Las teorías de las desigualdades se diferencian en si se centran en la oferta, en la demanda, o en el ajuste de la oferta y la demanda. En la teoría del capital humano, el problema está en la oferta. En la teoría del funcionalismo el problema está en la demanda. En la teoría credencialista, el problema está en el desajuste entre la oferta y la demanda: el sistema educativo es el problema. La teoría de la reproducción ofrece las herramientas para arreglar los problemas del sistema educativo, utilizando el currículum oculto. Por ejemplo, nos podemos encontrar con un currículum manifiesto en el que se enseñen los oficios mostrando un currículum oculto en el que un tipo de oficios que solo sean de hombres (intelectuales) y otros de mujeres (manuales). Como maestros, debemos modificar el currículum oculto realizando actividades de participación el que los alumnos piensen ciertos trabajos en los que pueden estudiar tanto hombres como mujeres. Spoiler: en todos los trabajos pueden trabajar tanto hombres como mujeres. Hay que modificar el currículum oculto. En numerosos libros de texto, hay repulsión hacia las desigualdad y, como maestros, tenemos que combatir contra el currículum oculto o apoyarnos en él. El currículum oculto es perfectamente modificable.
Otro aspecto a considerar, es el hecho de que los estudios no te aseguran un trabajo bien pagado. Por ejemplo, mi hermano mellizo ha cursado un módulo de grado medio de carrocería y encontró trabajo nada más terminar de estudiar. Sin embargo, yo voy a encontrar más tarde trabajo al haber elegido estudiar en vez de trabajar.
Los profesores nos tenemos que adaptar al grupo de alumnos que nos ha tocado. Tenemos que entender que cada niño tiene una situación diferente y tenemos que adaptarnos a resolver los problemas que en el currículum estrictamente académico no figura. Una frase que dijo el profesor me gustó mucho y me ayuda a visualizar la tarea que tendré que llevar a cabo como profesor. Ésta dice así: "Un profesor que presume de los alumnos que han suspendido es como si un abogado presume de los casos que ha perdido".
Actualmente, estamos arrastrando una crisis permanente desde hace varios años. Es por ello, que tenemos retos muy duros y tenemos que transmitirlos y convencerlos de que pueden cambiar el mundo. Nuestro fin es controlar el fracaso escolar ya que existen informen que estudian a alumnos de distintos países desarrollados que muestran la cantidad de fracaso escolar que existe. Existe fracaso escolar por la escuela, en la escuela y de la escuela.
El fracaso escolar en la escuela es aquella que manifiesta que la causa del fracaso es la desigualdad social. El fracaso por la escuela, responsabiliza a la escuela y exime el sujeto y a sus circunstancias. Por ejemplo, si la escuela se encuentra en un ambiente donde es común la intimidación a los profesores, habrá un descontrol que conllevará al fracaso. El fracaso de la escuela consiste en analizar los problemas de la escuela. En los factores individuales, encontramos la corriente genetista y la psicoafectiva. En ésta última se fijan en el individuo. Por ejemplo, decir que un niño que se porta mal y es un estorbo para la clase y culpa a sus padres de su comportamiento. Las carencias socioculturales identifican las carencias y nos enseña a educar a los alumnos. Culpan a la familia y defienden a los niños que provienen de un medio social desfavorecido. La corriente interactiva aboga que la mayoría de los profesores no son capaces de hacer frente a los alumnos y, por ello, tienen fracaso. Es importante analizar las distintas interrelaciones entre los diversos agentes educativos: niño, familia y centro escolar. Hay una frase de Mandela que me gusta por la dimensión de su contenido: "la escuela no cambia el mundo, la escuela cambia a los niños que cambiarán el mundo".
Ahí es donde se encuentra la importancia de educar a los niños para la vida y no ajustarse a lo meramente académico. Es muy importante sobrellevar la relación académica del niño con la familiar ya que todos estos factores afectan al rendimiento del niño. (Domínguez, S. 2010. La Educación, cosa de dos: la escuela y la familia. Revista digital para profesionales de la enseñanza.)
Un buen maestro es aquel que es facilitador y no educador. Los pedagogos en la Antigua Grecia eran los que guiaban a los niños y los llevaban al colegio a la vez que los enseñaban.
Para entender el funcionamiento de algunos colegios, vimos los siguientes vídeos: Comunidad de aprendizaje "La Paz"
Comunidad de aprendizaje. Modelo de prevención y resolución dialógica de conflictos.
Estos dos vídeos, hacen referencia a colegios que utilizan el método dialógico en el que los padres son activos colaboradores del sistema y los profesores tratan a los padres como otros colaboradores (de igual a igual). No se hace en todos los centros ya que requiere de que los padres apoyen dicho modelo.
A la hora de instaurar una norma, los maestros deberíamos tratar de igual a igual con los alumnos y, de esta forma, valorar sus pensamientos e intereses. Esto sirve para mantener el orden de las aulas. Son los niños los que, a raíz de sus experiencias, crean las normas. De esta forma, se sientes parte de la solución. Evidentemente, cada norma hay que adaptarla a la situación de cada niño.
Cuando una persona se siente importante, lo hace con más ganas y más a gusto. En este caso, es una experiencia muy buena para los niños ya que se sienten involucrados. Estos efectos de solidaridad pueden modificar el ambiente de la zona en la que esté el colegio. Ahí está el poder de la educación y nuestra gran responsabilidad como maestros.
En mis futuras clases utilizaré el ejemplo de reconocer a los niños que hacen buenas a acciones ya que es muy importante incentivar este tipo de acciones. Gracias a ello, evitamos el acosador pasivo o el espectador, tan presente en el bullying y que es igual de responsable que el acosador. Además, los niños interiorizarán que las buenas acciones son recompensadas y reconocidas por la sociedad. Educaré a los niños de tal forma que sean adultos solidarios y comprometidos con el prójimo, ayudando a todo aquel que requiera ayuda. Por otro lado, al poner a los alumnos que se portan mal en un cartel aparte, haremos ver a los alumnos que las malas acciones te apartan del resto de personas y quedas señalado. Esto resultará tan incómodo, que procurarán no volver a hacerlo.
Sergio Pina Azaña
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