Aunque en ciertas ocasiones estoy de acuerdo con esta premisa, no puedo evitar pensar qué sería de nosotros sin la educación. Si la sociedad ya es un desastre sin educación sería una total anarquía. Aunque por otra parte también podría ser que diéramos importancia a otras cosas y el aprendizaje seguiría estando, pero puede ser que de una manera más prácticas.
A estas alturas pienso que la educación es un puro trámite para acabar trabajando y tener la misma rutina, pero cobrando un sueldo, que con suerte dará para algo más que llegar a fin de mes. Y si es cierto que adquirimos cierto conocimiento, pero, al igual que he dicho en otras entradas nuestro desarrollo se ve mermado por todas estas reglas y obligaciones que nos imponen, ya que en ningún momento se nos impulsa a querer aprender, haciendo que la educación y todas sus instituciones carezcan de sentido alguno.
Más bien se convierte en una etapa de nuestras vidas que nos restringe como humanos y evita la evolución, pues somos menos creativos y curiosos, ya que se vuelve algo "innecesario" para la mayoría de trabajos.
La educación podría servir para muchas cosas positivas, sin embargo, la hemos arruinado, ya que valoramos más unas notas que lo que realmente aprendemos.
Anastasia Carla Creta Creta
2º Ed. Primaria Mañana
AnastasiaCarla.Creta@alu.uclm.es
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