lunes, 5 de julio de 2021

BILINGÜISMO EN EL COLEGIO ¿SÍ O NO?


Ayer leí una noticia en el País donde decían que los colegios públicos están empezando a huir del "bilingüismo" al que hace unos años muchos de esos colegios luchaban por conseguir esa denominación o catalogación.

Relataba el artículo que al final los alumnos ni consiguen adquirir un mayor nivel de inglés ni los contenidos básicos de las materias impartidas en ese idioma.

Ahora voy a aportar mi humilde opinión que llevo construyendo unos cuantos años en base a distintos artículos, experiencias con alumnos y profesores y mi propia experiencia.

Considero que el inglés en España se enseña bajo un mundo lleno de carencias partiendo desde el mismo momento en el que se empieza a enseñar antes a escribir que a hablar. 

Cuando nos ponemos a pensar cómo un niño adquiere un idioma, siempre visualizamos en nuestra cabeza el mismo proceso: escuchar, hablar, leer y por último escribir; y de esa misma forma es como nos enseñan a nosotros nuestra lengua materna.

En cambio si pensamos cómo se imparte la enseñanza del inglés en cualquier colegio vemos que es muy distinto. Que el procedimiento que siguen es insuficiente, incompleto y muy distinto a como aprendemos nosotros nuestra propia lengua materna. Esta enseñanza se caracteriza por ir aprendiendo un vocabulario específico y unas estructuras gramaticales concretas sin saber, en muchos casos, para qué se usan o qué significan; provocando en el alumno un desinterés hacia el idioma por su poca comprensión.

Con este tipo de enseñanzas, con el paso del tiempo, nos encontramos a unos alumnos con unos conocimientos muy buenos en escritura o gramática adquiridas a partir de unas estructuras gramaticales "memorizadas" pero con unos conocimientos muy escasos a la hora de ser capaces de defenderse en el idioma que se suponen que tienen tan buen nivel; hablando de niveles más altos como pueda ser la Eso, Bachillerato e incluso la universidad.

Pero si miramos la enseñanza en los colegios, que es donde comienza todo, veremos que es desde ahí donde se empieza a enseñar mal. Además, desde que se decidió juntar, por ejemplo, las asignaturas de Ciencias de la Naturaleza con Inglés vemos que los estándares de aprendizaje que un niño debiera tener a esa edad de Ciencias Naturales, en realidad no los tiene porque se limita a aprenderse un vocabulario, unas estructuras y conseguir saber lo que significa para después llegar al examen y rellenar los huecos que crea adecuados.

Por lo que considero que el bilingüismo está muy mal planteado en los colegios, España no tiene los medios logísticos para impartir una enseñanza bilingüe como se ha pretendido y los perjudicados de esa decisión son los niños.


Miriam Alcaraz Sánchez
3º Educación Primaria

1 comentario:

  1. Sin olvidarnos que la educación bilingüe es segregadora y poco inclusiva. Un alumno TGD, o con retraso madurativo, o con cualquier otra dificultad de aprendizaje, ya está condenado al fracaso escolar desde el primer curso de su escolarización en un centro bilingüe. Y muchas veces, por mucho que se publicite la libre elección de centro, en la práctica, esto no es real, hay plaza donde la hay y si es bilingüe y te ha tocado, no hay más que rascar.
    Yendo un poquito más allá... estoy a favor de la enseñanza del inglés, y del francés, alemán o chino... pero con sentido común, no es falta de medios, es falta de pedagogía, el bilingüismo nos los han metido con calzador.
    Un niño de 3 años, puede escuchar conversaciones en inglés y en castellano simultáneamente... lo que no tiene tan fácil, y tiro de psicología evolutiva, es que este "sentadito y calladito porque ya está en el cole", ni está para "hacer fichas" y mucho menos "deberes"... su cerebro, simplemente "no está para eso"... y ahora métele el red el white o el green... Partiendo de la base de que la educación infantil es una etapa no obligatoria, ese empeño contranatura y contra evolución propia del niño, en que tienen que saber leer y escribir cuando acaben la etapa, lo que trae consigo es, fracaso escolar, a la vista está y ahí están las tasas de abandono y fracaso.
    Sensatez, sentido común y menos prisas... cada uno a su ritmo y todos a tiempo.

    A. Domínguez
    Psicopedadoga

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