lunes, 11 de septiembre de 2017

ESTANCIA EN LA UNIVERSIDAD UNINORTE (COLOMBIA): CON DERECHO A EMOCIONARSE


        Siempre terminan mis clases con el lema: “Compartid lo aprendido y lo que queda por aprender”. Y mis alumnos así lo recordarán. No sería justo, por tanto, el haber tenido una maravillosa experiencia didáctica y no compartirlo con mis compañeros, alumnos y todo aquel que tiene inquietud por seguir aprendiendo y descubriendo.

        Marché a la Universidad Uninorte de Barranquilla, Colombia, en el  mes de agosto. Tuve que sacrificar descanso, viajes familiares y sobre todo “abandonar” a mi familia, especialmente a mi peque Elisa que dice que han sido demasiados días esperando nuestro regreso.



       Tuve la suerte de contar con el mejor acompañante, mi marido, y aprovechar esos días y la belleza del entorno para celebrar nuestro 25 aniversario de boda.

        Colombia es un país maravilloso y la zona del Caribe excepcional por sus paisajes, su historia, su comida, su artesanía….pero especialmente por su gente amable, entregada, bella por dentro y por fuera y con el poder de poner una sonrisa en cada situación, en cada minuto de su vida por muy dura que sea. Sólo tiene dos cosas incómodas: el super calor húmedo y la diferencia de clases tan terrible que tienen.

     
   La universidad  Uninorte es impresionante a primera vista: llena de vegetación, con las iguanas paseando por los jardines, pabellones de una arquitectura muy cuidada, miles de espacios de encuentro, cultura y ocio. Una universidad que invita a estar allí, a disfrutar de cada momento, de cada jornada por muy larga que sea. El ambiente entre los alumnos se respiraba desde el minuto uno. Pude comprobar como el campus estaba llena de cientos de actividades donde los estudiantes eran los verdaderos protagonistas: exposición de maquetas, talleres de cocina, jornadas  de medio ambiente, fiesta de la educación, estándares informativos, clases de gimnasia al aire libre, ginkanas… Sí es verdad que la temperatura, espacios, vegetación y los distintos restaurantes al aire libre contribuían a crear este ambiente de verdadero aprendizaje significativo, colaborativo y festivo……..pero yo pienso en nuestro magnífico campus, con nuestro entorno y  nuestros recursos y no tengo más remedio que pensar que no lo estamos haciendo del todo bien.


        Mi estancia allí estuvo llena de trabajo Llevé mi maleta llena de información, presentaciones, libros y formas de hacer, pero os aseguro que tuve que sentarme encima de ella para poder cerrarla y traerme todo lo que ellos me habían ofrecido y enseñado.

   
     Mi primera experiencia, como docente, fue en Maestría de educación (que podría equivaler aquí, más o menos, a un máster en educación). Hablamos sobre el sistema educativo español, lo comparamos con el suyo, establecimos las competencias básicas que debe tener un docente, nos reímos, bailamos, jugamos como niños y disfrutamos cuatro horas que pasaron “en un santiamén”. ¿Qué aprendí? Pues fundamentalmente que el docente debe estar en continua formación. Allí el sueldo está ligado a la formación que tengas, es decir cuanta mayor formación (pregrado, grado, maestría o doctorado) más sueldo. Y de impartir esa formación siempre se encarga la Universidad. La riqueza en esas aulas es impactante, pues está llena de experiencias, situaciones laborables diversas, intercambio de materiales y recursos y sobre todo, de mucha práctica. Buena idea: mundo laboral y mundo universitario siempre unido. 

        Los siguientes días tuve el privilegio de trabajar en el grupo de Doctorado en Educación. Un grupo de doce  profesionales que me hicieron sentir viva, que me hicieron sentir importante (ya ves…..) y que me permitieron contagiarles la idea de la importancia de la comunicación eficaz del docente, de la importancia de asentar nuestro hacer desde nuestra competencia emocional para conseguir alumnos emocionalmente competentes y donde trabajamos con estratégicas metodológicas digitales para encontrar en su utilización una buena vía de comunicación, disfrute y recurso excelente de ayuda.

Os invito a que leáis las conclusiones que ellos mismos han redactado al finalizar el módulo. Y que están publicadas en la revista “El recreo”. Hay algunas aportaciones e ideas muy interesantes.
        
