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jueves, 16 de diciembre de 2010

GRACIAS, PAPÁS, POR VUESTRA HERENCIA

El maltrato infantil, desafortunadamente, está presente en nuestra sociedad y, aunque a veces intentemos taparnos los ojos y los oídos y hacer como que no existe, eso no hará que desaparezca. Quizá, uno de los principales obstáculos que nos encontramos a la hora de denunciar un caso de maltrato infantil es el miedo, o el no saber cómo proceder o a quién recurrir.


En el aula puede suceder lo mismo, cuando nos enfrentamos a esta realidad, nos surgen muchas dudas: “¿cómo puedo reconocer un caso de posible maltrato infantil?”, “¿qué puedo hacer al respecto?”, “¿cómo debo hacerlo?”, “¿como docente del niño, es mi deber denunciar el maltrato?”.


Por supuesto al ser docentes, tenemos no sólo el deber de educar y formar a nuestros alumnos para convertirlos en ciudadanos aptos, sino que también debemos asegurarnos de su absoluto bienestar en todos los aspectos de su vida, y ello incluye el respeto y cuidado de su integridad física y psicológica.


Por ello, es importante conocer algunas pautas para identificar un caso de maltrato y proceder como corresponde.


¿QUÉ ES EL MALTRATO?
Entendemos por maltrato toda aquella conducta o conjunto de conductas que provocan en una o varias personas un perjuicio, daño, sufrimiento y/o malestar.
Encontramos dos tipos fundamentales de maltrato: maltrato físico y maltrato psicológico. El primero es aquél que se caracteriza por sus manifestaciones físicas o materiales (abuso sexual, violencia doméstica…).
El segundo se caracteriza por sus manifestaciones a nivel psicológico, emocional y mental (acoso sexual, racismo…).


¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE EL MALTRATO PARA LOS NIÑOS?
El que un niño sea maltratado por sus padres o algún familiar, tutor o persona cercana, puede tener numerosas y graves consecuencias.



· Consecuencias físicas. Alteraciones del sueño y la alimentación, retraso del desarrollo motor… · Consecuencias emocionales. Estrés, ansiedad y depresión, baja autoestima, inseguridad… · Consecuencias cognitivas. Dificultades en el rendimiento escolar, absentismo, miedo al fracaso… · Problemas de conducta. Irritabilidad, agresividad, inhibición… ¿CÓMO PUEDO RECONOCER UN CASO DE MALTRATO INFANTIL?Aunque no siempre existan signos visibles que evidencien un maltrato físico, sí podemos observar las “marcas” que deja en la conducta de los niños y, en función del tipo de indicador y la frecuencia con que lo detectemos, podemos considerar si nos encontramos ante un caso de maltrato o no. Algunos de estos indicadores son:


· Fisiológicos. hematomas, suciedad y descuido en la ropa, dolores diversos, trastornos en la alimentación, problemas físicos o médicos que los padres no atienden. · Actitudinales y emocionales. Nerviosismo, ansiedad, hostilidad, aislamiento, pasividad, depresión, tristeza, cambios bruscos en el estado de ánimo, aversión al contacto físico. · Conductuales. Absentismo, bajo rendimiento escolar, no quiere ir a casa al acabar las clases, explosiones de llanto, teme el contacto con otros adultos. · Respecto a la familia, también podemos encontrar otros indicadores: dan muestra de no preocuparse por su hijo, niegan que el niño tenga problemas, cuestionan todo lo que hace el niño, exigen un nivel académico a su hijo inalcanzable para él, menosprecian o culpan al niño, ante una lesión física, no dan una explicación convincente del motivo, en ocasiones, existen antecedentes de maltrato. ¿NEGLIGENCIA Y ABUSO SEXUAL?Aunque no los englobemos dentro de los maltratos físicos y psicológicos, también son situaciones de perjuicio al niño que pueden afectar muy negativamente a su desarrollo.


· Signos de negligencia o abandono: el niño falta frecuentemente a clase, pide o roba objetos o dinero a sus compañeros, viste con ropa inadecuada o sucia, tiene problemas de salud, el niño dice que frecuentemente se queda sólo en casa. · Signos de abuso sexual: dificultades para sentarse o caminar, conocimientos o comportamientos sexuales inusuales para su edad, repentina negativa a realizar ejercicios físicos… Ninguno de estos indicadores demuestra por sí solo la existencia de maltrato, sólo cuando aparecen de forma reiterada y combinándose entre sí podemos comenzar a considerar que el menor esté sufriendo una situación de violencia en el hogar.¿QUÉ DEBO HACER PARA TRATAR UN CASO DE MALTRATO?


· Creer siempre en lo que el niño manifiesta. · Contribuir a atenuar el sentimiento de culpabilidad del niño. · Buscar el asesoramiento de los servicios sociales y psicológicos. En caso de determinarse la necesidad de intervenir, acudir inmediatamente a los organismos pertinentes (fiscal de menores, sanidad, guardia civil…) ¿DEBO DENUNCIAR?Denunciar el maltrato de un niño es una obligación para los docentes. Como denunciantes, no tenemos necesidad de demostrar ese maltrato, de ello se encargará la justicia.
¿CÓMO PODEMOS AYUDAR AL NIÑO MALTRATADO?



· Escuchándolo. · Hablando de sus sentimientos. · Comprendiéndolo y apoyándolo emocionalmente. · Ayudándolo a reestructurar sus valores y creencias sobre la violencia. · Disminuyendo su inseguridad. ¿CÓMO PUEDO FOMENTAR LA PREVENCIÓN DEL MALTRATO EN MI AULA? · Promoviendo la relación igualitaria entre los alumnos. · Educando en el respeto por la sexualidad de los demás. · Canalizando la agresividad. · Desarrollando habilidades sociales y emocionales. · Introduciendo actividades de revisión crítica del uso de la violencia. · Fomentar la confianza y el autoestima de los alumnos. · Controlar en los recreos las actividades y conductas de los niños. · Realizando actividades que favorezcan la resolución de conflictos. · Revisar nuestras propias actitudes, evitando formas de corrección tradicionales tales como gritos, amenazas, agresión verbal, retirada del afecto…   Considerando todo lo anterior, tendremos una pequeña ayuda para saber cómo actuar en caso de que nos encontremos con un caso así en el aula y asegurar por tanto, el bienestar de nuestros alumnos.

Ana Martín García (3º Primaria)

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