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jueves, 6 de junio de 2013

Suavicemos el salto de Primaria a la ESO

El colegio y el instituto son las dos instituciones educativas que comprenden la formación obligatoria. Estas son muy diferentes a pesar de tener alumnos en el último y primer ciclo de primaria y secundaria respectivamente que están más o menos en el mismo nivel de desarrollo cognitivo y psicológico.

Es cierto que en ambas instituciones encontramos numerosas diferencias desde el edificio, el tipo de decoración, los materiales utilizados para el proceso de enseñanza- aprendizaje y los métodos didácticos de los profesores entre otras muchas cosas. Estas diferencias son algo comprensible, puesto que estamos hablando de dos etapas de la vida escolar del niño que tienen por su puesto sus propios rasgos, pero, ¿Cómo podemos suavizar estas diferencias para que los niños de primaria se adapten mejor al instituto?

Pues bien, seria conveniente, sobre todo en los primeros cursos de la Educación Obligatoria,  que se intentaran asemejar lo máximo posible la distribución y decoración de las aulas evitando ambientes muy formales y dotando a las aulas de un carácter alegre e informal. Los materiales que se usan durante la primaria no se deben rechazar en la ESO y deben ser sustituidos progresivamente.

Por otra parte seria positivo que algunas de las actividades como por ejemplo hacer trabajos manuales para los días festivos se mantuviesen aunque orientadas de otra manera, para así seguir fomentando la creatividad de nuestros alumnos. Las actividades al aire libre o excursiones deberían mantenerse en una cantidad elevada puesto que son herramientas educativas extraordinariamente útiles.

Desde mi punto de vista, por supuesto discutible, los profesores de secundaria que consideren no tener herramientas didácticas suficientemente eficientes para enseñar contenidos deberían adquirirlas y aprender métodos didácticos motivadores para sus alumnos, consiguiendo así promover en ellos las ganas de aprender y de continuar gustosamente el camino de la educación. El aprender haciendo no debe ser un método abandonado, porque gracias a este los alumnos pueden construir sus conocimientos con la guía del profesor, desarrollan la curiosidad y la innovación y se divierten aprendiendo.

Las diferencias entre la educación primaria y secundaria son muy grandes, se propone un salto que muchos niños no consiguen realizar, por lo que todos los docentes debemos intentar suavizar este cambio. 

Quiero dejar claro que no digo que la educación primaria y la secundaria deban ser iguales puesto que los niños a lo largo de su desarrollo tienen diferentes capacidades y por lo tanto diferentes necesidades educativas, pero sí creo firmemente que las diferencias con el colegio, sobre todo en los primeros cursos de la ESO es enorme y eso puede frenar la creatividad, desmotivar a los niños y posibilitar así el aumento del fracaso escolar.

Irene Morales Aguado.           
E-mail: IreneMorales.3@alu.uclm.es
2º Ed. Primaria A. Facultad de Educación de Toledo.

El aprendizaje de la lectura para alumnos con síndrome de Down



Existe una clara diferencia entre las personas que leen y las que no lo hacen. Vivimos rodeados por numerosos mensajes escritos, donde es necesario entender dichos mensajes, para podernos adaptar al medio que nos rodea y formar parte de la sociedad.

Saber leer nos permite acceder al mundo de la cultura, del trabajo, alcanzar información a través de distintos medios de comunicación.

También nos da paso a diferentes aprendizajes, y lo más importante es que es una gran herramienta para el tiempo libre o de ocio; permite mayor independencia y autonomía.
Lo expuesto, justifica plenamente la importancia que se le da al aprendizaje de la lectura, fundamentalmente en las personas con necesidades educativas especiales.

Todas las personas con síndrome de Down tienen capacidades para leer y escribir de forma comprensiva y disfrutar con estos logros.

No hay un mejor método para alumnos con síndrome de Down, pero hay que tener en cuenta que aunque estos alumnos presentan una gran variabilidad individual entre ellos, existe una serie de características y problemáticas propias de dichos alumnos, las cuales no manifiestan o lo hacen en menor medida sus compañeros de aula, necesarias conocer y tener en cuenta para poder dar una respuesta adecuada a las necesidades educativas que provocan.

Por ello a continuación planteo un método de lectura y escritura para alumnos con síndrome de Down. El cual comparte características con métodos mixtos, ya que parte de un punto global para pasar al análisis-sintético.

Los pasos o etapas que sigue este programa de lectura de Troncoso del Cerro, son los siguientes:

Primera etapa: Percepción global y reconocimiento de palabras escritas. El objetivo general es que el alumno reconozca visualmente, de un modo global, un número de palabras escritas, comprendiendo su significado. Este reconocimiento deberá producirse, tanto si las palabras se le presentan aisladas de una a una, como si forman frases. Se empieza con el reconocimiento de su nombre escrito y el de 4 ó 5 miembros de su familia.

Segunda etapa: Reconocimiento y aprendizaje de las sílabas. Se enseñan las sílabas, ya que el aprendizaje silábico es el medio, la técnica, que permite descifrar las palabras nuevas. Se parte de sílabas diferentes entre sí, en un principio sílabas directas, como ma y pa que el niño ha visto en las palabras que reconoce visualmente.
  • a. Composición de palabras que lee globalmente.
  •  b. Nombrar las sílabas.
  • e. Leer cualquier palabra formada por sílabas.
Tercera etapa: Progreso en la lectura. El objetivo general es, que el alumno adquiera soltura, fluidez y afición suficientes para leer textos largos, cuentos y otros libros.
a. Mecánica (fluidez, pausas, entonación, lectura silenciosa).
b. Comprensión (palabras, frases, textos).

Por último destacar que ya sea este método u otro cualquiera, lo principal es adaptarlo a los intereses del alumnado y a los aspectos positivos de sus capacidades, y a sus necesidades, respetando la edad que tengan, su madurez y su motivación.

Al alumnado con síndrome de Down hay que enseñarlos de un modo diferente que al resto de alumnado que no presenta el síndrome, a través de una metodología más sistematizada, con objetivos más parcelados, con pasos intermedios más pequeños, con mayor variedad de materiales y de actividades, con un lenguaje más sencillo, claro y concreto, poniendo más cuidado y énfasis