Las altas capacidades son una cualidad que posee el 5% de la población escolar actualmente, y que además de ser un proceso de evolución y constancia, requiere una grandísima atención de parte del profesorado para poder desarrollar su máximo potencial, tanto escolar como personal. En las altas capacidades se deben tener en cuenta 3 factores que son fundamentales a la hora del aprendizaje del niño (Emoción, Cognición y Motivación.), que tienen una igual relevancia a la hora del aprendizaje del niño.
Así entonces el descuido de alguno de estos 3 factores puede dar lugar a casos de fracaso escolar de estos niños que poseen altas capacidades. Como puede ser el ejemplo de las disincronías en el aula o la familia, donde el ritmo de aprendizaje puede ser muy lento en comparación de lo que estos necesitan, consiguiendo así que los niños se aburran y terminen en conductas disruptivas y agresivas, o problemas de disciplina.
Para poder solucionar todos estos problemas, necesitaremos conocer cual es la manera en la que estos chicos aprenden, y en su caso se destaca el cómo estos optan por un estilo de aprendizaje que esté basado en la creatividad, en la búsqueda de aprendizajes y soluciones que estén ligadas más a la vida real que al hecho del aprendizaje, a la investigación y exploración por si solos, y a la consecución de logros y desarrollo personales.
Nosotros, como docentes, debemos permitir a estos alumnos que desarrollen los 3 aspectos de su aprendizaje de manera correcta, logrando así que estos alcancen su máximo potencial. Pero esto no tiene que significar que a estos alumnos se les trate aparte de sus compañeros con una individualización extremadamente peculiar, si no más bien debemos de aprovechar las capacidades que el alumno nos ofrece para integrarles en el aula, explotando su potencial aprovechándolo para desarrollar también a los demás alumnos de la clase.
Para esto deberemos realizar una serie de cambios radicales que hagan que el foco del aprendizaje deje de basarse en intentar responder las dificultades y necesidades de los alumnos, y se centre en conseguir explotar las máximas potencialidades de los alumnos, llegando así a concretar clases con un nivel de exigencia mucho más elevado, lo que se verá reflejado en los resultados de los alumnos.
Como conclusión final, los docentes debemos trabajar pensando en el futuro de los niños con altas capacidades, pues al fin y al cabo son nuestros mayores recursos humanos para la sociedad que viene, y no podemos permitirnos que estos se pierdan por una mala gestión y educación del profesorado.
Referencias Bibliográficas
Martín Rodríguez, R. M., & Vargas Sanz, M. (2014). Altas capacidades en la escuela inclusiva. Padres Y Maestros / Journal of Parents and Teachers, (358), 39–44. Recuperado a partir de https://revistas.comillas.edu/index.php/padresymaestros/article/view/4087
Álvaro Arroyo Cerro
2ºA Primaria
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