La  palabra educación proviene del latín y significa criar. Educar no es solo  instruir, educar es transmitir a los alumnos una serie de conceptos valores y  normas sociales que les prepararan para el mundo que les espera después de la  educación primaria. De la tarea de educar nos encargamos los docentes, por lo  que en nuestras manos están los futuros integrantes de la sociedad. Por esta  misma razón la educación que deben recibir los alumnos debe estar pensada para  que adquieran los valores cívicos necesarios para vivir en sociedad.
Nuestros  alumnos van a llegar al aula con unas normas sociales previamente aprendidas en  su familia. Por lo tanto debemos saber que la familia es el primer agente  educador para los niños. En las familias aprenden a hablar y a respetar a sus  mayores, también aprenden a querer y llegan con una gran ilusión por descubrir  el mundo que los rodea. Es tarea de los maestros enseñarles a adaptarse a la  sociedad, la cual, está en constante cambio y evolución. El potencial que  tienen los alumnos en esas edades debe ser desarrollado al máximo para poder  hacerles ver que aunque la sociedad tenga unas limitaciones siempre es posible  ser uno mismo, y con esto estaríamos contribuyendo a crear identidades, las  cuales serán las que tengan que sobrellevar el peso de la sociedad cuando sean  mayores.
Podríamos decir  que la palabra educación y la palabra sociedad van dadas de la mano ya que una  se da dentro de la otra. Lo ideal sería que con una educación bueno  consiguiésemos cambiar la sociedad para mejorar esos aspectos en los que le  queda aún por mejorar.
Ana Izquierdo Garrido
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