También jugamos, compartimos historias, casi vamos de parto (imagino que tu niño ya habrá nacido, quiero fotos por favor) y también bailamos, pues mis peques del cole, cuando se enteraron que yo me iba a Colombia, me preguntaron si les enseñaría también la canción de la mosca que era muy divertida y que por favor les trajera fotos de esos profes mayores bailando. Además, en una reunión de formación de profesores de aquella Universidad, donde se hablaba de cambio de estrategia y metodología para hacer más partícipes a los alumnos, Mauri (que gran profesional) comentó: “lógicamente no vamos a hacer bailar a los alumnos, pero deberíamos intentar……..” Pues siento decirte, Mauri, que he hecho bailar a todos  vuestros alumnos y ha sido “chévere, chévere”. Momentos mágicos diría yo.


        ¿Qué aprendí? Valentía para ser un profesional  incluso en las situaciones más desfavorables y terribles. Valentía para no poner excusas, valentía para seguir luchando y aprendiendo. Valentía para ser humilde a pesar de ser grande,

        Gracias a los alumnos de doctorado. Sois unos grandes Maestros con mayúsculas y os animo a seguir esa gran labor que estáis llevando a cabo. Ánimo con vuestra tesis y sobre todo, ánimo con vuestras valiosas vidas. Venís en mis maletas y en mi corazón.

        Los últimos días hablamos de evaluación en el grupo de pregrado de Preescolar, con jóvenes que tienen gran ilusión por la carrera elegida, jóvenes que absorben todo lo que ven, todo lo que aprenden y que me hicieron sentir genial. (Cuidadme a Porfi, el único chico del grupo, por su valentía y vocación).


       
Y en la última tarde, tuve la suerte de compartir clase con Francís (mi amigo, mi compañero de baile, mi valiente, mi sonrisa y alago constante. ¡Cómo se puede querer tanto en tan poco tiempo!). Fue una tarde especial, donde las alumnas de grado de Preescolar acababan de tener su primer día de prácticas y estaban absolutamente cansadas, dormidas, derrotadas, ansiosas y casi muertas (literal…no os engaño). Francís dijo una frase que me llegó: “….estamos en educación superior y por lo tanto, nuestro esfuerzo y entrega debe ser superior, aunque las fuerzas nos fallen.” (y creo que eso a nosotros se nos olvida muchas veces).

        Nos costó hacer reaccionar al grupo, levantarles el ánimo y el cuerpo, pero yo sabía que la canción de la mosca y mis marionetas otra vez no me fallarían. Y así lo hicimos: cambiamos el plan de la sesión y hablamos de teatro como estrategia, hablamos de emociones, de juegos, de la importancia de la educación infantil y de que ellos no son pre- de nada. Y por supuesto bailamos……..más fotos para mis niños.

        Todo este cúmulo de situaciones y sensaciones también fueron aderezadas por multitud de reuniones de profesores a las que fui invitada. Este espacio sí que llenó enormemente mi maleta.

       
El profesorado es muy cuidado por la universidad, tanto a nivel material, apoyo académico o retribución económica, pero también es verdad que es un profesorado muy comprometido, trabajando muchas horas pero con gran felicidad y entrega. Grupos de profesores que saben que el seguir formándose es la clave de su éxito.

        Allí tienen el CEDU, Centro para la excelencia docente (http://www.uninorte.edu.co/web/cedu/cedu-en-el-mundo) encargado de la formación, integración, asesoramiento, participación y apoyo de todo el grupo de profesores de la Universidad. Pude participar en dos de sus innumerable actividades: Por un lado, en un grupo colaborativo donde un grupo de profesores, de diferentes facultades, planteaban cambios estratégicos en las metodologías propias del aula, las implantaban y finalmente evaluaban entre todos (……..más para aprender aquí……) y por otro, en el club de lectura donde, a través de un texto seleccionado (que casualidad, pues el de ese grupo de docentes era un texto español que casualmente yo conocía) se dialogaba, se compartían experiencias y se buscaba como aplicar esas ideas a sus respectivas labores profesionales. Eso sí, siempre acompañado de un buen café y un gran bollo de queso.


        ¿Qué aprendí? Todo lo que podríamos compartir los docentes de la universidad de aquí…………., cuantos cafés y bollos tendrían excelentes consecuencias………., y que pena el no conocer ni a un solo compañero de otras facultades………tendríamos tanto que aprender unos de otros.  Os prometo que aprendí en esas sesiones mucho más que en numerosas horas de lecturas de libros bien maquetados y de prestigioso renombre. Os aseguro que les envidio.

        Yo también aporté mi granito de arena a esas reuniones de intercambio de experiencias, pero esta vez fue alrededor de un buen queso, jamón y una botella de vino de Marqués de Riscal, que a Margarita le encantó. La conversación duró y duró con la excusa de las viandas gastronómicas españolas, pero las palabras nos engordaron mucho más el alma.  
     
