martes, 16 de abril de 2013

“Cuéntanos un cuento en francés, s’il vous plaît”



En la asignatura obligatoria de primer curso del Grado de Magisterio para los alumnos de Infantil “Lengua Extranjera y su Didáctica I (Francés)” (9 créditos, anual), realizamos dos trabajos ECTS: uno en parejas y otro individual. El primero de ellos -y como viene siendo habitual desde que se implantó Grado en nuestra Facultad hace ya 4 cursos- lo venimos dedicando a la animación a la lectura en francés. Para ello, ofrecemos a los alumnos álbumes ilustrados en francés que han de trabajar, por un lado, desde el punto de vista léxico para narrárnoslo en clase a todo el gran grupo y, por otro, han de realizar un trabajo de programación insertando el material de su elección en la metodología por proyectos.

Cada año me sorprenden más y lo hacen mejor, pues no hay nada más gratificante para el docente y sus alumnos que ofrecerles un material real (es decir, cuentos que los propios niños francófonos conocen y trabajan en la escuela o tienen en sus casas) y ponerles en una situación ficticia de aula programada por ellos: en este caso, teniendo en cuenta que la dramatización del cuento la desarrollarán para niños españoles que estudien en una sección europea (francés) de un colegio infantil de nuestra Provincia; generalmente, en el aula de 5 años. Pese a que es una actividad muy difícil, y ciertamente a algunos les crea algo de inseguridad, ansiedad y pánico escénico totalmente lógicos, los alumnos de Magisterio lo hacen muy bien porque no sólo nos cuentan un cuento en francés (que es francamente difícil) sino que nos lo animan y ponen en práctica los conceptos metodológicos que hemos trabajado anteriormente en la parte teórica de la asignatura. Por otro lado, y esto es una destreza destacable en el/la alumno/a de Magisterio, despliegan todo su ingenio y creatividad al fabricar material propio, que quizá en el futuro puedan reutilizar o adaptar en sus aulas.


[Esther (haciendo guignol) y Gema contándonos Clara, tais-toi!, la historia de una rana un tanto pretenciosa]

El pasado mes de marzo hemos trabajado en clase las siguiente obras: Arrête de faire le singe (animada por mí), Le chat soleil en formato kamishibai,  Le roi, sa femme et le petit prince, Tout en haut, Quel est ton nom, caméléon ?, J’ai deux mains, j’ai deux pieds !, Le singe et moi, Le mouton et moi, Le Noël de Tchoupi, Un papa, Clara, tais-toi ! y Le roi est occupé. Tras cada exposición, mi objetivo principal ha sido hacer una crítica constructiva y positiva de las fortalezas de mis alumnas así como autocrítica consciente de sus debilidades para que puedan enmendarlas de cara a un futuro, sean o bien maestras generalistas de Infantil o bien especialistas en lengua extranjera. El resultado ha sido muy satisfactorio como grupo: no sólo hemos escuchado once cuentos para niños en lengua francesa sino que nos hemos nutrido de las ideas de las compañeras y, yo personalmente como docente, he disfrutado mucho en estas sesiones y alabado tanto su creatividad como el uso de las nuevas tecnologías en algunos grupos de trabajo.

Somos conscientes también de que en el mundo globalizado actual el inglés lo acapara casi todo. El francés no puede ni debe competir con la enseñanza/ aprendizaje del inglés, pero sí debería resultar un digno compañero de viaje en el mapa plurilingüe y multicultural educativo de nuestra Comunidad Autónoma. La lengua francesa, minoritaria en interés por parte del alumnado en la Universidad de Castilla-La Mancha, quizá nos ofrece otra cosa: no tanto mercantilismo ni utilitarismo respecto al mundo de los negocios pero sí, en nuestra opinión, un paradigma tradicional cultural probablemente más rico e intenso que el anglófono. De fonética “endiablada” y de conjugación de origen latino repleta de excepciones, la lengua francesa se nos antoja también muy dulce y melodiosa para narrar historias en francés a los más pequeños desde la etapa de Infantil. De ahí que como docente esté tan orgullosa del trabajo de mis alumnas, de su interés y entusiasmo así como del itinerario que les ofrece esta Facultad y sólo este Campus de Toledo de poder estudiar francés en los cuatro años de carrera universitaria. Obviamente y como guinda final me guardo siempre el as en la manga para el final (el desenlace esperado y necesario de los buenos cuentos): el monográfico sobre Le Petit Prince de Saint-Exupéry en la asignatura de 4º curso “Lengua, Literatura y Cultura Francesas”, que nos parece un libro esencial y absolutamente obligatorio (y delicioso) que todo/a maestro/a debería conocer y leer. A ser posible, en français…

