“Según un informe de abril de 2007, el 93% de los norteamericanos entre
los 12 y 17 años utilizan internet de los cuales más de la mitad usan redes
sociales. De estos, el 77% tienen visible a todos los usuarios su perfil
público, de los cuales un 59% piensa que su perfil solo lo puede ver su núcleo
de amigos. Es preocupante esta cifra, por el gran índice de pedofilia que se ha
detectado en estas redes y la facilidad de contacto. De igual forma, el
artículo 39 establece que “los niños
gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por
sus derechos”, lo que se refleja en la incorporación al ordenamiento
jurídico español de la Convención del 20 de noviembre de 1989 sobre los
Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por
su parte, la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del
Menor, que modifica parcialmente el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento
Civil, establece que los menores tienen derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen. Este derecho comprende también la
inviolabilidad del domicilio familiar y de la correspondencia, así como del
secreto de las comunicaciones.”
Debemos tener claro como
ciudadanos de una sociedad tan informatizada, pero sobre todo por ser futuros
docentes, los principales riesgos del uso de estas tecnologías y que un uso
responsable de ellas puede evitar o reducir un posible ataque sobre la
integridad física, moral o intelectual de nuestro alumno.
El hecho de que la red social
exponga a toda la red de contactos una gran cantidad de datos personales, hacen
que estas se conviertan en grandes fuentes de información, conllevando así a
gravísimos problemas para los usuarios. Sin embargo, en la mayoría de
ocasiones, los usuarios hacen caso omiso de los avisos legales y políticas de
privacidad (Destacando que la mayoría de las redes sociales utilizadas en
España no llevan a cabo el tratamiento de los datos personales, trasladándolos
a terceros). Otro de los problemas es que dichos textos legales no son
comprensibles para un ciudadano medio e incluso aparecen en sitios de difícil
acceso. Por lo tanto, para su mayor credibilidad deben resaltar lo máximo
posible este tipo de información y en lugares de mayor visibilidad.
Nuestra labor como ciudadanos
debemos concienciar de la importancia de ser respetuoso con el resto de
usuarios y a no vulnerar la intimidad de los mismos. Actualmente, es frecuente que
mucha gente sea desconocedora de estos hechos e incluso nieguen que ocurran en
su ciudad o en su localidad. Sin embargo, esto no es la realidad, los niños
desde muy pequeños ya empiezan con la alfabetización digital, a la que debemos
añadir nosotros como futuros docentes, la educación de los riesgos en la red.
Esta sensibilización, formación e información que se transmite vendrán con
conductas acertadas en un futuro frente a los riesgos que se puedan producir.
Jonatan Sánchez Blanchart
2º Educación Primaria
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