Extraído de:
UNA SIMPLE REFLEXIÓN SOBRE LA EDUCACIÓN
Hablar de educación en el ámbito de una escuela parece una cuestión innecesaria porque parece que nos referimos a algo sobradamente conocido y aceptado por todos. Nadie discutirá que la escuela está precisamente para educar y por lo tanto debe saber qué significa educar y educación. Es como si preguntáramos por el concepto de salud o enfermedad en un hospital.
Pero, en realidad, lo que hacemos al intentar retomar conceptos sobradamente conocidos es rescatar un sentido que nos pueda ayudar a comprender lo que hacemos a diario o lo que hemos hecho desde hace muchos años.
Casi no hay referencias de la educación que no pretenda convertirla en educación integral; sin embargo, con este adjetivo en lugar de aclarar las cosas podemos encubrir con apariencias la claridad. A veces lo obvio es lo que debemos desvelar.
Toda educación debe ser integral, armónica y permanente:
- Decimos que debe llegar a todo hombre y debe contribuir al desarrollo y crecimiento de todo hombre.
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Debe mostrarse como una síntesis que integra todos los elementos de la persona, sin desarrollar exageradamente uno en desmedro de otros, sin silenciar aspectos y sin acentuar desproporcionada y arbitrariamente otros. No puede hablarse de una educación que es solamente racional o intelectual, solamente afectiva o emocional, o solamente física y corporal.
- No empieza en la escuela, ni termina con ella; no tiene un horario fijo, ni puede darse el lujo de asignarse ámbitos específicos como diciéndose: "aquí se educa, ahora se educa, durante esta etapa te estamos educando". Toda la vida, todos los momentos, todos los lugares educan, contribuyen a la educación o "des-educan", ayudan a crecer o hacer decrecer, contribuyen al avance como persona o a su retroceso…
Toda educación implica el desarrollo de la persona humana en la totalidad de sus dimensiones, es decir un desenvolvimiento, una posibilidad de llegar a ser todo lo que un hombre, persona humana puede o debe llegar a ser. Sin esos desarrollos, el hombre se frustra como tal, no llega a ser persona, queda malformado y lo expresa de múltiples maneras.
Para que el concepto de educación sea realmente rico debemos precisar esas dimensiones constitutivas de la persona, debemos recordar lo que somos y lo que debemos ser, porque si hemos afirmado que la educación es permanente, nosotros no nos hemos educado del todo, todavía…Cualquiera sea nuestra edad y nuestra función en la escuela aun debemos crecer, aun debemos alcanzar la estructura de PERSONA, nuestra "definición humana definitiva".
Elena del Campo Martín
Grado en Educación Infantil, 2ºA 2013/2014
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