Debido a que en las clases de Educación y Sociedad hemos tratado bastante el tema de las TIC en la educación, me ha parecido apropiado realizar una reflexión personal acerca de ello, centrándome en el papel del docente. Para ello me parece interesante la visualización del vídeo "El rol del docente actual", donde se nos presentan dos escenarios totalmente diferentes.
En el primer escenario aparece un profesor que utiliza las tecnologías como pilar fundamental para su clase, pensando que es un buen profesor al utilizar estos recursos, pero la realidad es algo muy diferente ya que deposita en las tecnologías toda su responsabilidad como docente y carece de una relación cercana con sus alumnos. Cuando sus alumnos le preguntan dudas sobre la tarea, él responde que todo está explicado en la plataforma digital, y que, además todas las preguntas deben realizarse a través del chat de la clase. Podéis pensar que es un ejemplo que exagera un tanto la realidad, y estoy de acuerdo, pero también puedo asegurar que profesores de este tipo existen.
El segundo escenario nos presenta una situación totalmente opuesta, una docente que prohíbe el uso de todo tipo de dispositivo tecnológico ya sean tablets, ordenadores, móviles, etc. durante su clase. Utiliza un método tradicional de enseñanza que tiene los libros como único recurso para la búsqueda de información, esto es así ya que piensa que en Internet hay mucha información falsa, lo que hace que sus clases y su método de enseñanza no se adecúen a los intereses de los alumnos.
Pienso que está más que claro que es imposible calificar cualquiera de estos dos ejemplos como el de un buen docente. Una buena formación está compuesta por el docente y el alumno, y para que esto funcione es fundamental reforzar una buena comunicación tanto verbal: enseñar, impartir, exponer..; como no verbal: el importante feedback, ser cercano, etc. Para que esto perdure en nuestros alumnos es muy importante la motivación, que puede ser intrínseca o extrínseca. También tenemos que ser capaces de reconocer en nuestros alumnos sus dificultades, intereses, necesidades y expectativas, para llevar a cabo un buen proceso de enseñanza- aprendizaje. No se nos puede olvidar que un buen docente tiene que ser empático y flexible, capaz de fomentar la autosuficiencia, la autoformación y la autogestión en el alumno.
Por lo tanto, la introducción de las TIC en la educación y en la escuela no debe hacer que este rol del docente se distorsione, como ocurre en el escenario uno; pero también está claro que la educación ha de ir a la par con la sociedad tecnológica y en el caso del escenario dos no es así. Debemos esforzarnos porque ninguna de estas dos cosas ocurran, y para ello debemos tener muy claro y presente cuál es el verdadero rol del profesor o maestro, sin olvidarnos de ninguna de las claves dichas anteriormente, además de actualizarnos y formarnos para ofrecer una educación que cubra las necesidades de la sociedad actual.
Nombre: Irene Muñoz Espinosa
Titutación: 2º Magisterio Primaria Grupo: B
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