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lunes, 11 de junio de 2018

¿COMPENSA USAR SIEMPRE LAS REDES SOCIALES?

Hace tiempo que me doy cuenta, a medida que abordaba las clases en educación y sociedad en la que conocemos la historia de la tecnología, sus usos, ventajas e inconvenientes, que está bien saberlo, pero me da la sensación de que no es lo que yo personalmente busco.



¿A qué me refiero con esto? Me planteo el hecho de si no debería haber nacido en esta época.Aunque mis sentidos no sean anormalmente agudos, esta época la conozco como la de las distracciones. Hay un bombardeo agotador de constantes inputs, es una cacofonía que se nos mete en casa y que impregna nuestras mentes a falta de una palabra mejor.

Durante mucho tiempo solo hubo un remedio para calmar mis terminaciones nerviosas que era leer, lo que sea, ya sea un libro, ya sea un periódico, algo de papel. En mis momentos menos productivos pienso que si hubiera nacido en una época más sosegada, no tendría periodos de nerviosismo tal vez. Quizá habría sido más equilibrada en cuestión de estar tranquila en momentos de ansiedad o una persona más realizada. Una época diferente, una en la que pudiera estar antes de que todo se amplificase.

Si no tuviese tentaciones como una tecnología más avanzada o inteligente, a la par que personas cada vez más expertas en un tema en el que yo por mucho que vea no entiendo todos los tecnicismos de la materia; tendría mayor uso de mis capacidades, esas tentaciones no estarían bombeando en mi cabeza, ruidos tan comunes hoy en día como los coches o hasta las obras que hay a la vuelta de la esquina son un incordio tedioso que no cesaría.

Hoy comienzo mi experimento que voy a explicar para comprobar si mis capacidades mentales aumentan, disminuyen o se mantienen neutrales:

He eliminado dos redes sociales de las cuatro a las que estoy suscrita, de por sí no las utilizaba más que una vez cada cuatro meses, en este caso es el Facebook. Otra red que he eliminado y que en un principio tuve por experimentar las ventajas que había es el Instagram.

Personalmente, esas dos redes sociales están muy sobrevaloradas, al Instagram no he visto más que inconvenientes, un ejemplo: no poder descargarte imágenes. Una pariente mía me dijo las cosas que NO puedo hacer en Instagram, lo cual me había extrañado que la lista de contras fuese más larga que la de a favor. Decidí dar una oportunidad de un mes y solo uno para ver si algo me hacía cambiar de idea, por no hablar de que no sabía cómo manejar esa app y ella tuvo que hacerme una guía de qué botón hacía qué.

No fue muy rentable que digamos, ocupaba espacio en mi móvil de forma innecesaria, me metía solo un par de veces y nada cambiaba, seguía con la misma opinión. Y a día de hoy sigo sin entender el por qué la gente está tan aislada tanto en Instagram como en Facebook o el Snapchat (ni siquiera me he descargado esa app para saber que es casi igual que la primera aplicación dicha anteriormente). Conclusión: Eliminar esa cuenta sin apenas acordarme de que la tenía ahí para simplemente probar, no me llevaba a ninguna parte y no hizo que mis capacidades bajaran o mejoraran. Aplicación borrada, sin cambios aparentes.

Después probé con una aplicación más usada por más personas de diversas edades, el Facebook. Obviamente llevaba más tiempo en esa red social, pero solo me metía aproximadamente dos veces cada cinco meses o más. No es una exageración, ya que solo usaba esa aplicación en el ordenador para estudios de la cultura oriental y recetas de repostería. (Que ahora que lo pienso, muchas mujeres, madres sobretodo, tienen esa página solo por las recetas. Curioso, mi madre es una de ellas). Aquí encuentro menos contras que en la red social anterior, pero aunque sean pocos, son muy perjudiciales para la privacidad, pero como nos informan de lo que queremos, lo damos por válido o no nos molestamos tanto por ello. Guardé los enlaces de las páginas de cultura y experimentos, y me costó mucho eliminar la cuenta porque te pedía el motivo, ¿por qué tenía que dar esa información? Si alguien se quiere eliminar una cuenta, no deberían indagar en el motivo por el que se la desinstala, que en ese sitio tus datos son más accesibles y con mayor riesgo a ciberacoso/ciberbullying o que te hackeen la cuenta. Conclusión: Esa aplicación al ser eliminada, ha supuesto un mínimo cambio, no estar pendiente de las noticias que dicen ya por la televisión o tener que saber cosas sobre la vida de otras personas que no me influye para nada en mi vida cotidiana, (porque pienso que si hablas con la gente en persona y sobre todo si es una familia que vive cerca de ti, no hay necesidad de establecer contacto por redes sociales).

Animo a más personas a que sigan estos pasos, a mí me ha costado menos, pero la diferencia reside en que yo no estoy pendiente de las redes sociales, ahora mismo solo tengo cuenta en Pinterest (desde hace siete años) y Twitter (desde hace más o menos tres), no las uso mucho pero no quiero borrarlas, más que nada porque me sirve para ideas de proyectos tanto para mi carrera como para mi vida personal.

Sé que cuesta desprenderse del contacto con el mundo digital, y seguramente la mayoría de vosotros enfatiza la importancia de Facebook e Instagram, pero precisamente el cambio puede ser positivo en el caso de la gente obsesionada con ellas. Si la gente accediera a hacer el experimento, sus capacidades perceptivas y cognitivas darían un giro mayor.


Cristina Prieto Blázquez.
2º Educación Infantil.
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