El tema que voy a tratar es el aprendizaje de una o varias lenguas extranjeras en los primeros años de vida, ya que, en la actualidad, se le da una gran importancia al aprendizaje de una segunda lengua para poder valerse autónomamente en el caso de tener que salir del país en busca de trabajo o por cualquier otro motivo.
En los últimos años se han puesto muy de moda los colegios llamados “bilingües”, es decir, que ofrecen el aprendizaje de un idioma extranjero mediante el uso de dicha lengua para impartir las lecciones de algunas de las asignaturas que los niños cursan. Sin embargo, muchos de los colegios conocidos como “bilingües” no cumplen los todos los requisitos que deberían. Con esta afirmación me refiero a que, partiendo de que el término bilingüe conlleva controlar indistintamente ambos idiomas, estas escuelas no proporcionan a los niños la habilidad de controlar las lenguas estudiadas con igualdad.
Bajo mi punto de vista, la introducción de un idioma extranjero desde la Educación Infantil es un acierto. El problema que encontramos hoy en día en los colegios es que se ha enseñado de forma errónea y que se han introducido, en Educación Primaria, algunas asignaturas impartidas en la segunda lengua. Estos factores han contribuido a que los niños no perciban la importancia y el carácter ameno que, a menudo, va de la mano del aprendizaje de lenguas extranjeras. Esta desmotivación lleva a los numerosos alumnos a desinteresarse por el aprendizaje de otras lenguas y por lo tanto obtener bajas calificaciones en las asignaturas que no se enseñan en la lengua materna.
Como solución a este inconveniente que se nos plantea, mi propuesta consiste en dotar a los actuales estudiantes de Magisterio de Educación Infantil, con especialidad en lengua extranjera, de las destrezas necesarias para motivar a los alumnos en el aprendizaje de otros idiomas por medio de actividades o debates a su nivel. Asimismo, sería de gran utilidad proporcionar a los maestros técnicas que ayuden a la mejor interiorización del idioma por parte del niño, prácticamente desde el comienzo de la Educación Infantil.
Por otra parte, a pesar de la enorme importancia que ha adquirido en nuestros días el aprendizaje de lenguas extranjeras, no es conveniente estresar a los niños para que aprendan forzosamente otras lenguas, puesto que un exceso de presión por parte de los adultos puede producir desajustes en el desarrollo normalizado del niño.
A modo de conclusión, para conseguir que se lleve a cabo un aprendizaje de lenguas adecuado, es necesaria la interacción familia-escuela. De este modo, la escuela podrá informar a la familia de las pautas que es recomendable llevar a cabo en casa y la familia podrá dar a conocer información pertinente sobre el alumno en cuestión.
Elisa-Andrea Molero Miranda
2º Magisterio Infantil
UCLM Toledo
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