Esta es una de las principales conclusiones del encuentro “Perdóname mi amor, voy a cambiar. Una aproximación a la violencia de género desde la adolescencia”, que ha organizado Quiero, plataforma que trabaja en la ecuación negocio, sostenibilidad y marca, junto al Espacio Abierto Quinta de los Molinos. En el evento, presentado por Carmen Riestra, responsable de Arte, Cultura y Sostenibilidad en Quiero, se han reunido artistas, especialistas en la materia y estudiantes de bachillerato para evaluar la situación actual y las posibles soluciones al problema de la violencia machista.
La cineasta Sara Bamba, fundadora de Helsinki Films y miembro de CIMA (Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), ha destacado la necesidad de que se incorporen más y más mujeres al sector audiovisual y en diferentes roles, pasando de musas a autoras. La sensibilidad y la forma de relatar y de dirigir es diferente y las cifras siguen siendo desiguales. En su opinión, tenemos una falsa sensación de haber avanzado mucho cuando aún queda un largo camino por recorrer, especialmente, en los espacios menos visibles, en los ámbitos familiares o círculos íntimos donde cuesta más empoderarse y marcar límites frente a conductas sexistas.
En esta misma línea, Laura Casado, alumna de Bachillerato, ha explicado que, personalmente hace todo lo posible por que no le influencien estas conductas, pero que, el día a día está lleno de pequeños detalles machistas, muchas veces disfrazados de caballerosidad.
Por su parte, Marta Prado Pascual, coordinadora del Plan Integral de Convivencia en el distrito de Villaverde en la entidad Acais, ha comparado la situación con un iceberg en el que tendemos a ver sólo la punta: la violencia física, sin llegar a prestar atención a los detalles que nos acompañan cada día. De criticar el rendimiento deportivo y humillaciones en redes sociales a situaciones de dependencia afectivo sexuales rozando el abuso, son muchas las situaciones que, desde un plano invisibilizado, constituyen el germen de la violencia física que sí nos escandaliza.
Para poder abordar esta problemática, Marta Prado destacaba la importancia de poner en marcha programas e iniciativas que ayuden a los y las jóvenes a verbalizar cómo se sienten frente a este tipo de situaciones y hasta qué punto les limitan los mandatos de género.
Harold Ron, estudiante de Bachillerato e Integrante de Mundo Quinta, proyecto de creación escénica con adolescentes, ha admitido haber visto cómo sus compañeros, chicos y chicas, se sentían condicionados por este tipo de imperativos culturales. Por su parte, Jacob Rosales, estudiante de Bachillerato e Integrante de Mundo Quinta, ha destacado cómo determinadas actividades, como el baile y la danza, siguen estando marcadas entre ciertos sectores, que las consideran asociadas al género.
Ritxar Bacete, autor de “Nuevos hombres nuevos: la masculinidad en la era del feminismo”, añadía que el machismo, la violencia… no vienen del aire. Habitan en cuerpos y se manifiestan de forma similar al teatro: “Construimos nuestra identidad de forma similar a la de un personaje en una obra y así, dependiendo del proceso de aprendizaje y socialización que vivimos, expresamos y perpetuamos estos estereotipos”, comentaba.
En su opinión, la agresividad, la violencia y la competitividad nunca deberían ser elementos de construcción de la identidad de género. La mejor forma de derribar las barreras y de corregir estos estereotipos es inculcar la empatía. Cuando somos capaces de ponernos en el lugar de la otra persona y entender lo que siente, se empieza a tomar conciencia de los pequeños detalles que giran en torno al machismo.
Proyecto CACTUS
La mesa redonda “Perdóname mi amor, voy a cambiar. Una aproximación a la violencia de género desde la adolescencia” ha supuesto la continuación del taller impartido por Belén De Santiago, actriz y arte educadora de Cross Border Project, el pasado 2 de diciembre. Con un relato como punto de partida, se invitaba a los y las jóvenes participantes a reflexionar sobre estereotipos y violencia de género.Centrado en el ODS 5, Igualdad de Género, el taller estuvo basado en la primera actividad audiovisual e interactiva de toda una serie que, con el nombre Proyecto CACTUS (Colección de Acciones Transformadoras Urgentes para Secundaria), constituye un completo itinerario digital de activación de los 17 ODS en las aulas.
Proyecto CACTUS apuesta por la incorporación del arte en el aula para facilitar nuevas experiencias educativas y acercar los ODS y los objetivos de la Agenda 2030 a las aulas a través de herramientas innovadoras para los docentes. Proyecto CACTUS forma parte de la plataforma de Arte y Cultura “La Revolución de las Emociones”, impulsada por Quiero.
Contacto de prensa:
Madrid, 14 de diciembre de 2020. En los últimos años se han producido visibles avances para “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, tal y como se propone el ODS 5 de Igualdad de Género de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Sin embargo, aún persisten comportamientos cotidianos que las chicas perciben como sexistas y los chicos no, por lo que a ellas les resulta más complicado empoderarse y defender sus espacios. | | |
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