Profesora de Lengua Francesa y su Didáctica
en la Facultad de Educación de Toledo

La Casa Real de Arabia Saudí ha distinguido al profesor de la Facultad de Educación de Toledo, D. Luis Miguel Pérez Cañada, con el Premio Internacional de Traducción Abdullah Bin Abdulaziz.

Es la primera vez que un español obtiene este reconocimiento de carácter internacional
La Casa Real Saudí premia al director de la Escuela de Traductores por su promoción de la lengua árabe

La Casa Real de Arabia Saudí ha distinguido al director de la Escuela de Traductores de Toledo, Luis Miguel Pérez Cañada, con el Premio Internacional de Traducción Abdullah Bin Abdulaziz. Es la primera vez que un español recibe este premio, el cual reconoce su esfuerzo y trabajo en la difusión de la lengua y cultura árabe a través de la campo de la traducción.
El director de la Escuela de Traductores de Toledo, Luis Miguel Pérez Cañada, ha sido distinguido con el Premio Internacional de Traducción Abdullah Bin Abdulaziz en la categoría individual al esfuerzo en traducción (Translation Award for Individual Efforts in Translation), en reconocimiento a su labor docente e investigadora del mundo árabe a través de la traducción de obras literarias a otras lenguas.

El profesor Luis Miguel Pérez se convierte así en el primer español en recibir este premio instituido por la Casa Real de Arabia Saudí en el año 2006 con el objetivo de reconocer a las instituciones y personalidades que contribuyen a difundir la lengua y cultura árabe. El galardón, dotado con 500.000 riales saudíes (133.000 dólares), le ha sido concedido ex aequo al traductor brasileño Joao Baptista de Medeiros y será recogido por ambos en la ciudad de Brasilia en el mes de octubre.

Tras conocer la noticia, el profesor del Departamento de Filología Moderna de la Universidad de Castilla-La Mancha ha manifestado su “profundo” agradecimiento por la concesión de este premio, “el más prestigioso al que puede aspirar un traductor de árabe y un apasionado de su cultura y literatura”.

Aunque el premio ha sido otorgado a título personal, el mismo, según Pérez Cañada, es un reconocimiento a la labor que durante casi dos décadas viene desarrollando la Escuela de Traductores de Toledo con su dedicación a la traducción y a la enseñanza de la lengua y la literatura árabe. En este sentido, ha añadido que el galardón es “un paso adelante más en el campo de la traducción árabe en España y un reconocimiento a que la literatura y el pensamiento árabe entre en el mercado comercial español”, tarea que desde hace años viene realizando el centro que dirige.

Por último, el profesor Pérez Cañada ha asegurado que el galardón viene a reafirmar su idea de que “la traducción es la base del diálogo entre las culturas, las lenguas y los pueblos” y que cumple “un papel irreemplazable” en la construcción de las identidades.

Luis Miguel Pérez Cañada es licenciado en Estudios Semíticos y doctor en Traducción por la Universidad de Málaga. Desde 1997 es investigador de la Escuela de Traductores de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha, centro que dirige desde 2006, y desde 2005 profesor de la Facultad de Educación de Toledo. Es director y coordinador de distintos programas propios de la UCLM de traducción de literatura y pensamiento árabes al castellano. En el campo de la investigación está especializado en historia, didáctica y análisis de la traducción y ha traducido y publicado en editoriales españolas más de una quincena de obras de autores árabes.

Fuente de información. Gabinete de Comunicación UCLM. Toledo, 16 de abril de 2013