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domingo, 12 de diciembre de 2010

Escolarización de niños con necesidades educativas especiales


A partir de unos supuestos dados se va a pasar a explicar cómo habría que escolarizar a los niños ACNEEs.
 
-     Si los niños con dificultades de aprendizaje son identificados y etiquetados como que tienen necesidades educativas especiales, entonces es muy probable que sean tratados como diferentes, devaluados, y estigmatizados.

-     Si los niños que experimentan dificultades de aprendizaje no son identificados individualmente como que tienen necesidades educativas especiales entonces no habrá manera de identificarlos y de asegurar los recursos educativos adicionales para ellos.

El sistema escolar está basado en la igualdad y en la cooperación entre los alumnos y el derecho de estos para desarrollar al máximo sus capacidades.

En España, existen centros e instituciones adecuados para resolver el problema de los niños con necesidades educativas especiales. Estos centros, públicos y privados, están dotados de un equipo perfectamente preparado que ayudará a la rehabilitación.

Lo que no nos puede faltar al incorporar un  niño con necesidades educativas especiales a la escuela es el conocimiento claro, por parte en primer lugar del maestro, del propio niño y de sus compañeros del porque de sus limitaciones.

Además el maestro necesita poder disponer de un asesoramiento que le ayude a enfocar problemas específicos del niño en el aula. La asimilación de los niños con necesidades educativas especiales a la escuela normal es más fácil en un ambiente rural que urbano, generando flexibilidad educativa.

La escolarización de los alumnos/as con necesidades educativas especiales debe garantizar una respuesta educativa adecuada a las necesidades que presentan, y debe estar guiada por el principio de favorecer la integración social en el medio más normalizado posible. La escolarización de alumnado debe hacerse de acuerdo a tres premisas fundamentales:  El tipo de currículo que necesita cada alumno/a en función de sus necesidades educativas;  La elección de un ambiente que sea lo menos restrictivo posible con el fin de favorecer su desarrollo social; Por último, la previsión de medidas de seguimiento y revisión periódica de la situación escolar de cada alumno y alumna con el fin de valorar en cada momento evolutivo cuál es la situación escolar más adecuada.

Por ello, las dos proposiciones tienen parte de razón, por una parte  cabe destacar que no se debería etiquetar a ningún niño con necesidades educativas especiales porque supondría una diferenciación negativa y por el otro lado hay que reconocer la necesidad de identificar a un niño con estas cualidades para poder adquirir los recursos adecuados para superar sus problemas específicos.

Al hablar de necesidades educativas especiales no se acota a los individuos en un grupo cerrado, ni tampoco se les etiqueta; simplemente se define el hecho de una demanda o necesidad. Por ello, cabe destacar que cada niño es diferente, hay que destacar la individualización del niño. No se puede en un conjunto, hay que valorar a cada niño/a como si fuese único. Los niños deberían estar en una escuela inclusiva con los profesores, tutores, recursos humanos y materiales adaptados a las necesidades educativas del niño sin que por ese motivo se produzca una etiquetación, A no ser que sus necesidades educativas especiales sean profundas porque de ser así sería mejor introducirlo en una escuela especial.

Aitor Lirola Pizarro       (3º Educación Primaria)

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