Hay diferentes posiciones que puede adoptar un maestro, el cual debe elegir por sí mismo, mediante su propio descubrimiento, a través de la indagación, por qué camino decantarse y nunca olvidar que este camino debe estar orientado a la obtención del máximo rendimiento por parte del alumno.
Podemos optar por diferentes formas de actuar a la hora de organizar y llevar a cabo el aprendizaje de los alumnos en el aula, sin embargo la labor dificultosa consiste en saber elegir los procedimientos adecuados.
Este tema, desde mi perspectiva, considero que es un poco personal, ya que cada uno tendrá una idea diferente de la función o rol que quiere desempeñar a la hora de educar a sus alumnos.
Yo, personalmente pienso que el estilo que adopta el profesor se debe a una serie de actitudes que describen las preferencias de la persona cuando interactúa con el medio. Por ello, porque considero que la función del maestro es muy subjetiva, he decidido compartir la opinión que tengo al respecto.
Primeramente pienso que debemos aprovechar todos los momentos y situaciones que se nos pongan en el camino, tanto en las clases ordinarias como en el patio o en la calle, cualquier excusa es buena para aprender conocimientos nuevos. El maestro debe partir de lo que el alumno sabe e intentar sacar el máximo rendimiento a ello, si no sabemos sus ideas previas sería conveniente averiguarlas mediante el diálogo, y pensar como podríamos impactarlos con lo que les enseñamos.
Saber los conocimientos previos de mis alumnos es mucho más importante que lo que muchos piensan, pues gracias a estos podemos saber en que nivel se encuentra el alumno, identificar sus ideas incorrectas y crear conflictos cognitivos entre sus propias ideas, las ideas incorrectas y el conocimiento científico, cambiando alguna de sus ideas por otras ideas o conocimientos nuevos.
Opino, como futura docente, que conocer las ideas de los alumnos me ayudará a comprender mejor las confusiones y obstáculos que surjan durante el proceso de aprendizaje, y a orientar a mis alumnos en la adquisición de nuevos conocimientos.
El docente tendrá que propiciar la explicitación de las ideas previas, aportar información, proponer otros puntos de vista, preguntar nuevamente para reorientar la tarea en todo momento…
Para que los alumnos se expresen libremente con su lenguaje:
-En primer lugar debemos crear un clima motivador, punto que veo totalmente importante, pues es necesario que el alumnado se sienta en un ambiente cómodo , es indispensable crear un ambiente positivo para que los alumnos se sientan seguros de poder exponer sus ideas y creo que la primera premisa para lograr un ambiente confortable es promover el respeto por las ideas ajenas.
-Otras de las medidas para conseguir que el niño exprese libremente sus ideas sin tapujos; es considerar sus respuestas mostrando interés por ellas, plantear nuevas preguntas, mostrarse amable con ellos y utilizar un tono de voz suave que incite al diálogo y que aporte al niño confianza en el educador.
Creo que es muy importante que los alumnos expongan sus ideas y las tengan presentes durante todo el aprendizaje, porque esto es lo que les permitirá trabajar sobre ellas.
No debemos considerar el error como algo negativo, sino más bien como algo positivo porque gracias a los errores podemos hacer hincapié en los puntos débiles y trabajar mejor los aspectos más flojos. Siempre se ha dicho “de los errores se aprende”.
Tenemos que tener tacto con los niños, no regañarles cuando cometan un error, puesto que lo único que haríamos con esta actuación sería que el niño se cohíba y la próxima vez no exponga sus ideas por temor al fracaso, pienso que lo más apropiado es hacerle ver que esta equivocado de una manera sutil.
¿Cuántas veces muchos de nosotros hemos querido preguntar o decir algo y no nos hemos animado por miedo a decir algo erróneo o por miedo a ser sancionados?
También opino respecto al tema que es importante dar a los niños tiempo para contestar y pensar en lo que estamos preguntando, porque de lo contrario las preguntas se convierten en un ejercicio de retórica y esta situación puede llevar a que los alumnos sientan que sus ideas no son importantes y que sólo el profesor tiene las respuestas adecuadas.
A continuación respondo algunas de las preguntas que alguna vez alguno de nosotros nos hemos hecho.
¿Enseñar, orientar o enseñar a aprender?
Sin duda considero que el profesor en todas las materias debe enseñar a aprender.
Siempre he sido muy partidaria de que el alumno debe construir por sí solo su aprendizaje y que el maestro es quien le guía para conseguir dicho objetivo o meta. Para que esto sea posible, el profesor debe llamar la atención del alumno, utilizando recursos, medios y materiales con los que los alumnos trabajen activamente y motivándoles para que se involucren en el proceso de su propio aprendizaje.
¿Papel del libro de texto? ¿Varios libros? ¿Sin libros en algún caso? ¿Seguir el libro o adaptarlo?
Opino que para dar respuesta a esta pregunta debemos fijarnos en diferentes factores:
-Un libro de texto puede ser muy bueno pero sin embargo otros pueden resultar malos, si decidimos organizar la clase dando explicaciones del libro debemos, antes de nada, revisar el libro y comprobar si verdaderamente es un libro bueno y si las fuentes utilizadas son las adecuadas para dejarlo en manos del aprendizaje de mis alumnos.
-No obstante, a pesar de haber revisado el libro y haber comprobado si es una buena fuente de información, considero que la tarea de enseñar únicamente guiándose por un libro es demasiado fácil, y si tengo la posibilidad de inculcar a mis alumnos otros conocimientos que no vienen en el libro de texto, conocimientos que yo poseo acerca de los temas tratados, y que me parezcan aún más didácticos, por supuesto que lo pondré en la práctica sin dudarlo.
-El uso de varios libros, considero que lo puedo utilizar para mi propio conocimiento y a raíz de esa información, crear mis propias ideas y plasmárselas a mis alumnos de la forma que les resulte más fácil y que crea que van a ser capaces de adquirir con mejor facilidad y comprensión.
¿Clase silenciosa y pasiva o alterada y participativa?
Muchos de mis compañeros ante esta pregunta respondieron que preferían una clase silenciosa que no les causara mucha guerra, sinceramente me parece escoger el camino más fácil, el menos costoso y el que necesita el menor esfuerzo por nuestra parte, sin complicaciones...
Debemos no olvidar que nos estamos formando como educadores, y que nuestra función es ayudar a nuestros alumnos en todo lo que podamos, no sólo inculcándoles conocimientos; sino también formas de comportarse y lo relacionado con el respeto, modales...., por lo que no debemos ver nunca como un problema el enfrentarse con una clase alterada; sino verlo como un nuevo reto que nos plantea la vida y que nos aportará experiencia en el sector de la educación; de hecho me encanta ayudar a las personas y que la gente aprenda con lo que yo les inculco, ya que esto me realiza como persona y me satisfacerá enormemente ,en un futuro, haberme hecho al mando de una clase alterada por mis propios méritos ganándome la confianza y el respeto de mis alumnos.
¿Explicar, favorecer o enseñar a hacer?
Aprender, es un esfuerzo muy personal por el que los conceptos interiorizados, las reglas y los principios generales puedan ser aplicados en un contexto de mundo real y práctico, por ello el profesor debe actuar como facilitador que anima a los estudiantes a descubrir principios por sí mismos y a construir el conocimiento trabajando en la resolución de problemas reales o simulaciones, normalmente en colaboración con otros alumnos.
Por lo dicho anteriormente, considero que entre estas tres opciones no descartaría ninguna de ellas, sino que trabajaría todas en su conjunto con el fin de que el alumno interiorice los conocimientos que yo le aporto.
Alumna de 3º de Ed. Primaria