Desde hace tiempo y cada vez más los niños y niñas son apuntados/as a muchas actividades extraescolares pero, ¿por qué ocurre esto?
Hay varias razones por las que los padres apuntan a sus hijos a tantas actividades: puede ser por reforzar aprendizajes en los que necesite apoyo, porque le guste al niño la actividad a la que quiera asistir o porque los padres necesitan de éstas debido al tiempo que les quita el trabajo.
Es claro que con la incorporación de la mujer a la vida laboral los padres disponen de menos tiempo y para ello muchos buscan actividades donde apuntar a sus hijos. Pero ¿los hijos/as eligen las actividades a las que quieren ir o lo deciden los padres?
Muchas veces cuando voy a ver actuaciones finales de actividades o algún partido de fútbol me pregunto porque hay niños/as que hacen que no les gusta.
Creo que la sociedad tiene que ver aquí, ya que muchas veces no somos conscientes de la importancia que tienen dichas actividades para los niños/as. Para ellos es su tiempo de liberarse, de ser ellos mismos, de crecer como personas y de que aparezcan o refuercen valores. Pero parece que si un padre al que le gusta mucho el fútbol tiene un niño al que no le gusta, ya es rarito; y ni hablar de que lo que le guste en realidad sea el baile o pintar. Es la sociedad la que hace presión sobre esos padres que no tienen en cuenta los gustos de sus hijos, porque muchas veces lo hacen por el qué dirán, o porque se creen que apuntándoles a muchas actividades van a ser mejores o van a tener una mejor formación.
También podemos encontrar situaciones en las que los padres apuntan a muchas actividades a sus hijos y luego debido al poco tiempo del que disponen, les recoge una chica que algunos denominan como "niñera".
Otro caso escalofriante es la de casos que se publican en los que adolescentes se suicidan porque tienen demasiadas actividades y no disponen de tiempo; además de pensar que la sociedad les exige más de lo que pueden dar y no se ven capaces, llegando al punto del suicidio.
Por lo tanto a la hora de apuntar a nuestros hijos a actividades extraescolares debemos tener en cuenta además de la calidad, también la cantidad de éstas. Hay que dejarles tiempo para jugar y disfrutar de sus amigos, porque esto puede llevar a que nuestros hijos estén cansados, irritados o duerman mal.
Otro punto añadido es que tenemos que dejarles que elijan, para que pueda desarrollar sus aptitudes y no hacerles ir de un lado a otro de manera que tengan toda la tarde ocupada. Porque después de terminar su jornada lectiva sabe que le queda una larga tarde por delante, y más aún de actividades que no le gustan o no quiere realizar, algo que conllevará a que pierdan el interés o se desmotiven.
Por eso lo importante es equilibrarlo e intentar pasar tiempo con ellos para poder comprobar que están disfrutando, siendo ellos mismos y que no están haciendo algo que es elegido por sus padres porque ellos no pudieron hacerlo.
Para concluir, señalar que las actividades extraescolares son importantes para los niños/as por los beneficios que les aportan, pero comprobando que no sufren estrés, que no tienen una sobrecarga o que no se condicionados por las expectativas que los padres ponemos en ellos; y que algunas veces no pueden conseguir; y no porque no puedan, sino porque no les hemos preguntado y quizás ni le gusta.
Ana Díaz de Miguel
2º de Ed. Infantil.
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