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lunes, 6 de marzo de 2017

Las adivinanzas de Fernán Caballero llegan de la mano de Javier Caboblanco

Celebramos el centésimo-cuadragésimo aniversario del fallecimiento de la escritora y folklorista Fernán Caballero con esta exposición, que recoge el material para un divertido juego pedagógico.
Cecilia, nacida en Morges, Suiza, el día de Nochebuena de 1796, era hija del cónsul prusiano, Juan Nicolás Böhl de Faber, y de la escritora gaditana Francisca Javiera “Frasquita” Ruiz de Larrea. Regresaron a España cuando ella tenía 17 años, estableciéndose en Cádiz.
Contrajo matrimonio en tres ocasiones, enviudando de sus tres maridos. A causa de las deudas que le dejó el último quedó en precaria situación económica. Vivió en Suiza, Puerto Rico, Hamburgo, Puerto de Santa María y Sevilla, ciudad en la que murió el 7 de abril de 1877, a los 81 años.


Universalmente es conocida por su pseudónimo literario de “Fernán Caballero” (tomado de la localidad ciudadrealense homónima) -del que tuvo que valerse para dar a la imprenta unas obras que, en la época en que le tocó vivir, no era fácil publicar bajo el nombre de una mujer-, dejó impreso un extenso y brillante legado literario y periodístico que la convirtió en una de las pioneras de la narrativa femenina española, y tal vez en la primera mujer (o de las primeras) que en España se dedicó profesionalmente (es decir, cobrando por ello) a las Letras
Escribió una veintena de obras, como las novelas “La familia de Alvareda”“La hija del Sol”, “Callar en vida y perdonar en muerte”, “La gaviota” “Un verano en Bornos”“Clemencia”, pero también recopilaciones de cuentos y poesía populares, costumbres, refranes y adivinanzas: “Cuentos y poesías populares andaluces”“Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes populares”, “Cuentos de encantamiento infantiles”“El refranero de campo y poesías populares”, “Cuentos, adivinanzas y refranes populares, recopilación”.
Parte de su obra narrativa fue escrita originariamente en alemán y francés, lenguas que dominaba perfectamente. Sintió siempre mucho interés por la tradición oral y el folclore, elemento imprescindible de los cuadros y novelas costumbristas que escribía. De hecho, en muchas de sus obras consideradas más literarias hay siempre presencia de la tradición oral (por ejemplo, en La gaviota puede encontrarse el cuento de “El medio pollito”).
En el prólogo de uno de sus libros de cuentos dice: “En todos los países cultos se han apreciado y conservado cuidadosamente no sólo los cantos, sino los cuentos, consejas, leyendas y tradiciones populares e infantiles; todos menos en el nuestro” (pp. 11-12). Ella, al igual que los hermanos Grimm, quiso dejar constancia de la riqueza de la tradición oral española. Es por ello no solo nuestra primera folclorista, sino también una de las primeras escritoras españolas de literatura infantil. Hizo un intento de clasificación de los cuentos tradicionales, señalando por un lado los cuentos didácticos (cuyo afán era enseñar) y los cuentos reideros (que sólo pretendían entretener, hacer reír).
La presente exposición es un trabajo sobre 34 acertijos que, gracias a la autora, han llegado hasta nosotros.


Como las adivinanzas son juegos, la exposición está concebida como un juego entre la pregunta y la búsqueda de la respuesta.


Cada pregunta viene acompañada de un número en negro. Quien se preste al juego del “Adivina, adivinanza…” debe buscar la respuesta en cualquiera de los 34 libros y hacer corresponder el número negro del acertijo con el número rojo de la respuesta.


¿Quieres jugar con nosotros?
La exposición "Adivina, adivinanza: ¿Fernán o Cecilia?" podrá verse en el vestíbulo de la Biblioteca “Fábrica de Armas” durante los meses de Marzo y Abril.
Para saber más:
Portal dedicado a Fernán Caballero, en la Biblioteca Virtual Cervantes
Canal  de YouTube del maestro y papiroflecta Javier Caboblanco

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