz, L. (2015). La mujer gobernante en la época prehispánica. Vida Científica, 3 (5), s/p.
Duranti, R. (2011). Diversidad sexual: conceptos para pensar y trabajar en salud. Buenos Aires: Ministerio de Salud de la Nación Argentina.
Houston, S. y Taube, K.
(2010). La sexualidad entre los antiguos mayas. Revista de Arqueología Mexicana, 104, pp. 38-45.
Klein, C. (2001). Gender in Pre-Hispanic America. Washington: Dumbarton Oaks
López Hernández y Echebarría, J. (2010). Transgresiones sexuales en el México Antiguo. Revista de Arqueología Mexicana, 104, pp. 65-69.
Neil, J. (2011). The Origins and Role of Same-Sex Relations in Human Societies. Jefferson: McFarland.
Olivier, G.(2010). Entre el “pecado nefando” y la integración. La homosexualidad en el México antiguo. Revista de Arqueología Mexicana, 104, pp. 58-64.
Robles Santana, A. (2014). Una aproximación a la mujer precolombina en América. Cuadernos del Ateneo, 32, pp. 92-109.
Salcedo, A. (2009). El derecho maya prehispánico, un acercamiento a su fundamentación sociopolítica. Alegatos, 71, pp. 155-178.
Sigal, P.(2000). From Moon Goddesses to Virgins: The Colonization of Yucatecan Maya Sexual Desire. Austin: University of Texas Press.