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martes, 13 de mayo de 2025

APRENDER DESDE EL VERDADERO SENTIDO

"La educación se encuentra en muchos aspectos de la vida, incluso en el cine. En esta reflexión quiero compartir cómo dos películas, muy diferentes entre sí — Escuela de Rock y El club de los poetas muertos— me hicieron reflexionar sobre el rol del profesor en la sociedad. Al final, ser docente no se trata solo de enseñar contenido, sino de dejar una huella. 

Desde mi perspectiva como futura maestra, esta es mi forma de entenderlo:
Existen películas que solo buscan entretener, otras que te dejan reflexionando y algunas pocas que logran ambas cosas. Escuela de Rock y El club de los poetas muertos me hicieron detenerme y pensar: ¿qué tipo de profesora quiero ser en el futuro?

Siempre he considerado que Escuela de Rock es mucho más que una simple comedia. Más allá de las situaciones graciosas y el caos generado por un profesor tan peculiar, hay algo que me resuena profundamente: la educación no siempre debe seguir los mismos patrones de libros o reglas estrictas. A veces, enseñar es también escuchar, permitir que el otro descubra lo que realmente le apasiona. Dewey, sin proponérselo al principio, termina siendo un profesor que motiva a sus alumnos. Les hace sentir que su voz es importante, que lo que sienten puede convertirse en algo significativo, como una canción.

Por otro lado, El club de los poetas muertos me tocó de una manera más profunda. Es una película que, aunque duele un poco, también ilumina. Keating, a través de sus clases de poesía, no solo enseña versos, sino que enseña a ver el mundo de otra forma, a atreverse, a cuestionar. A veces olvidamos que educar también es invitar a reflexionar y acompañar a los demás, incluso cuando el camino no es fácil o va en contra de lo esperado.

Lo que une a ambos profesores, tan diferentes, es esa forma de enseñar con el corazón. No solo buscan que sus alumnos saquen buenas notas, sino que encuentren sentido en lo que hacen, que se conozcan a sí mismos. Y esa es una de mis metas también. No tener todas las respuestas, pero sí saber estar presente, creando un espacio seguro donde cada niño pueda ser él mismo.

Hoy, con tantos cambios y lo difícil que es a veces realmente conectar, estas películas me recuerdan que la educación no se limita a una pizarra o a un horario. Educar es sembrar algo, ya sea una chispa, una duda, pero siempre con la esperanza de que, en algún momento, eso crezca.

En el fondo, lo que más me inspira de estas películas es que enseñar es, en muchos casos, creer en el otro, incluso cuando esa persona aún no cree en sí misma. Como dice Dewey en Escuela de Rock: "Un buen profesor no sigue las reglas, las rompe". Tal vez, educar también sea eso: romper con lo establecido para dar paso a lo genuino".

Nazareth García Farao, alumna de 2º Educación Infantil 2024 - 2025.
E-mail de contacto: garciafnaza02@gmail.com

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