  Y por último, quiero contaros una de las experiencias más bonita, como no podía ser de otro modo, visitando colegios de distintos barrios, de distintos estratos económicos y de distinta metodología. Muy diferentes, pero los niños…..son niños y su sonrisa es igual de maravillosa en cualquier parte del mundo. Menos mal que me acompañó una de mis marionetas y fue la gran triunfadora de la mañana. No olvidaré ese niño que me llamaba “seño de otro país”, no olvidaré a esas grandes profesionales que hacen magia con lo poquito que tienen y nunca olvidaré a una tímida profesora que se acercó a mí y me dijo que había sido una inspiración para ella pues pensaba que con su edad ya podía aportar poco (es decir, me vio vieja…..realmente nos llevamos un año…….pero fue un piropo maravilloso).
        
También hubo tiempo para conocer su bello país, sus museos, sus ciudades como Santa Marta y Cartagena de Indias, sus tradiciones, su artesanía, sus playas….. Y disfrutar con mi marido de horas de luna de miel, tan difíciles de llevar aquí a cabo por el estrés laborar o circunstancias del día a día.



        Son tantos los recuerdos, nombres de grandes profesionales, nombres de alumnos entregados, nombres de alumnas ansiosas de saber, nombres de amigos y amigas……..pero especialmente quiero nombrar a la persona que ha hecho que mi viaje sea posible. La persona más humana, sencilla, hiper sensible y gran amante de la enseñanza: Mónica. Gracias. Eres una de las personas más especiales que he conocido en mi vida. Gracias por tu amabilidad, por estar siempre ahí y por la labor que haces. Gracias.
       
 Gracias a todos por lo mucho que he aprendido, gracias por darme esta oportunidad de seguir creciendo, gracias porque he tenido todo el derecho del mundo a  emocionarse…..y mucho.
        
Ahora toca trabajar, comenzar un nuevo curso, experimentar nuevas situaciones, intentar sacar de la maleta lo mucho que traje. Ahora toca seguir compartiendo.

Puri.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Experiencias de comunicación eficaz en la Universidad Uninorte de Barranquilla (Colombia)

          A lo largo de mi estancia, este agosto, en la Universidad Uninorte de Barranquilla, Colombia, tuve el privilegio de impartir un módulo de Comunicación Eficaz, a los alumnos de doctorado de Educación. Hablamos de cómo ser un buen emisor y receptor, hablamos de las diferentes vías para llegar a los demás, destacando la vía digital como estrategia de relación y reciprocidad al compartir materiales, tiempos e incluso deseos. Pero todo ello lo asentamos en la importancia de una buena inteligencia emocional por parte del docente, para llegar a una muy buena competencia emocional por parte de los alumnos.

          Fue una experiencia maravillosa donde pudimos compartir experiencias, donde nos reímos, bailamos y tuvimos todo el derecho del mundo a emocionarnos por esta maravillosa aventura que estamos viviendo. La aventura de encontrarnos en el camino de la formación (y cuidado que no me refiero a los alumnos que incluimos).

          Ahora quiero compartir con vosotros sus propias reflexiones porque hay mucho que aprender de ellos. Yo me vine con la maleta llena.

          Gracias a ese fantástico grupo de alumnos de doctorado.
          Puri.



                                                                                                           

Universidad del Norte
Doctorado en Educación
Seminario Comunicación y Educación

Comunicación y educación: una relación indispensable

La realización del acto educativo es, esencialmente, un hecho comunicativo. Hoy es impensable hablar de comunicación y de educación como de procesos diferentes. La comunicación es una herramienta fundamental en la mediación pedagógica para la construcción de aprendizajes. En el marco de este seminario dirigido por la profesora María Purificación Cruz hemos dialogado y reflexionado acerca del papel de este binomio educativo. La comunicación y la educación no pueden seguir existiendo, del modo tradicional, como ámbitos totalmente aislados. Por el contrario, el mundo de lo educativo y el de lo comunicativo, deben aproximarse de tal forma que se relacionen eficazmente.
En este escrito es la recopilación de experiencias construidas durante el seminario, en el que las voces protagonistas son los estudiantes de doctorado en educación de la Universidad del Norte; en ellas se podrá observar cierto nivel reflexivo denotando que tanto la Comunicación como la Educación deben experimentar nuevas formas de hacer y ser en el aula. Cabe resaltar que el valor del punto de vista del estudiante adquiere sentido y relevancia por razones tanto personales como profesionales. Dicho de otro modo: la incorporación de tal perspectiva conlleva para la formación doctoral una importante contribución instrumental y legitimadora.

