¡Hola a todos y todas! Hoy vengo a hablar sobre la amistad y cómo esta se ha visto modificada por la importancia que tienen las redes sociales en nuestra sociedad.
El ser humano es un ser social por naturaleza y así se refleja en su necesidad de desarrollar amistades, lazos interpersonales y un sentimiento de pertenencia a un grupo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (Constitución de la Organización Mundial de la Salud, 1946, Preámbulo).
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Se pueden encontrar diversidad de definiciones de qué es una amistad o qué es un amigo, puesto que es algo muy personal. No obstante, podemos encontrar rasgos comunes a todas las personas que establecen qué es la amistad. Así, la RAE la define como “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. La amistad es necesaria para la construcción mental del mundo que nos rodea, nuestros valores y nuestro autoconcepto.
Una amistad tradicional se caracteriza por una dimensión socio-psicológica (somos amigos de aquellas personas con las que compartimos intereses comunes) y una dimensión estructural (el contexto sociocultural y geográfico determina aquellas personas con las que podemos entablar una amistad). Asimismo, la mayoría de personas destacan como factor clave la proximidad emocional y afectiva entre ambos miembros de la relación.
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Anteriormente, las amistades se veían completamente determinadas por la localización geográfica. Sin embargo, con las redes sociales, este se está viendo modificado. Pero ¿qué tipo de amistades son las que se forman en la red?
La amistad virtual se caracteriza por la asincronicidad entre los elementos de la comunicación; la permanencia de los mensajes; la viabilidad, es decir, la facilidad de acceso a la información independientemente de la localización física; la posibilidad de transmitir un mensaje a un grupo grande de personas de manera simultánea; el énfasis del mensaje mediante imágenes; la cuantificabilidad; y la ausencia de contacto físico, gestos, expresiones faciales, etc. De esta forma, la frecuencia de las relaciones, las demandas y expectativas, y la intensidad del proceso interpersonal cambia.
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Podemos estar de acuerdo en que las redes sociales son muy útiles a la hora de mantener el contacto con aquellos amigos que ya conocemos de manera física. No obstante, aquellas amistades que se crean virtualmente, normalmente por gustos comunes, como son aquellas que parten de los foros, comunidades virtuales, etc., son más débiles que aquellas que cuentan con un contacto cara a cara. Esto sin tener en cuenta el hecho de que existen numerosos peligros en la red relacionados con la creación de amistades virtuales, como el grooming, la suplantación de identidad…
Entre las cosas con las que debemos tener cuidado son las relaciones parasociales. Una relación parasocial es aquella que se crea entre una persona famosa, por ejemplo, los influencers, y un seguidor, en la que el vínculo es unidireccional, de manera que el seguidor siente que conoce a esa persona y confía en ella y la persona famosa utiliza esta confianza para obtener beneficios económicos.
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Sabiendo todo esto, desde los colegios de Educación Primaria debemos educar a los estudiantes en el buen uso de las redes sociales, teniendo cuidado con las amistades virtuales que allí se crean. Por ejemplo, deben aprender a diferenciar entre conocido o amigo real, cuidar la privacidad y los datos personales que comparten en la red, resaltar la permanencia de todo lo que se habla en los chats y remarcar que la relación entre un personaje público y un seguidor, como son ellos, no es de amistad, sino que persigue un objetivo económico.
Sofía Rodríguez Rivera
4º Grado en Maestro en Educación Primaria.
https://sofia5rodriguezr.wixsite.com/maestraconectada/post/amigos-reales-o-virtuales
Bibliografía:
Cheng-Xi Aw, E. y Hui-Wen Chuah, S. (2021). “Stop de unattainable ideal for an ordinary me!” fostering parasocial relationships with social media influencers: The role of self-discrepancy. Journal of Business Research, 132, 146-157.
Constitución de la Organización Mundial de la Salud [Const]. Preámbulo. 22 de julio de 1946 (Nueva York).
Nesi, J., Choukas-Bradley, S. y Prinstein, M.J. (2018). Transformation of Adolescent Peer Relations in the Social Media Context: Part 1 – A Theoretical Framework and Application to Dyadic Peer Relationships. Clinical Child and Family Psychology Review, 21, 267-294.
Requena, F. (1989). Amigos y redes sociales. Elementos para una sociología de la amistad. Centro de Investigaciones Sociológicas.
