Nos encontramos ante un dispositivo que ocupa la mayoría de las tareas de nuestra vida diaria, ya sea para buscar recetas, comunicarnos con amigos o familiares, consultar búsquedas, leer o un sin fin de posibilidades.
Ya no solo forman parte de la vida de los adultos, sino que los alumnos también comienzan a tener, en su gran mayoría, el móvil a su disposición.
Y llegados a este punto, deberíamos plantearnos una cuestión: ¿Qué hacemos con los móviles en el centro escolar?
Hasta ahora habían estado totalmente prohibidos en las instalaciones del centro, sin permitirse su uso, por lo que, los alumnos permanecían con los dispositivos apagados durante la jornada escolar. Pero siendo realistas y viendo las grandes posibilidades que nos ofrecen en todos los ámbitos, ¿deberíamos plantearnos su uso en las aulas?
Desde mi punto de vista, el uso de los teléfonos móviles podría ser un elemento a favor de los alumnos y de su proceso de enseñanza-aprendizaje, siempre y cuando se siguiesen las normas u órdenes establecidas. Para llevar a cabo dicha tarea, es necesario fijar unas normas de uso, puesto que, los alumnos no deberán usar sus móviles para pasar el rato en sus redes sociales, sino con fines educativos. Por ejemplo, para la actividad del Kahoot.
A continuación, adjunto un link de una iniciativa de un colegio para que podamos ver su funcionalidad: https://observatorio.profuturo.education/blog/2015/01/05/4374/
Ángela Martín Manzanero, 4ºB.
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