Reflexiones Construidas

La Educación un cambio de mil formas 

Yalov Villadiego, considera que:
Este seminario me permitió ratificar el orgullo que siento por lo que hago; ser maestra de preescolar. Reflexioné sobre el enorme compromiso y la responsabilidad que tengo con la infancia. En este sentido, debo comenzar por reconocerme y entenderme como sujeto, para luego ir al encuentro con mis estudiantes a realizar reconstrucciones en doble vía. Comprendí que cada movimiento, palabra, gesto, tono de voz y pensamientos deben ir acompañados por el reconocimiento de sí mismo y de los otros; éste es realmente el gran valor de la educación. Quiero citar a Buscaglía, porque al iniciar cada día escolar hice una idea suya, muy mía “Al empezar cada día, me propondré escucharte de verdad e intentaré comprender tú punto de vista, al tiempo que trataré de darte el mío de la forma más suave, recordando que ambos estamos creciendo y cambiando de mil formas distintas” (p.225).
De igual forma, Jair Medina Rodríguez:
En las clases de esta semana pude darme cuenta que más allá de llevar a los estudiantes a que se apropien de conocimientos, es necesario hacerlos sentir emociones que les motiven aprender. Es fundamental que como maestros sintamos esa energía y esas ganas de querer ofrecer lo mejor para que los estudiantes sean cada vez mejor, aun cuando las dificultades puedan ser bastante fuertes; la empatía y la comunicación asertiva nos brinda una alternativa, debido que muchas veces no escuchamos y nos cerramos a la posibilidad de que el estudiante exprese sus emociones, centrándonos en la clase y no en el estudiante. Este seminario fue una experiencia maravillosa y una sacudida para reflexionar acerca de cómo estamos llevando nuestra mediación docente y mucho más entender como la comunicación eficaz se hace efectiva cuando el centro del proceso es el estudiante no el maestro.
Por su parte, Claudia Baloco dice:
La clase con la profesora Puri, ha sido muy inspiradora y motivante, hacia un aprendizaje que va más allá de un conocimiento especifico, que no basta con saber más, es necesario sentir más y conocer más de nosotros mismos como personas, como docentes para lograr la mejor comunicación con nuestros estudiantes. Como docentes podemos conectar nuestros estados emocionales a los estudiantes y transmitir las actitudes, creencias, emociones. En esta clase, he conocido de primera mano la importancia de las emociones. Es fascinante ver una persona con tanta energía positiva y tanto amor por lo que hace todos los días, es lo que sentí el primer día con la profesora Puri.  Entendí y sentí lo importante de ser un docente competente emocional y socialmente, las emociones son facilitadoras del proceso enseñanza aprendizaje, es una competencia que todos los docentes debemos tener.




Educación, comunicación y emoción

Para Darwin Tejeda García:
El desarrollo del seminario de comunicación en educación me hizo vivir en el estrecho vínculo que existe entre: emociones, comunicación y aprendizaje. Recordé que somos seres humanos, que las emociones impregnan la relación del individuo con el mundo. La escuela necesita ser transformada desde el SER como centro de los procesos de formación; sentí la plena necesidad de conocerme emocionalmente, puesto que las emociones son inseparables al ser y están íntimamente relacionadas con la cognición del maestro, difícilmente se podrá ayudar a los maestros a cambiar su docencia sin enfrentarse a las reacciones emocionales derivadas de sus valores, actitudes y creencias sobre la enseñanza. Todo esto será posible cuando aprendamos más sobre la competencia emocional y usemos la comunicación de forma eficaz.
En relación, Yinais Gómez, expresa que:
Durante las sesiones compartidas con la Dra. María Purificación Cruz fueron muchas las emociones vividas, todo ello gracias a la dinámica de la experiencia. Entre estas emociones resalto el agrado por cada una de las ideas que nos compartió sobre la comunicación y la inteligencia emocional; no solo por la importancia de esas ideas en nuestro desarrollo como profesionales de la educación, sino su aplicabilidad en el campo personal como responsables de la formación de nuestros hijos y otros niños cercanos a nosotros. En fin, el desarrollo de la experiencia fue una oportunidad para recordar la importancia que tiene la formación emocional de nuestros niños y la gran responsabilidad que tenemos como educadores frente a ello”.   
En sintonía, Diana Casalins manifiesta que:
Durante las sesiones con la profesora Puri, tal vez uno de los aspectos que más me quedó resonando es la idea de una comunicación corporeizada, que supera el “qué” decimos y se preocupa también por el “cómo” lo decimos. En algún momento de la segunda jornada recuerdo haberla escuchado decir que ya habíamos estado quietos mucho tiempo, nos invitó a levantar y terminamos bailando. Esa invitación lo es también a reflexionar. El pensamiento también se construye en movimiento, en los gestos, las inflexiones de nuestra voz, en la manera de acercarnos y escuchar a los otros. Como educadores debemos considerar los elementos que utilizamos para comunicarnos con nuestros estudiantes -¡y los que subutilizamos!.  Creo que he tomado este seminario como una invitación a volver a poner en valor herramientas que se encuentran literalmente al alcance de nuestra mano y pueden hacer toda la diferencia del mundo.
Sandra Villarreal Villa se pregunta: 
¿Cómo pintar de colores la comunicación con los estudiantes? Pregunta que obliga a reflexionar sobre la práctica docente diaria, sobre las emociones que se involucran en este acto de enseñar y aprender, sobre la presencia plena del docente en clase, la escucha activa, la empatía y la conciencia emocional del mismo. En tan corto tiempo, el docente puede provocar en el estudiante una actitud de conciencia del rol que cumple el individuo como individuo y como ser social. Tal como lo expresó Arnold Glasow: “… la educación debe ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo” en síntesis, reflexionar acerca de la práctica docente diaria y del papel que cumple una comunicación autentica se constituye en garante de nuestro crecimiento como ser social y deseosos de comunicarnos asertivamente.  Abordar la práctica docente desde una comunicación autentica y provocar autoreflexión desde las emociones, podría ser una ruta que nos permita mejorar las relaciones entre docente y estudiante y garantizar genuinos procesos de enseñanza y aprendizaje.

¡Derecho a emocionarse…!

José Alexander Santafé expresa que:
“El trajín del día a día, nos hace muchas veces olvidarnos que contamos con un cuerpo exageradamente dotado de capacidades para degustar el entorno, de sorprendernos ante lo valioso de la pequeñez, de escuchar la gama de voces internas y externas que claman por ser atendidas, de vivenciar cada palabra que pronunciamos y de significar con la fuerza de nuestra corporeidad lo que internamente experimentamos. Puedo afirmar con toda seguridad que, en medio de la preparación doctoral me di el permiso de sentir y disfrutar desde el escenario del aula el conocimiento que es vida, la risa como manifestación de la alegría, el baile como expresión de libertad, la prevención social como obstáculo de la originalidad, los lenguajes tecnológicos como una nueva oportunidad y la grandeza del maestro como mediador entre el saber y el ser. ¡No hay pretexto sino compromiso con la escuela para hacer un espacio donde prevalezca el derecho a emocionarse…!

Mery Luz Pacheco Bohórquez comenta que:

Desde la primera sesión compartida con la Dra. María Purificación Cruz, atisbé la importancia que tiene la presencia activa para generar una comunicación eficaz, sin embargo, esta actitud se logra cuando nos escuchamos a nosotros mismos, como le sucedió a Crisol, el niño del cuento narrado por la profesora Puri. La historia nos acercó a la importancia de reconocernos esencialmente como comunicadores, en mi caso como comunicadora en Educación Inicial, es la gran responsabilidad de gestionar nuestras emociones, nuestros sueños, nuestras motivaciones, para poder provocar, suscitar y dejar aflorar en los niños/as lo mejor de ellos, y respetar también sus “estrellas”. En definitiva, los sueños se constituyen en el motor de la búsqueda de conocimiento.

Finalmente, el seminario nos dejó reflexiones interesantes para transformar las políticas y prácticas educativas, coincidimos que la comunicación de forma eficaz y la educación se visualizan como un complemento de la actividad de todo maestro, redimensiona su función mediadora en el proceso de enseñanza-aprendizaje, al guiarlo hacia la construcción autónoma de conocimientos, habilidades y valores a través de una comunicación eficaz. Nos queda un panorama claro sobre la importancia de la comunicación en el aula; es posible transformar la escuela con la comunicación. Creemos que la escuela debe proveer una educación centrada en procesos de comunicación eficaz e inteligencia emocional, los estudiantes deben estar involucrados en diálogos de aprendizajes y sus emociones deben ser una fuente propicia en el aula para reflexionar críticamente sobre las necesidades de mejora escolar.

La educación y la comunicación sí desean aspirar a más, la primera a ser algo más que enseñanza, didáctica o teorías, y la segunda ha de ser algo más que utilización de los recursos mediáticos o verbalización de la práctica sin retroalimentaciones. Juntas son un binomio que busca el fin último de la educación, promover la participación ciudadana, la expresión libre y el derecho a la comunicación eficaz.


Referencias Bibliográficas
·       Buscaglia, L (1985). Vivir, amar y Aprender. Esitorial Diana S.A. México D. F.